#InPerfecciones
En medio de las cortinas de humo, parece irse dando la ya famosa y mal llamada 4T, o en palabras no tan de redes sociales, Cuarta Transformación.
Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx
Durante los últimos años, los mexicanos hemos vivido momentos muy duros, dados por la política nacional implementado por los Jefes del Estado Mexicano y sus acompañantes como por elementos internacionales que nos han ido dando golpes que desestabilizan y que nos ponen a pensar claramente que nuestra participación dentro de la geopolítica no es de desarrollo sino de manufactura y de paso.
Justo por eso es que las condiciones de los trabajadores mexicanos no es la más óptima, no solo por el hecho de que México no tenga las condiciones para dar derechos laborales justos, sino porque estamos sometidos a los intereses de otros particulares que son externos a nuestras arcas y que desde lejos, condicionan los recursos para mover a nuestro país.
Estamos viviendo una época en donde parecería que los derechos humanos se están apuntalando a la agenda pública, siendo que parece que esos mismos contradicen lo que tanto se pregono durante 18 años de campaña del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que todo iba a ser maravilloso y distinto desde el día 1 de su gobierno, y lo que vamos viendo es que ya a casi 6 meses las cosas no solo han ido cambiando, sino que nos topamos con condiciones que no son las mejores y que parecería todo se niega.
Es una realidad también que la llamada Cuarta Transformación es una auténtica utopía, misma que se fomenta en el sueño húmedo de aquellos fantoches que quieren garantizar los escaños próximos y que hoy se están a punto de quemar y pueden ser los futuros gobernantes o quizá, despreciados por la falsa promesa que se está dando.
La falta de rumbo que México está viviendo es evidente, no necesitamos ser los más estudiados en el tema político, social, económico, internacionalista o de la administración pública o privada, solo es cuestión de ver la rendición de la conferencia matutina para saber el rumbo que lleva el país, que todos los días es bueno, pero que no tiene secuencia, que con triunfalismos nos están llevando a los primeros seis meses de gobierno de alguien que llego bajo el liderazgo de la esperanza y de la fe.
Hoy, no encontramos caminos que nos ayuden a poder intentar encontrar en el caminar una huella derecha, más bien encontramos miles de huellas de personas que siguen exigiendo justicia, y otros más que se inician a sumar a los ya afectados, sin contar con los problemas que se le inician a sumar de manera grave provenientes del sector salud.
Entonces ¿dónde quedan los sembradíos de la 4T? Porqué no se ve que se esté cultivando el más mínimo provenir proveniente de una transformación que solo se da en el partido en el poder, porque no vemos realmente cuales sean los desarrollos que quieran impulsar de manera real, al contrario, nos van dejando con muchas dudas, y podemos verlo en las reformas estructurales que se están generando que no tienen pies ni cabeza, que son copias de gobiernos anteriores o es una mezcolanza de todo aquello que ya existía y que no funcionó, justo lo que es y el presidente llama Neoliberalismo, que parece ser la bandera que hay que atacar y que muchos se han ido aprendiendo.
La transformación de México debe de iniciar por la honestidad que se pregona en el discurso pero que proviene de la falacia más atroz, porque en datos reales y comprobados, parece ser que el presidente sigue jugando a tener adversarios a quien ganarles en las urnas, de ahí es donde creo, al escuchar sus discursos, que AMLO no estaba preparado para ser presidente, más bien creo que se preparó para tratar de demostrar que había ganado la presidencia y gritar que había fraude.
Quizá los priístas en el poder, con el odio tan grande que le tienen, planearon esto para poder hacerle más daño al ahora presidente, ya que la estrategia de no dejarlo llegar a la presidencia le daba puntos en vez de restarlos, tal y como empieza a pasar siendo ya el primer mandatario.
Y, entendemos que el hecho de ser el presidente de una nación ya de entrada, hace que las decisiones sean más difíciles y que no todos estén de acuerdo, sin embargo, algo que es bien real, es que la gente inicia a desesperarse, porque todo se prometió como una ola de magia que iba a inundar los corazones de la gente, y al ver que no está pasando eso, estamos al borde de los movimientos que pueden desembocarse en la desesperación y provocar conocer, en el mejor de los casos, la verdadera cara del presidente.
Vaya que han montado una buena mofa, la han llamado Cuarta Transformación, para nosotros que deseamos reducir caracteres en redes sociales, le decimos la 4T, y espero que la bomba de tiempo que han iniciado con esta bromita no les explote en las manos, porque les va a doler, la gente no está en condiciones de esperar, ya que el hambre es canija y al serlo, provoca que uno salga a tomar lo que es suyo.
No llamo a una revolución social, llamo a la honestidad y al hablar de las cosaas tal y como son, y si no existen estrategias o plan a y b, podamos ser realistas y aprender a decir que el paquete les queda grande y propiciar rescatar aún lo mucho que les queda de un sexenio, mismo que a punto de sus primeros 6 meses, esta siendo una completa desilusión.