#InPerfecciones
¿Tienen las niñas y los niños que celebrar éste 30 de abril? ¿es más un cliché felicitar a uno de los sectores más vulnerables obligados a crecer entre carencia económica, violencia y coyuntura política?
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx
José Vasconcelos en 1924 instituye el 30 de abril como el Día Nacional del Niño, Vasconcelos sostenía que había que hacer de cada escuela “un palacio con alma”, para que niños pobres, descalzos, y hambrientos vivieran en palacios las mejores horas de su vida y guardaran recuerdos luminosos.
De aquellos años a la fecha las niñas y los niños han visto vulnerados sus derechos y se han convertido solo en discursos aspiracionales y mercantilizados. Evidentemente la brecha socio económica nacional deja ver de manera dramática la enorme diferencia entre niños con amplias, medias y nulas oportunidades de desarrollo, no hace falta jactarse que en la Constitución se encuentre prohibido el trabajo infantil porque resulta vergonzoso saber que tal actividad por muy prohibida que se encuentre se lleva a cabo en condiciones muy tristes para los infantes que se han vuelto invisibles no solo para la sociedad sino para los gobiernos que únicamente se ocupan de ellos cuando hay que hablar del futuro del país.
Violencia, tráfico, esclavitud, abuso, indigencia, delincuencia, pobreza etc. son situaciones a las que se somete a los menores sin oportunidades económicas, situación que se ve reflejada en los índices de delincuencia en lo que se convirtió ese futuro del que se habla como cliché cuando se menciona a la niñez nacional.
Actualmente se supone que la inclusión y la toma de opinión para este sector tiene en la consulta infantil un instrumento que intenta colocar en primer plano aspectos que afectan a los menores, sin embargo, trasladamos la inoperante democracia de los adultos para convertirla en una mínima toma de opinión que olvida a los niños de la calle, niños trabajadores, niños sin ninguna instrucción escolar, etc. y es en ese sentido donde se exhiben todas las carencias y dobles discursos en los que la sociedad se llena la boca hablando de los derechos infantiles cada que llega la conmemoración del Día del Niño, pero que sigue tolerando y permitiendo ver menores que venden golosinas, bailan vestidos de payasos, limpian parabrisas, limpian zapatos y piden limosna en condiciones infrahumanas.
El fracaso de cualquier política en materia económica, educativa, de salud y social tiene en la niñez una repercusión terrible a la que si sumamos la coyuntura política, es imprescindible reflexionar sobre las condiciones en las que se obliga a uno de los sectores más vulnerables a crecer entre las carencias y el constante conflicto social que en lo futuro carecerá de herramientas para reparar la muy evidente fractura social. Con todo y este gris panorama ¡Feliz día de las niñas y los niños!