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“FUNCIONALISTA RADICAL” JUAN O’GORMAN  Parte 1

#Arquitectura
“Creo que la arquitectura que resuelve las necesidades materiales, palpables, que no se confunden, que existen, pudiéndose comprobar su existencia y al propio tiempo son fundamentales y generales de los hombres, es la verdadera y única arquitectura de nuestra época”

 

Carlos Rosas C / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Nacido el 6 de julio de 1905 en la Ciudad de México, hijo mayor de la pareja formada por el británico de origen irlandés Cecil Crawford O’Gorman y de Encarnación O’Gorman, cursó su estudios de arquitectura en la Academia de San Carlos y la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Considerado como el padre de la arquitectura moderna en México, Juan O’Gorman durante los años 1921 a 1925 tiene una formación dentro del quehacer de la arquitectura muy interesante, el trabajo realizado en colaboración con los arquitectos  Carlos Tarditi, José Villagrán García y Carlos Obregón Santacilia, le permiten tener un dominio del oficio que se manifestaría a lo largo de su carrera profesional.

 

Heredero y continuador del Muralismo mexicano, fue alumno sobresaliente de Guillermo Zárraga y del ingeniero José Antonio Cuevas. De ellos aprendió ideas, teorías, y aplicaciones arquitectónicas prácticas que lo llevarían, poco tiempo después, a constituirse en el primer arquitecto funcionalista de México.

 

Hablar de la obra de Juan O’Gorman es adentrarse en un mundo lleno de facetas en las que el arquitecto, pintor, muralista y teórico incursionó para dejar una huella muy importante en cada disciplina a la que ciñó su quehacer que le hizo ganarse a pulso la tilde de “radical” por la intensidad con la que abordó su labor no solo como artista sino como un maestro que rompió con el academicismo y el abigarramiento de la arquitectura posrevolucionaria. El Funcionalismo tuvo en Juan O’Gorman el empuje que revolucionó la manera de percibir y hacer arquitectura en México.

 

InPerfecto se engalana esta semana rindiendo un merecido homenaje al personaje que se convirtió en un paradigma de la revolución arquitectónica de México con el tema “Juan O’Gorman, el último de la estirpe de los muralistas mexicanos”

 

Premio Nacional de Artes en 1972, Juan O’Gorman no debe ser encasillado únicamente como un muralista destacado al nivel de Diego Rivera o David Alfaro Siqueiros, es importante destacar que su colaboración como arquitecto en la Secretaría de Educación Pública con Narciso Bassols al frente de aquella secretaría dejó un sólido testimonio del talento y sensibilidad de un hombre que buscó la congruencia política y social en una época donde el debate por la dirección que debía tomar el país se encontraba a discusión.

 

El Especial de Arquitectura en InPerfecto trae para ustedes en dos partes el trabajo de la Doctora Martha Olivares Correa “Juan O’Gorman: Arquitecto Funcionalista Radical”, publicado en la revista Diseño y Sociedad, que nos muestra una semblanza del trabajo de Juan O’Gorman en materia de su obra educativa y de vivienda, pasando por su postura ante el Funcionalismo y el Organicismo, que pondrá sobre la mesa muchos elementos a reflexionar sobre este completísimo exponente de la arquitectura en México. Quédense con nosotros.

 

JUAN O’GORMAN

 

JUAN O’GORMAN: ARQUITECTO FUNCIONALISTA RADICAL

Por Martha Olivares Correa

 

El 21 de agosto de 1940 fue asesinado en su casa-fortaleza de Coyoacán, México, el revolucionario exiliado León Trotsky por el sicario Ramón Mercader. El dictador José Stalin podía estar tranquilo: quien fuera quizá uno de los más inteligentes miembros del partido bolchevique caía en el silencio. Dejaba tras de sí sus fructíferas ideas junto con las contradicciones de los actos propios de los participantes en una revolución social, lo que obligatoriamente implica el derramamiento de sangre.

 

Por un lado fue un abnegado e inteligente luchador a favor de la clase obrera y por otro también había tenido que tomar decisiones sangrientas como la injusta represión de los marineros y el pueblo de la isla de Kronstandt, que en 1921 se atrevió a desafiar el sectarismo dogmático y autoritario del partido bolchevique (Avrich, 1974). 

