1968

AQUEL OTOÑO DEL MOVIMIENTO MÉDICO 2ª Parte

1968 EL AÑO EN LA MEMORIA DE MÉXICO
El movimiento médico ha rebasado el año de 1964 y la consigna de sus peticiones no ha logrado hacer el eco suficiente en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz que ha incumplido con los ofrecimientos y comienza a cerrar su postura para volverse más intolerante ante cada sector que manifiestan sus inconformidades.

 

Carlos Rosas C.   

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Estimados InPerfectos los saludo con el gusto de siempre. En 1964 surge un movimiento en defensa de los derechos laborales de los médicos. Ismael Cosío Villegas, director del Hospital de Huipulco se declara abiertamente a favor de los médicos y residentes de los hospitales a lo largo del país. Continuemos con esta interesante relatoría alrededor del movimiento médico, disfrútenlo con nosotros.

 

EL MOVIMIENTO MÉDICO (2ª parte)

 

En 1964 Ismael Cosío Villegas declara públicamente “que si se cometía cualquier acto de violencia en contra de los becarios, él y de los demás médicos del hospital de Huipulco presentaría su renuncia y se retirarían del mismo”.

 

El 16 de enero de 1965, cuando el gobierno federal ordena el cese de los becarios e internos que estuvieran en paro, Ismael Cosío Villegas presenta su renuncia ante el Consejo Técnico Consultivo del nosocomio y manifiesta abiertamente su repudio a las políticas opresoras del régimen de Gustavo Díaz Ordaz.

 

Contrariamente a la generalizada creencia de que es forzado a dejar a su cargo, Cosío Villegas renuncia en apego a sus valores morales y éticos y cuyo texto íntegro aparece a continuación:

H. Consejo Consultivo del Sanatorio de Huipulco

Presente

 

Presentó ante este H. Consejo mi renuncia como Director del Sanatorio de Huipulco, por no estar de acuerdo con el cese de los médicos y residente de la institución, que constituye una represalia a su actitud para conseguir un mejoramiento de su injusta condición económica y social.

 

La noble solidaridad y amistosa actitud de los médicos adscritos y jefes de servicio de este sanatorio, cubriendo todas sus necesidades y protegiendo así la salud de los enfermos en forma integral, hace innecesaria una medida tan drástica que creo no ayudará a resolver el conflicto establecido.

 

Lamento separarme de este sanatorio al que he servido con lealtad, cariño y perseverancia durante 28 años, pero no quiero que mis colegas, alumnos y estudiantes pierdan la fe y la confianza depositada en mi modesta personalidad, que he procurado forjarla en el desinterés, el valor civil y el más alto espíritu de compañerismo.

 

Le doy al H. Consejo las gracias por su inestimable cooperación durante mi gestión, así como por la amistad que me dispensaron.

 

Hago votos porque nuestro sanatorio siga en plan ascendente, para beneficio de la salud de nuestro pueblo.

Muy Atentamente

Tlalpan, D.F., a 15 de enero de 1965

 

Dr. Ismael Cosío Villegas

 

A pesar de la renuncia, Cosío Villegas y su cercano equipo de colaboradores, siguen laborando sin percepción de honorarios y atendiendo a los enfermos del Sanatorio hasta septiembre del mismo año en que Miguel Jiménez es designado por Gustavo Díaz Ordaz como nuevo director del mismo.

 

 

Además, en apoyo, hubo renuncias individuales de especialistas y médicos de planta que conformaban las sociedades médicas de los hospitales, 20 Noviembre del ISSSTE, General, Instituto Nacional de Cardiología, Infantil de México, Nutrición y Traumatología del DDF.  La Sociedad Médica del Hospital General designó varias comisiones y redactaron una declaración de principios para invitar a las diversas sociedades médicas a formar una alianza y aunado a la renuncia masiva de médicos especialistas, fue creada una gran asociación, que albergó a todas las sociedades médicas, surgiendo así la Alianza de Médicos Mexicanos, AMM, que conservó su estatus de superioridad frente a becarios de la AMMRI, AC. La prensa nacional fue informada del logro de unificar a todos los médicos del país en la AMM.

