Editorial

LOS RESULTADOS ESPERADOS.

#InPerfecciones

El jefe del ejecutivo saliente ha sido humillado y el escarnio público no se hizo esperar, aunque la administración entrante puede convertirse en esclava de sus promesas.

 

Carlos Rosas C.   

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Sábado 1º de diciembre de 2018, la hora del desenlace del sexenio de Enrique Peña Nieto llegó en el marco de lo que Andrés Manuel López Obrador anunció como la cuarta transformación que le dará una faceta de bienestar y paz al país bajo el control en las cámaras por parte del Movimiento de Regeneración Nacional.

 

El ambiente festivo de los seguidores a ultranza de AMLO comienza con la apertura al público de la residencia oficial de los pinos que no será ocupada por el jefe del ejecutivo como parte de esos cambios de imagen con los que se pretende cambiar la cara que el gobierno le da a la ciudadanía.

 

Pero hablando de bienestar, durante el discurso que AMLO dirigió al todo el país después de la imposición de la banda presidencial me parece que nadie podrá negar que se pudo sentir el bienestar social al ver como con el paso de los minutos del discurso la silla donde se encontraba EPN le iba quedando mas y mas grande, y su expresión cada vez más desencajada ante el escarnio público al que fue sometido, porque nunca en la historia de los intercambios de poder se había dado semejante humillación para el jefe del ejecutivo saliente, ni durante aquella transición entre el PRI de Zedillo y el PAN de Fox, no, esta vez hubo muchas pedradas, muchas indirectas, mucha pena ajena. Los priistas aprietan los dientes e intentan voltear hacia otro lado para sentir que no es a ellos a quien ha tocado padecer todo este episodio de humillación.

 

Pero no todo es tan placentero como ver a un priista humillado y a un panista gritoneando sobre justica mientras lo ignoran, ciertamente ese momento muchos de nosotros gustamos morbosamente de verlo incluso en las repeticiones, pero eso es solo un momento fugaz, un momento que con el paso de las horas del pasado sábado se fue diluyendo para llegar al momento culmen de la jornada, el discurso en el zócalo ante la expectativa de mil cabezas, la esperanza multitudinaria que requiere de encendidos discursos y promesas que endulcen los oídos.

 

¿Qué sigue?, sigue ver como cada medio, cada detractor, cada seguidor, cada curioso con lupa en mano le dará seguimiento a todas y cada una de las promesas o planteamientos hechos por AMLO, durante campaña, el tiempo corre, la expectativa es enorme, y los resultados requieren tiempo, pero todo tiene un plazo, y la esperanza que emana de la una promesa hecha por un político tiene una caducidad muy reducida y representa un arma doble filo. Llegó la cuarta transformación ¿cuánto tiempo tendrá para dar resultados positivos?

 

#InPerfecto