 

Dos años más tarde, el controvertido e inquieto arquitecto-pintor Juan O ́Gorman (1905-1982) construyó en honor a su memoria en el sombrío (quizá porque la tragedia ahí ocurrida permanece presente) y parcamente arbolado patio de la casa del viejo revolucionario, una estela funeraria austera como el sitio (a diferencia del complejo Monumento a la Tierra y la Revolución Agraria de 1972 que quedó plasmado sólo en boceto), tal vez como correspondía a alguien que había tenido una vida agitada pero demasiado sencilla.

 

MONUMENTO A TROSKY, 1942, JUAN O’GORMAN FUENTE: ARCHIVO MARTA OLIVARES C., 2007

 

La estela consiste en un prisma de concreto a escala humana; en una de sus caras, en bajo relieve, tiene grabados la hoz y el martillo, símbolo del campesino y el obrero socialista, y en su parte posterior un nicho donde están depositadas las cenizas del luchador social y de su esposa Natalia Sedova. Encima de la estela, en una pequeña asta, ondea la querida y repudiada bandera roja, color que encarna la sangre que los luchadores sociales han vertido buscando sociedades más justas.

 

TRAJECTORIUM LUNARE, JAMES FERGUSSON

 

 Se dice que los monumentos sirven para recordar los actos heroicos de los hombres y traer a la memoria, como diría Walter Benjamin, la historia de los vencidos. En efecto, allí coinciden dos personalidades contradictorias, como todas, en algunas de sus ideas y actos, aunque lo más importante es el hilo conductor de sus vidas, que siempre fue la reivindicación de las luchas y los derechos de las mayorías desposeídas, marcado por algo fundamental, la capacidad de dudar y el temor a equivocarse.

 

Ambos vivieron en un periodo de turbulencia ideológica, de cambios continuos, de indignantes y esperanzadores acontecimientos históricos. Ambos pasarán a la historia por un solo ideal, independientemente de los matices ideológicos: la reivindicación de la lucha de clases propia de un mundo capitalista —donde el pueblo vive marginado, explotado y en condiciones culturales y económicas miserables— como medio para transformar la realidad económica y social en un mundo más justo, más igualitario.

 

INTERIOR VILLA SAVOYE 1928-1931, LE CORBUSIER

 

En la obra de Juan O ́Gorman los ideales arriba señalados constituyen el motivo fundamental (ese sería el leitmotiv) desde sus primeras obras pertenecientes al llamado funcionalismo radical. Hijo fiel a un contexto donde se había realizado una de las primeras revoluciones sociales del siglo XX (1910-1920) mezclando ideas socialistas (sobre todo artículos constitucionales 3º, 27º y 123º ) con ideas liberales y democráticas de un Welfare State

 

CASA DE LA CASCADA 1936-1937, FRANK LLOYD WRIGHT

 

Como estudiante de la Academia de San Carlos, primero estuvo influenciado por las ideas de Julien Guadet, el arquitecto francés de notorio ascendiente en su momento. Más adelante asumió las ideas del funcionalismo de analogía mecánica utilizadas por Horace Greenough, James Fergusson y Le Corbusier, así como las nuevas teorías constructivistas, y las de la Escuela de la Bauhaus. Más tarde, su inquieta y creativa personalidad lo llevó a simpatizar con el organicismo del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright e improvisar con el catalán Antonio Gaudí y el francés Ferdinand Cheval.

 

PALACIO IDEAL 1912, HAUTERIVES, FRANCIA,  FERDINAND CHEVAL

 

El funcionalismo de O ́Gorman tuvo su origen en las clases que tomó con el arquitecto Guillermo Zárraga, quien preocupado por la situación económica y social pensaba que había que hacer una arquitectura de acuerdo con las necesidades y los materiales del país, tanto para volver la vida más cómoda, práctica o funcional, como para abaratar los costos de la construcción. El funcionalismo en México tuvo dos tendencias: la integralista: “que supone el valor arquitectónico formado por una serie de valores independientes entre sí y establecidos jerárquicamente” y que son lo útil, lo lógico, lo estético y lo social, y cuyo máximo defensor y representante en México fue el arquitecto teórico-práctico José Villagrán García; y la llamada radical, preocupada sobre todo por satisfacer necesidades básicas que en ocasiones se olvidan, y optimizar recursos económicos en la construcción priorizando sobremanera la utilidad de la obra por encima de los valores estéticos. 

