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La Iglesia católica exhortó a las autoridades a crear más espacios para recibir a los migrantes que transitan por nuestro país, pues los que hay “se encuentran desbordados”.
Con información de EL UNIVERSAL
La Iglesia católica exhortó a las autoridades a crear más espacios para recibir a los migrantes que transitan por nuestro país, pues los que hay “se encuentran desbordados”.
Asimismo, pidió agilizar los procesos legales de las personas migrantes y otorgar visas humanitarias con la finalidad de que lleguen a su destino, y crear mecanismos para tener derecho al asilo humanitario.
“Llamamos a las autoridades civiles a agilizar los procesos legales para la estabilidad de las personas migrantes y otorgar visados humanitarios, a fin de que puedan transitar libremente hacia su destino. Es importante crear un mecanismo para valorar el derecho de asilo humanitario antes de proceder a la deportación de las personas”, dijo.
El periódico “Desde la fe” hizo un llamado al pueblo de México, a las comunidades aledañas en las que se encuentran las casas de los migrantes, a tener paciencia y sensibilidad con quienes transitan por el territorio hacia Estados Unidos, y “considerar los enormes riesgos que corren al transitar en calidad de ilegales”.
El clero aseguró que los diversos sitios donde pueden descansar los migrantes, que ha puesto a disposición la iglesia, se encuentran desbordados, requieren más voluntarios y el personal que apoya se encuentra agotado.
“Los diversos lugares de acogida de la Iglesia católica de México, que de alguna manera ya han creado una ruta humanitaria donde los migrantes pueden descansar, alimentarse, recibir atención médica, recuperar fuerzas y seguir adelante”.
La presencia de migrantes en México trae para ellos consecuencias colaterales, ya que padecen un ambiente hostil que va desde precios desmedidos por consumo de alimentos, uso de sanitarios, robos, secuestros y extorsiones por parte de redes delincuenciales.
“Desde la fe” recalcó que es una oportunidad como país, ante la posibilidad de demostrar que los mexicanos somos solidarios y hospitalarios ante el flujo migratorio, sin importar las condiciones sociales o económicas, ni los motivos que los orillan a abandonar sus países.