1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO
Atenea Sánchez.
atenea@inperfecto.com.mx
¡Hola querido lector!
Para que me acompañes a este gran viaje hacia el pasado, es importante comenzar por platicar acerca de la situación en la que se encontraba el turismo en aquellos años, el Estado trabajaba en la planificación de esta actividad a partir de la creación de centros turísticos, también redactaba el primer Plan Nacional de Desarrollo Turístico, cuyo principal objetivo era encontrar una respuesta favorable a su balanza comercial y mitigar las deficiencias en la economía mexicana. Puesto que la industria nacional producía bienes caros y de baja calidad, en estas condiciones era difícil captar divisas a través de la exportación de productos industriales, entonces se pensó en el turismo como una posible alternativa (García Villa, 1992).
La importancia del turismo, se acentuó por la gran riqueza natural con la que disponía nuestro país, lo que llevó a una delimitación de zonas con alta vocación turística, por ende, para abordar el tema del Turismo en México se deberá plantear un análisis de los principales rasgos geográficos del territorio.
La respuesta emergente del estado mexicano, fue la creación de cinco destinos turísticos planificados: Cancún, Los Cabos, Loreto, Ixtapa-Zihuatanejo y Huatulco, cuyo argumento principal es la gran cantidad de los recursos naturales a partir de su estética paisajística, donde el ambiente es el responsable de aportar los recursos para el uso del suelo y al mismo tiempo actúa como soporte de la actividad económica.
Nótese la diferencia de conceptos, cuándo en aquellos años se aprecia al ambiente como única y exclusivamente proveedor de recursos y como “soporte de la actividad económica” ni siquiera se consideraba que esos recursos fueran limitados …
El Estado decidió concentrar la idea de promover la creación de Centros Turísticos de dos índoles: los integralmente planificados y los tradicionales, tales como: Acapulco, Puerto Vallarta, Mazatlán, Cozumel o Veracruz.
Las principales diferencias entre ambos centros, se muestran a continuación:
En los años sesenta la planificación se consideraba como una herramienta básica para llegar a los niveles más altos de evolución económica y social. Los países en desarrollo, comenzaron a generar planes y programas, pensando que el aprovechamiento racional de los recursos fortalecía el sistema productivo y “disminuía el riesgo” de explosión social, al garantizar a la población el acceso a un nivel superior de bienestar, o al menos eso pensaban.
Sin embargo, los objetivos de desarrollo, no generaron las respuestas esperadas, dado que no fueron pensados a partir del conocimiento y entendimiento
preciso de la estructura económica y social en la que se pretendía intervenir. Como resultado del enfoque sectorial de los planes, se originó una explotación irracional e intensiva de los recursos naturales disponibles y agudizó la marginación de la población.
En este contexto, el turismo se consideró como un factor de desarrollo, en virtud de
sus posibles efectos económicos, justificando sus argumentos en la captación de divisas, generación de empleos y redistribución del ingreso. Sin embargo, al impulsar la creación de los famosos centros turísticos integralmente planificados, actualmente, gran parte de la oferta de servicios turísticos está en manos de empresas extranjeras.
En la siguiente edición, te platicaré acerca de la creación del organismo destinado al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (F.O.N.A.T.U.R.), originado en esta época.
¡Hasta el próximo jueves!
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