 

SANATORIO PARA TUBERCULOSOS, HUIPULCO CIUDAD DE MÉXICO, 1941, JOSÉ VILLAGRÁN GARCÍA

 

Los seguidores principales fueron Álvaro Aburto, Juan Legarreta y O ́Gorman. En concordancia con el momento, eran simpatizantes de las ideas socialistas y, en las Conferencias de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos efectuadas en 1933, defendieron una arquitectura técnica, entendiendo por ésta que su principal finalidad era ser útil a los seres humanos de una manera directa y precisa, hecha para el pueblo, desnuda y pobre en la que las “necesidades esenciales o materiales” fueran prioritarias. 

 

En palabras de O ́Gorman:

 

“creo que la arquitectura que resuelve las necesidades materiales, palpables, que no se confunden, que existen, pudiéndose comprobar su existencia y al propio tiempo son fundamentales y generales de los hombres, es la verdadera y única arquitectura de nuestra época”

 

En el funcionalismo radical, además de lo anterior, en relación con los edificios debía satisfacerse la necesidad de albergue; la arquitectura que debía aplicarse en ellos era una ingeniería de los edificios, pues se empleaba la técnica de composición como un proceso ingenieril. 

 

A juicio de O ́Gorman, como normalmente los edificios habitacionales no eran considerados exclusivamente para albergue sino también como un conjunto que contenía expresiones artísticas, no se les podía considerar funcionales, de ahí que en sus propuestas aplicara el concepto de “máximo de eficiencia por mínimo de esfuerzo o costo”. Es decir, constituía una propuesta para enfrentar las condiciones de miseria, pobreza y limitación de recursos económicos del país, eliminando la idea de belleza y limitándose a ver la arquitectura como una técnica, resultado automático de la solución mecánica del problema de distribución y de la aplicación lógica de los medios de construcción. El proceso creativo dependía de la función, que era la que determinaba la forma. En otras palabras, imitaba las políticas realizadas en esos momentos en la URSS en diferentes renglones: atender lo primordial y no lo superfluo.

 

En coherencia con lo anterior, sus presupuestos teóricos-ingenieriles para componer consistían en relacionar armoniosamente tres técnicas: la técnica de la construcción, que era el conocimiento de los diversos tipos de estructura; la técnica de la distribución, que era la que permitía que los edificios funcionaran bien por su dimensión, circulación y distribución convenientes y, por último, la técnica de las instalaciones, esto es, la so- lución práctica de las necesidades de instalaciones, equipos y maquinaria.

 

Además, buscando una arquitectura con carácter nacional, fácil de realizarse y que solucionara las necesidades de la población desprotegida, utilizaba los elementos modernos comprendidos en los requerimientos de confort, higiene, economía, pero con absoluta sencillez: era necesario que la nueva arquitectura se desnudara de cualquier adorno y fuera limpia (aquí coincidía con el arquitecto austriaco Adolf Loos, quien rechazó tajantemente todo adorno en la arquitectura por inútil o sin sentido), austera y sencilla. 

 

PORTADA Y PAGINAS CENTRALES DE “VERS UNE ARCHITECTURE, 1923, LE
CORBUSIER

 

También incorporó las ideas de Le Corbusier, contenidas en su obra Vers une architecture que concibió la casa como una máquina para habitar (funcional, precisa, sin desperdicio de espacios y materiales), y difundidas en México en 1924 así como las de la escuela alemana Bauhaus cuyos planteamientos exigían, para realizar un buen diseño, observar la relación que el artista tiene con su sociedad, el artesano con la industria, y el compromiso que se debe establecer entre éstos y la sociedad.

