1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO
Rosario Aguilar.
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La revolución sexual inicia al final de la primera guerra mundial y se consuma en la década de los sesenta, consiste básicamente, en la información entre sexo y reproducción. Hacer del sexo un ejercicio libre de la actividad amatoria no hubiera sido posible sin dos éxitos de la farmacología moderna: la penicilina, que evita el riesgo de las enfermedades venéreas, y los anticonceptivos, que eliminan el peligro de gestación.
Aunque ya en algunas partes de la ciudad se hablaba de la libertad de sexo, que existía ya desde principios de siglo, se hicieron notorios los efectos sexuales de este profundo cambio en las costumbres, para bien o para mal, fue la revolución de nuestro siglo, más que la de las computadoras y es que la revolución sexual fue un movimiento donde se exigía libertad de pensamiento y acción sexual. Los efectos de este movimiento radical en el cambio de costumbres, se han manifestado en todos los aspectos de la vida colectiva: relaciones sexuales precoces en los chicos y chicas de menos de veinte, se empezaba a la sexualización en la escuela y, por supuesto, en la universidad; bodas más tardías, disminución de la natalidad, envejecimiento consiguiente de las poblaciones, desprecio por la tercera edad, culto casi idolátrico por la juventud, fragilidad de la familia, con aumento de separaciones y de divorcios; creación (del movimiento feminista, que, aunque tenga raíces diferentes, se ha visto impulsado por la revolución sexual) y creación de lo que nosotros hemos llamado un tercer sexo, es decir, la mujer obrera. Estos cambios que han configurado una sociedad del final del siglo XX completamente diferente de la sociedad tradicional con que habíamos iniciado un centenario más.
Luis Ernesto Miramontes Cárdenas, ingeniero químico de origen nayarita, sintetizó en un pequeño laboratorio de la Ciudad de México, la hormona que sirvió de base para crear la primera píldora anticonceptiva. Luis Miramontes un estudiante de 26 años hizo el descubrimiento para la empresa Syntex y ese episodio le valdría para ser el único mexicano en aparecer en el USA Inventors Hall of Fame, al lado de Louis Pasteur, Thomas Alva Edison, Alexander Graham Bell, entre otros científicos famosos.
Obtener la noretisterona, también conocida como noretindrona, la hormona progestacional de administración oral más activa entre todos los esteroides conocidos entonces. El 22 de noviembre de 1951 se solicito la patente y, en marzo del año siguiente, apareció reportado el hallazgo en un artículo del Journal of the American Chemical Society.
Sin embargo, un poco antes, en abril de 1952, Carl Djerassi había expuesto parte de sus resultados ante la comunidad de especialistas químicos dentro de un congreso académico. Fue muy probable que allí otros investigadores encontraran soluciones a los problemas aún sin resolver en sus laboratorios, por lo que las empresas rivales de Syntex actuaron rápidamente. Los laboratorios Searle solicitaron, a mediados de 1953, una patente por la síntesis de un compuesto que llamaron noretinodrel, cuya configuración química era básicamente igual a la noretindrona de Syntex.
La noretisterona se patentó primero en México y después en todo el mundo. La patente norteamericana se concedió el primero de mayo de 1956. Fueron científicos y médicos investigadores norteamericanos los que hicieron los estudios toxicológicos y clínicos en la Fundación Worcester de Estados Unidos, a fin de desarrollar una píldora anticonceptiva que se probó primero en Puerto Rico y en Haití con 6 mil mujeres y después en Estados Unidos con 10 mil mujeres voluntarias. En 1960, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó la comercialización de la píldora y enseguida apareció Norlutin con el compuesto de Syntex, y casi simultáneamente Envoid, del mencionado Searle.
…“Presenciar y constatar la influencia determinante que ha tenido el descubrimiento del primer antiovulatorio activo por vía oral, para romper las viejas barreras ideológicas y transformar valores humanos en el ámbito mundial, constituye tal vez la mayor satisfacción y honor que he recibido en mi carrera como investigador; sin embargo, en muchos países, por desgracia, las cosas no han cambiado”, escribió en 2001 Luis Miramontes, en el artículo publicado en la Revista de la Sociedad Química de México. Este “trabajo resultó importante”, como él mismo lo afirmó en el escrito.
Y así fue, la pastilla antiovulatorio, fue de gran ayuda cuando se desata esta libertad sexual, y estaban en su derecho de jóvenes pero sin afectar a terceros y fue lo que se intentaba hacer, el otro descubrimiento farmacológico lo veremos después, solo queda reflexionar y preguntarse si en la actualidad ha cambiado para bien o para mal, y tu, que piensas de todo esto.
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