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Entre porras y vítores, el Presidente convocó a no dar un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso, en favor de la transformación del país.
Con información de EL UNIVERSAL
El presidente Andrés Manuel López Obrador inició su sexto y último año de gobierno en Valle de Chalco, el municipio emblemático de la política social de su principal rival político, el expresidente Carlos Salinas de Gortari (PRI) 1988-1994.
En un ambiente de despedida y con las arengas de sus simpatizantes de: “¡Reelección! ¡reelección! ¡reelección!”, el Jefe del Ejecutivo federal afirmó que “ya está todo preparado”, no habrá desviaciones y continuará el movimiento de transformación.
En un acto masivo en el Deportivo Luis Donaldo Colosio, acompañado de los integrantes de su gabinete del Bienestar y de la gobernadora Delfina Gómez (Morena), el Mandatario federal pidió tener confianza.
“Tengan confianza porque ya quedó todo preparado, es bueno el relevo generacional, no va a haber ningún problema, no van a haber desviaciones, va a continuar la transformación, va a seguir adelante el movimiento”, dijo.
Entre porras y vítores, el Presidente convocó a no dar un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso, en favor de la transformación del país, porque hicieron mucho daño esos políticos corruptos, neoliberales, neoporfiristas.
Cada vez que el presidente López Obrador deslizaba que había terminado su ciclo, sus seguidores arengaban: “!Reelección, reelección, reelección!”.
Y las mismas veces las rechazaba argumentando que es “maderista”, fiel al postulado del apóstol de la democracia de “sufragio efectivo, no reelección”.
“Y no voy a estar, después que termine [el sexenio], ni de jefe máximo ni de guía moral ni de caudillo, mucho menos de cacique. Ya termino mi ciclo, me retiro, porque también no hay que tenerle mucho cariño, no hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero”, opinó.
El Jefe del Ejecutivo federal hizo una consulta a mano alzada —en Valle de Chalco, Chalco e Ixtapaluca— donde preguntó a los habitantes de esos municipios si la maestra Delfina Gómez había hecho un buen gobierno, 15 días después de hacer asumido la gubernatura.