 

CASA ESTUDIO PARA CECIL O’GORMAN, SAN ÁNGEL, CIUDAD DE MÉXICO, 1929, JUAN O’GORMAN

 

Las primeras obras funcionalistas de O ́Gorman, siguiendo los presupuestos antes especificados, fueron la casa de su padre Cecil O ́Gorman (1929) que está inspirada formalmente en la célula de una habitación y en el prototipo de vivienda del edificio de Narkomfin de Moscú, de Moisej I. Ginzburg y I. F. Milinis (1928-1930), y la casa-estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo (1931-1932). Esta última, ubicada en la calle de Altavista en San Ángel, está inspirada en lo que fue el estudio del pintor Ozenfant (1922), diseñado por Le Corbusier. 

 

FACHADA PRINCIPAL, CASA ESTUDIO DE DIEGO RIVERA Y FRIDA KAHLO, SAN ÁNGEL, CIUDAD DE MÉXICO, 1931, JUAN O’GORMAN

 

Sin embargo, O ́Gorman eligió una cubierta que está a la vista luciendo los dientes de sierra de la losa nervada hecha con soleras de barro y tiene las instalaciones visibles. De ella el arquitecto Israel Katzman dijo: “En el estudio para Diego Rivera, con ventanas de piso a techo, enmarcadas por los bordes de muros y losas delgadas, con escalera helicoidal y techo de dientes de sierra, O ́Gorman hizo gala de una capacidad artística y madurez impropia de su edad, pues sólo contaba entonces con 24 años (26 en realidad). La crítica negativa que se ha hecho a esta obra por su parecido, en el diente de sierra y la escalera, a la casa que realizó Le Corbusier en 1922, también para un pintor, a nuestro juicio es superficial, por el hecho de que de las dos obras consideramos de mayor valor estético la de O ́Gorman”, coincidiendo así con el afamado arquitecto japonés Toyo Ito.

 

FACHADA POSTERIOR, CASA ESTUDIO DE DIEGO RIVERA Y FRIDA KAHLO, SAN ÁNGEL, CIUDAD DE MÉXICO, 1931, JUAN O’GORMAN

 

A partir de esos años O ́Gorman desarrolló una labor encausada a la arquitectura y la docencia, actividades en las que sobresale como un profesionista de la arquitectura social y de la enseñanza técnica. Durante este periodo sus obras principales son las escuelas proyectadas y construidas en 1932 por la Secretaría de Educación Pública SEP, así como la modificación de los planes de estudios de la Escuela de Maestros Constructores para formar la Escuela Superior de Construcción ESC (1932), que pocos años después se convirtió en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura ESIA del Instituto Politécnico (1936). Asimismo participó en el Consejo Nacional de Enseñanza Superior e Investigación Científica de la SEP (1936-1937).

 

Su participación en la SEP se debió a que mientras construía la casa-estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo conoció, gracias al pintor, al secretario de Educación Pública Narciso Bassols, partidario de las ideas socialistas, quien al ver su inquietud y capacidad, lo invitó a colaborar en la planeación de las escuelas primarias que entonces requería el Distrito Federal, motivo por el cual no dudó en nombrarlo Jefe de la Oficina de Construcción de Edificios del Departamento de la Secretaría de Educación Pública, en el que entonces era director de Obras Públicas Guillermo Zárraga. Allí el joven arquitecto llegó a tener como colaboradores a Antonio Creixell, Beltrán y Puga, Domingo García Ramos y Carlos Le Duc, quienes prácticamente todos constituyeron un interesante equipo de trabajo ya que las labores desempeñadas fueron prolíficas.

 

ESCUELA, PLAZUELA HIDALGO, CALLE HIDALGO, A. OBREGÓN Y RASTRO, 1934, TAMPICO, TAMAULIPAS, JUAN O’GORMAN

 

Construyeron 25 escuelas nuevas, ampliaron ocho, repararon o reconstruyeron 20, sumando aproximada- mente 238 salones de clase, los que permitieron dar servicio a unos 12,000 alumnos y cuyo costo ascendió a 1,000,000 de pesos erogados por el Departamento Central. En su conjunto la obra constituyó un significativo esfuerzo de la educación socialista de México, pese a que en el gobierno se encontraba como presidente el moderado Pascual Ortiz Rubio, quien más adelante tuvo la dignidad de renunciar a su cargo por las impertinencias que con él cometía el ex presidente Plutarco Elías Calles, figura central del llamado “maximato” o “jefe máximo” (porque realmente gobernó manipulando a los tres presidentes que le sucedieron para cubrir el sexenio 1934-1940), creador de instituciones como el Partido Nacional Revolucionario, luego PRM y finalmente PRI, y que fue desterrado por el presidente Lázaro Cárdenas del Río para poder gobernar libremente sin presión alguna.

