#Editorial
Carlos Rosas C.
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Lo de hoy es sin duda la pasarela de candidatos, las propuestas, los debates, los mítines, los discursos y los graciosos calificativos con los que se hace una buena sopa electoral, sin embargo de casualidad y por pura curiosidad, ¿alguien sabe que ha estado haciendo Enrique Peña Nieto los últimos días?, porque vaya que el Presidente ha estado muy activo haciendo lo que mejor sabe hacer que es gobernar en el país de sus maravillas donde las cosas que pasan se encuentran llenas de copioso optimismo no apto para frustrados y amargados criticones de cualquier logro alcanzado por los especialistas en conducir los destinos de la nación.
En definitiva es poco recomendable ser tan cínico y caer en los excesos del discurso donde lo único que se exhibe son las limitaciones personales porque rechazar que la tragedia se encuentra instalada plácidamente en nuestro país a estas alturas de la desagracia hace rechinar los dientes de coraje, y como no se van a crispar los nervios si con declaraciones como “Qué tan mal estamos que hemos logrado generar el mayor número de empleos en la historia de nuestro país”, el señor Presidente pretende darle una manita de gato a la imagen de corrupción y pobreza que ha sido el sello distintivo de esta administración argumentando que hay quienes quieren ver el vaso medio vacío –con gente así no se puede progresar- si lo que tenemos es abundancia y lo que nos sobra es equidad, solamente los necios detractores se empeñan en buscar el negrito en el arroz.
Es tan notorio que la administración actual ya se encuentra levantando sus triques que el mandatario se ha dado tiempo para darse su vuelta por las redes sociales y revelar desde la marca del gel que usa, hasta el “meme” de su preferencia donde ha hecho gala de su maestría en aritmética básica aplicada a la línea de tiempo donde cinco minutos son menos que uno. También se ha dado tiempo para demostrar sus dotes de filosofo al señalar que “La felicidad se encuentra en cada momento de la vida, no es que llegues un día a encontrarte con la felicidad, la felicidad se procura, se logra en distintos momentos de la vida, como llegan otros de tristeza”-aplausos de pie-, y como no va a llegar la felicidad cuando los negocios van sobre caballo de hacienda al estar alcanzando los objetivos pactados para el mejoramiento de su economía.
La libertad que experimenta el presidente con toda la parafernalia electoral le ha dado pie a irse de la boca como hilo de media haciendo declaraciones que pueden ocasionar un estado de coma al escuchar que “los mexicanos deben saber que las instituciones están ahí para proteger sus derechos y hacer valer la ley”, pasándose por el arco del insulto lo que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha señalado sobre el decremento al presupuesto de la Secretaria de Salud de más del 20 por ciento durante este sexenio, que se contrapone con la cifra de 40 mil millones de pesos gastados por concepto de comunicación social, aspecto que ha obligado a las familias con algún integrante que padece una enfermedad crónica a endeudarse para cubrir su tratamiento mientras se recetan los spots de gobierno con cifras alegres y bonitos mensajes sobre lo bien que lo estamos pasando con las políticas implementadas en materia de salud, educación y economía. No cabe duda que es un orgullo tener al frente del país gente tan preparada y tan consciente de su deber así como el mismo presidente se enorgullece al reconocer al IPN y sus “40 o 50 décadas” al servicio de la patria. Como se notan de inmediato los beneficios de hacer bien las cuentas ¿verdad?.
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