Editorial

DOBLE O NADA

#InPerfecciones

En este país algunas cosas son muy lentas, y otras sorpresivamente muy rápidas, y hasta el lujo nos damos de tener dos presidentes en función cosa que da mucha tranquilidad porque dos cabezas piensan mejor que una en un auténtico doble o nada político.

 

            Carlos Rosas C.

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

 

El 13 de marzo de 2013 Jorge Mario Bergoglio fue electo máximo representante de la iglesia católica (Romana y Apostólica) después de la dimisión de Josep Ratzinger alias Benedicto XVI generándose una situación inédita en la historia vaticana con lo cual estrictamente hoy en día tenemos sobre la faz de la tierra a dos herederos del negocio de San Pedro en la tierra y aunque Don Francisco es el único que tiene actualmente acceso al teléfono rojo del mero jefazo celestial lo más seguro es que desde algún lugar del paraíso a Don Benedicto de mínimo le llega un whats por si se le ofrece algo.

 

Mientras tanto de este lado de la mundana democracia el pasado 1° de julio fue electo presidente el Lic. Andrés Manuel López Obrador y el milagro fue posible porque de inmediato comenzó a despachar en visitas, actos oficiales, designaciones, reuniones etc… Con lo cual estrictamente “habemus” dos presidentes, uno que constitucionalmente aún no entrega las llaves de su locker en los Pinos y otro que ya está eligiendo la paleta de colores para decorar su despacho de Palacio Nacional, eso es a lo que podemos llamar austeridad – dos presidentes por el mismo sueldo- ni los gringos los tienen.

 

El periodo de transición que estamos viviendo presenta características de las que no tenemos un precedente histórico asentado en los libros de historia aunque fue un secreto a voces aquellos años en los que Don Plutarco Elías Calles detrás del telón dirigía los destinos del país. El  trabajo que el equipo de transición del presidente “virtualmente” electo ha realizado a lo largo de estas dos semanas lleva un ritmo vertiginoso que a cada paso que da causa sorpresa y muchas reacciones a cualquier nivel ya sea a favor o en contra de la conformación de la plataforma de gobierno que comienza a mandar ciertos mensajes que ya comienzan a incomodar y a poner nerviosos a muchos personajes de la política.

 

Uno de esos mensajes es el tema de las pensiones a los ex presidentes que viene caminando como promesa de campaña y que se ha reforzado con el anuncio sobre qué el  presidente electo ganará 40% menos que su antecesor EPN, aspecto que le da buenos dividendos a la hora de dirigirse al público en general.

 

Probablemente la clase política se encuentra haciendo muchos entripados buscando la manera de encontrarle algún defecto a las políticas lopezobradoristas para  inocular su veneno que con seguridad puede hacer efecto debido a los “compañeros” de partido que se han agrupado en torno a Morena y que hay que seguirlos muy de cerca para ver si el milagro de su cambio fue real o solamente se encuentran en estado comatoso esperando resurgir como lo que una vez fueron y que tantos beneficios les dio.

 

#InPerfecto