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Más de 1.200 niños menores de 5 años han muerto en los últimos cinco meses en nueve campamentos en medio del conflicto en Sudán, debido a la mortal combinación de sarampión y desnutrición.
AP
Más de 1.200 niños menores de 5 años han muerto en los últimos cinco meses en nueve campamentos en medio del conflicto en Sudán, debido a la mortal combinación de sarampión y desnutrición, declaró este martes la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR).
La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo que las muertes, entre el 15 de mayo y el 14 de septiembre, fueron documentadas por sus equipos en la provincia de Nilo Blanco, donde miles de sudaneses se han refugiado en medio de los combates entre dos generales rivales en la capital Jartum y otras regiones.
“Docenas de niños están muriendo todos los días como consecuencia de este devastador conflicto y la falta de atención mundial”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para Refugiados, Filippo Grandi.
Sudán quedó hundido en el caos a mediados de abril pasado cuando estallaron combates entre el jefe de las fuerzas armadas, general Abdel-Fattah Burhan, y el jefe de la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido, Mohammed Hamdan Dagalo.
El conflicto ha convertido a la capital y a otras zonas urbanas en campos de batalla. Por lo menos 5.000 personas han muerto y más de 12.000 han resultado heridas, según Volker Perthes, el enviado de ONU al país, quien la semana anunció su renuncia. La cifra verdadera de víctimas, indicó, es seguramente mucho más alta.
Más de 2,5 millones de personas han abandonado sus viviendas, entre ellas más de un millón que han ido a los países vecinos, según la agencia de la ONU para las migraciones.
Los intensos combates han arruinado el sistema de salud del empobrecido país. Muchos hospitales y otras instalaciones médicas ya no funcionan.
Los trabajadores locales de la salud “necesitan desesperadamente el apoyo de la comunidad internacional para evitar más muertes y la propagación de enfermedades”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
“La salud pende de un hilo (…) en un contexto de ataques a la atención sanitaria y de escasez de suministros y equipos médicos, trabajadores sanitarios y dinero en efectivo para cubrir los costos operativos”, aseguró la jefa del Equipo de Operaciones de Salud de la OMS en Sudán, Ilham Nour.