 

ESCUELA, LLANOS DEL GOLFO, CALLES DE ALAMEDA, GLORIA, TULA Y PADILLA, 1934, TAMPICO, TAMAULIPAS, JUAN O’GORMAN

 

Guiado por el funcionalismo radical y con el objetivo de responder a las necesidades elementales del pueblo en algo tan vital como la educación, y considerando, como ya antes explicamos, que la arquitectura debía tener como fin lo prioritario, lo útil y que la belleza radicara sólo en su función y en su eficiencia como consecuencia, O ́Gorman explicitaba: “Esta arquitectura escolar funcional se propone garantizar la estabilidad de los edificios y asegurar la vida y la salud de los niños que se educan en estos planteles. Tales fueron los móviles que se tuvieron en cuenta en estos proyectos. Sin embargo, será necesario que pase algún tiempo para que se adviertan plenamente las razones de la realidad económica y social que han impuesto, en México, una arquitectura escolar simple, desnuda, fuerte, perdurable, cuya belleza consiste solamente en la armonía a la cual se sujetan las condiciones técnicas”.

 

ESCUELA MELCHOR OCAMPO, 1932, JUAN O’GORMAN

 

Estas propuestas estuvieron determinadas por los minuciosos y concienzudos estudios de la población infantil, hechos por el Departamento de Psicopedagogía e Higiene de la Secretaría de Educación que preocupada por la infancia, considerándola como lo más preciado que puede tener un país, tomó en consideración la higiene, la salubridad, las características físicas y psíquicas de los futuros usuarios. 

 

ESCUELA PRIMARIA COLONIA INDUSTRIAL, 1932, JUAN O’GORMAN

 

Todo esto “permite considerar a estas escuelas como el laboratorio, el establecimiento higiénico y el modelo, porque sus condiciones están bajo el control del profesor, director e inspectores, siendo una “fortaleza científica”. En la proyección de las escuelas primarias O ́Gorman aplicó la arquitectura técnica. 

 

ESCUELA PRIMARIA PRO-HOGAR, 1932, JUAN O’GORMAN

 

Pensando en optimizar el funcionamiento de las escuelas, establece ciertos lineamientos y premisas de trabajo, sistematiza el programa y los sistemas constructivos. Todo con el fin de procurar el máximo de eficiencia por el mínimo costo. Esto es, en sus propias palabras: “Una sencilla enunciación de las condiciones económicas-sociales del México actual, basta para comprender que hoy, bajo el dictado de los ideales revolucionarios, no sólo es absurdo sino criminal pretender seguir imitando a toda costa aquellos sistemas de construcción: ni los recursos de que se dispone para la educación pública, ni el objeto a que están destinadas las construcciones escolares, soportan tales despilfarros. Concretamente se refiere a la obra escolar hecha en el periodo de José Vasconcelos y en especial el Centro Escolar Benito Juárez que limitarían a un pequeño número de favorecidos el radio de la escuela”.

 

Para mejorar el funcionamiento de las escuelas se tomó en cuenta la distribución urbana y se identificaron y analizaron las escuelas ya existentes en la ciudad, tanto en sus zonas urbanas como suburbanas. Asimismo se estudió la densidad de población infantil y sus radios de influencia, para igualmente localizar después los lugares sin equipamiento a donde serían destinadas las futuras escuelas. En el diseño de las nuevas escuelas se utilizaron dos tipologías: unas en forma de “T” y otras en forma de ángulo para aprovechar mejor los lotes ubicados en la esquina.