 

Directivos de los hospitales del IMSS, ISSSTE y SSA, donde había residentes e internos miembros de la AMMRI, señalaron las ocho de la mañana del día 16 de enero para regresar a sus labores. Como respuesta a esta presión, se solidarizaron residentes e internos del Hospital de Traumatología del DDF, 800 médicos de la SSA y de los hospitales de Nutrición e Infantil de México, en total 66 nosocomios.

 

 

El 22 de enero de 1965 los dirigentes de la AMM, en entrevista con el Presidente de la República, firmaron algunos acuerdos para la resolución del pliego petitorio. Ambas partes quedaron conformes con los resultados.

 

La AMMRI en sesión plenaria, concedió un voto de confianza y apoyo a la AMM, y a favor de la unidad médica para levantar el segundo paro. El 30 de enero, médicos residentes e internos de 130 hospitales de toda la República regresaron a sus labores sin haber obtenido solución alguna a su pliego petitorio. Entre febrero y abril, la actividad política entre los médicos residentes e internos y la autoridad giró en torno a dos ejes: el acuerdo presidencial y las repercusiones institucionales. El 18 de febrero mediante un acuerdo presidencial, que fue bien acogido por la AMMRI y como un avance sin precedentes, por parte de las autoridades y de la sociedad, fueron reconocidas las labores médicas como insustituibles servicios.

 

El presidente Díaz Ordaz manifestó su deseo de satisfacer las necesidades económicas de los médicos, además fue dictado un acuerdo en relación a los médicos becarios y residentes, ya que plantearon el aumento de becas por el Consejo Técnico del IMSS.

 

Posteriormente, en una serie de sesiones de la AMMRI y la AMM para estudiar los aspectos legales y repudiar a los líderes sindicales, idearon la forma de desafiliarse de los sindicatos. El 19 de abril de 1965, la Comisión de Prensa de la AMMRI anunció que los 5,000 médicos residentes e internos, efectuarán un paro de labores por no haberse cumplido el acuerdo presidencial; por lo que el 20 de abril iniciaron el tercer paro.

 

 

Al día siguiente, representantes de los hospitales infantiles de zona y de emergencias del DDF, en entrevista con el regente capitalino Ernesto Uruchurtu firmaron acuerdos y conciliar diferencias para finiquitar el conflicto. El 24 abril fue constituida legalmente la Alianza de Médicos Mexicanos con la aprobación de sus estatutos generales, conformados por 76 artículos ordinarios y 7 transitorios.

 

 

El 2 de mayo la comisión de prensa de la AMMRI informó que sólo restaban dos puntos para la total solución del conflicto y poder levantar el paro: que todos los médicos fueran beneficiados por el decreto presidencial otorgado y el no a la afiliación sindical por parte de los médicos de la AMMRI.

 

 

Además, para levantar el paro, los médicos residentes e internos del ISSSTE exigieron el pago del 16.66% de sueldo mensual, correspondiente al fondo de ahorro, sin descontarlo del sueldo. Dos días después, presentaron ante el director del ISSSTE, Rómulo Sánchez Mireles, a la recién formada Comisión Coordinadora de la Rama Médica de la burocracia nacional, quienes fueron los portavoces de las demandas de los médicos residentes e internos ante las dependencias oficiales.

 

La próxima entrega estimados InPerfectos concluiremos con el movimiento médico para enterarnos cuál fue el desenlace de este desencuentro entre los trabajadores de la salud y el gobierno de Díaz Ordaz  que también forma parte de la Memoria de México.

 

#InPerfecto

 

FUENTE

 

http://www.medigraphic.com/pdfs/bmhfm/hf-2009/hf091c.pdf

 

Reseña cronológica del movimiento médico 1964-1965

Donovan Casas-Patiño

Sergio Reséndiz-Rivera

Isaac Casas