Editorial

En letras de oro.

#InPerfecciones

No tengo oro ni tengo plata yo lo que quiero es… 2 de octubre no se olvida.

 

Miguel Angel Millán Cancino

miangel.millan@inperfecto.com.mx

 

El día de ayer, conmemoramos 50 años de uno de los sucesos más dolorosos, que algunos marcan, más fuertes de la historia reciente: la matanza de estudiantes y de manifestantes en la Plaza de las 3 Culturas en Tlatelolco.

50 años han pasado desde aquellos meses e incluso años en los que pudimos ver amenazada la soberanía nacional por el poderío mal intencionado del uso de las Fuerzas Armadas contra la gente que se supone tienen que proteger, contra quienes son los que han luchado por las garantías nacionales e individuales en pro de oportunidades y de derechos, del juicio que da mucho más que una manifestación, que lleva a la libertad que de manera humana tiene que lograr crear una conciencia colectiva que desemboque en el desarrollo del pensamiento, donde la diferencia del pensar se consagra para poder consolidar el objetivo, pensamientos diversos pero unidos bajo el mismo grito, bajo la misma protesta que debería dar la gloriosa victoria que emana no en el reconocimiento de los aplausos, sino que llega al momento cumbre, que los manifestantes, los hijos, nietos y todas las generaciones desconocidas gocen de la lucha y la sangre derramada.

 

He aquí que comienza mi cuestionamiento sobre los frutos y los resultados que dieron el proceso estudiantil, obrero, profesional, médico, docente, sindical y más que dio el movimiento de 1968.

 

¿Cómo se recuerda y para que se recuerda? Y no me refiero a la ciudadanía, ni a los sobrevivientes del 68 públicos y anónimos, me refiero a la clase política y gubernamental que se ha escudado en la marca del pasado de un gobierno que no vivieron para simplemente poner homenajes con letras de oro, banderas a media asta, retiro de placas con el nombre de Gustavo Díaz Ordaz, mientras en las calles, las exigencias de ALTO A LA REPRESIÓN, EDUCACIÓN LIBRE Y GRATUITA, SEGURIDAD, son las demandas de los estudiantes, de los papás de los mismos y de la sociedad en general.

Suena absurdo el creer en izquierdas que simplemente quieren dar un trato de gente que no siente ni piensa a una sociedad que tiene medios de comunicación que a años de distancia sigue marcando a los manifestantes jóvenes  estudiantes como criminales, como si no supieran los medios de comunicación que joven de cara cubierta robando o pintando es un porro seguro infiltrado para hacer quedar mal a los auténticos demandantes de la justicia no dada por el señor gobierno y presidente. Me extraña de los medios que se dicen libres y tienen editorialistas bien pagados y que ni así, pueden escribir la verdad, porque ese sueldo les vendió la lengua y les dio el peor de las condenas, el encarcelamiento mental.

 

Son 50 años sin soluciones y con el mismo tipo de medios de comunicación, solo que ahora las caras de los que salen tienen alta resolución ante los archivos de Gobernación y de la Defensa Nacional.

 

Esperemos que las letras de oro alcancen bien para poder pagar la dignidad que han perdido los verdaderos verdugos, que si es la milicia, pero que en realidad es quien gira la orden del ataque, ataque que ahora se hace de otras formas pero que sigue vigente.

Cuando la dignidad se pierde, mandas a callar conciencias con letras de oro y con bálsamos de rosas mientras pregonas el amor de la República ofreciendo lo que es la obligación de cualquier mandatario cumplir.

 

#InPerfecto