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Grabando en el estudio Gomi estaba cantando,
pero su operadora un susto le estaba pegando,
era la Calaca que en un sillón se estaba ahogando
por las carcajadas que Luis le estaba dando.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
redaccion@inperfecto.com.mx
El éxito de la canción “Humberto” a todos estaba llegando,
Luis Omar González ni cuenta aún se estaba dando,
que su canción el éxito estaba alcanzando.
Luis sin embargo, su vida continuaba,
en normalidad pero pensando en el éxito que ganaba,
y que con calidad y esmero superaría a Lady Gaga.
En eso las conexiones de Spotify al inframundo llegaron,
la Muerte sentada en su trono escuchando,
podcast y demás y de pronto sonando,
las canciones que Luis con esmero había grabado.
Empezó a analizar las canciones de Gomi,
que con gran desamor había dedicado,
sin embargo a la Calaca alegró haberlo escuchado,
pues a visitarlo iría para conocer su legado.
Luis Omar su vida continuaba,
con éxito y trabajo y su cápsula diaria,
la Calaca morbosa lo miraba a ratos,
y con gusto se dio cuenta de que era un buen muchacho.
Así pasaron dos meses de estarlo observando,
viendolo crecer y estar ensayando,
y la difunta de pronto al verlo cocinando,
se dio cuenta de que ya lo estaba amando.
La Huesuda temblando se puso,
cuando de amor se trataba el discurso,
pensó en volver de nuevo a su guarida,
pero a su eternidad algo le faltaría.
Mejor decidió presentarse al joven Luis Omar,
que pronto la vio, se río y hasta la invitó a tomar,
“Mira amiga querida yo no puedo amarte,
y siento mucho que ahora me toque a mi rechazarte”.
La Calaca enojada juro que se vengaría,
y lleva una eternidad pensando en como le haría,
pues por el amor que le tiene todavía,
no puede dañarlo y lo protege todos los días.
Ahora se espera a diario a las doce,
su cápsula feliz de buenas la pone,
le sube el volúmen y vaya que goce,
escuchar a su amor, aunque ella no lo disfrute.
