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Compañías ferroviarias y grupos empresariales están presionando al gobierno de Estados Unidos para que reabra las rutas comerciales en la frontera entre Texas y México.
Reuters
Compañías ferroviarias y grupos empresariales están presionando al gobierno de Estados Unidos para que reabra las rutas comerciales en la frontera entre Texas y México, después de que las autoridades cerraran dos cruces en respuesta al aumento del paso de inmigrantes en los últimos días.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo a unos 10.800 migrantes en la frontera suroeste el lunes, según un informe interno de la agencia al que tuvo acceso Reuters. Alrededor del 40% eran familias o niños no acompañados.
El comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, Troy Miller, dijo en un comunicado el martes que los cruces ilegales estaban “presentando un serio desafío” y que la agencia estaba usando todos los recursos disponibles para garantizar la seguridad de los agentes y los migrantes.
Grupos empresariales y operadores ferroviarios están instando a las autoridades a reabrir los puentes ferroviarios en Eagle Pass y El Paso, que las autoridades fronterizas estadounidenses cerraron el 18 de diciembre con el fin de “redirigir al personal” para procesar a los migrantes que cruzan la frontera.
“Cerrar el tráfico ferroviario a través de Eagle Pass y El Paso infligirá un daño económico significativo”, dijo Neil Bradley, jefe de política de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, en una declaración a Reuters, al tiempo que afirmó: “Detener el movimiento legal del comercio no hará nada para asegurar la frontera”.
En octubre, el total de mercancías transportadas por ferrocarril entre los puertos de El Paso y Eagle Pass superó los 3.000 millones de dólares en ambas direcciones, según datos del Departamento de Transporte de Estados Unidos. Esto supuso cerca del 4% del comercio total a través de la frontera ese mes.
El transporte ferroviario de mercancías entre Estados Unidos y México, en ambas direcciones, ascendió en octubre a 8.400 millones de dólares, según el Departamento de Transporte de Estados Unidos. Esta cifra contrasta con los 51.200 millones de dólares transportados por camión.
“No se puede minimizar la urgencia de reabrir estos cruces y restablecer el servicio ferroviario entre las dos naciones”, dijo el presidente y director ejecutivo de la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses, Ian Jefferies, en un comunicado publicado en el sitio web del grupo comercial.
“Cada día que la frontera permanece cerrada desencadena una cascada de retrasos en las operaciones a ambos lados de la frontera, afectando a los clientes y, en última instancia, a los consumidores”, agregó.
El aumento del paso de inmigrantes se produce en un momento en que el presidente demócrata Joe Biden, que se presenta a la reelección en 2024, ha tratado de llegar a un acuerdo con los legisladores republicanos que emparejaría el aumento de la seguridad fronteriza con la ayuda militar a Ucrania e Israel.
No obstante, un grupo bipartidista de senadores que negocia un compromiso no ha logrado llegar hasta ahora a un acuerdo a las puertas de las vacaciones de Navidad.
Las ciudades texanas de Eagle Pass y El Paso han recibido a miles de recién llegados en los últimos días, mientras los inmigrantes -entre ellos muchas familias con niños pequeños- se dirigen a la frontera en autobús, a bordo de trenes de carga, a pie e incluso en bicicleta.
En Eagle Pass, cientos de migrantes esperaban el martes al aire libre cerca del río, algunos envueltos en mantas, para ser procesados por las autoridades fronterizas estadounidenses. Docenas más hacían fila con el mismo objetivo junto a alambre de púas cerca del Río Grande.
Unos 270 agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) estadounidense han sido retirados de sus trabajos a cargo de deportaciones de inmigrantes e investigaciones internacionales para ayudar con el procesamiento de inmigrantes en la frontera, dijo a Reuters un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), solicitando el anonimato para discutir operaciones internas.
Los agentes están ayudando con el transporte y la seguridad de los migrantes, pero también están inscribiendo a algunos migrantes en programas de monitoreo electrónico, dijo el funcionario.
Union Pacific y BNSF Railway de Berkshire Hathaway, dos de las compañías de trenes de carga más grandes del país, advirtieron sobre interrupciones en la cadena de suministro antes de las vacaciones de Navidad debido al cierre de puentes ferroviarios.
“Cada día de cierre aumenta el impacto en la cadena de suministro de productos básicos críticos, incluidos automóviles, productos industriales y cereales”, dijo Lena Kent, portavoz de BNSF Railway, en un comunicado a Reuters. La empresa declinó comentar el valor de los bienes afectados por los cierres.
Union Pacific dijo en un comunicado en su sitio web que una variedad de productos, incluidos cereales, cerveza, metales, cemento y piezas de automóviles, se han detenido debido a los puentes cerrados, que representan alrededor del 45% de sus envíos transfronterizos. El impacto económico general del cierre será de más de 200 millones de dólares por día, añadió.
El martes, el principal lobby agrícola de México, CNA, también expresó su preocupación por las “enormes pérdidas” que se esperan para el comercio agrícola debido a la clausura.
Además de los cierres de cruces ferroviarios, las autoridades fronterizas estadounidenses cerraron este mes un cruce peatonal muy transitado cerca de San Diego, California, y otro cruce en el remoto Lukeville, Arizona, para permitir a los trabajadores procesar a los inmigrantes que llegan.