 

ESCUELA PRIMARIA COLONIA ARGENTINA, 1932, JUAN O’GORMAN

 

En la planta baja los salones forman una especie de crujía dividida perpendicularmente en dos por los sanitarios y que permite tener un patio de juegos a cada lado para cada sexo según lo exigían las rigurosas reglas del momento. En el nivel superior encontramos la dirección y la administración para el control y la vigilancia de los niños y niñas. Sobre la zona de sanitarios se implementó una terraza al aire libre en la que puede improvisarse una tribuna o colocar un aparato cinematográfico para proyecciones. 

 

MURAL ESCUELA COLONIA INDUSTRIAL, PABLO O’HIGGINS

 

En la zona central también se localiza el desarrollo de la escalera, cuyo muro cabecero constituye el remate de acceso de la escuela. En algunas escuelas estos espacios se destinaron para que se efectuaran motivos de murales realizados por pintores a los que O ́Gorman invitó especialmente para que colaboraran con su arte a embellecer el lugar. Ejemplo de ellos son: Pablo O ́Higgins en la escuela de la colonia Industrial, Ramón Alva Guadarrama en la Pro-hogar, Roberto Reyes Pérez en la San Simón, Máximo Pacheco en la Argentina, Jesús Guerrero Galván en la Álamos, Julio Castellanos en la de Coyoacán y, por último, en Xochimilco el mismo O ́Gorman.

 

MURAL EN ESCUELA PRIMARIA EN LA COLONIA ÁLAMOS, 1932, JESÚS GUERRERO  GALVÁN

 

Las escuelas se dividieron de acuerdo con su ubicación en dos categorías: las destinadas a los centros de mayor población urbana y las de los pueblos rurales. Para las primeras se propuso una estructura de concreto y muros de tabique, mientras que para las segundas se optó por muros de carga de tabique y cubiertas de bóveda catalana. El emplazamiento de los edificios buscó la mejor orientación para aprovechar la iluminación y la ventilación: es decir, una orientación cerrada al norte o al este y abierta hacia el sur. En relación con el confort climático y la ventilación se decidió que las ventanas midieran 1.50 m de altura a todo la largo del salón y se colocaron también a 1.50 m del piso para garantizar la iluminación pareja y continua en el interior. Se buscó colocarlas en dirección al este o sureste de modo que el sol calentara los salones por la mañana, a fin de que la iluminación la recibieran los niños del lado izquierdo y en el lado opuesto, o sea por el noreste. En el Valle de México se practicaron en los muros ciegos unas oberturas en lo alto con tubo de albañal de concreto que permitieran la entrada del aire fresco y la salida del aire caliente. Además tienen un corredor cubierto de 1.50 m para proteger a los usuarios de la lluvia.

 

ESCUELAS PRIMARIA (IZQUIERDA) EN COLONIA PRO-HOGAR Y (DERECHA) EN COYOACÁN; IZQUIERDA TOMADO DE ESCUELAS PRIMARIAS 1932

El proyecto se uniformó con un módulo múltiplo de 0.15 cm, es decir: 1.50, 3, 6 y 9 m. Los salones de clase se hicieron de 6 x 9 m, tomando como ejemplo el estándar americano que considera 1 m2 por alumno y 4 m2 para la plataforma del profesor y una altura libre de 3 m, al igual se hizo con la biblioteca, la dirección y la secretaría que eran de 3 x 3 m, el departamento médico de 3 x 6 m y la enfermería de 3 x 3 m. En algunas de ellas existía una sala para profesores y los padres de familia y almacenes. Cabe señalar que los locales se definieron en relación con los requerimientos de cada escuela.

 

En ambas categorías de las escuelas se propuso aplanados a la cal, con colores rojo, azul, naranja, café, verde, para que no reflejaran la luz, mientras que en el interior se optó por colores claros para hacer luminosos los salones. En el exterior, en un lugar visible, se colocó en dos colores el rótulo: “Escuelas Primarias”. Los pisos de los salones estaban acabados con asfalto, considerando que serían más calientes, de más fácil limpieza y desinfección, sin embargo, otros eran de cemento. Desde nuestro punto de vista el asfalto no permitía que se cumplieran los objetivos. En los pueblos eran de loseta de piedra. Los pisos de los patios eran de tepetate apisonado. Cabe señalar que primero se buscó que todos los pisos de los salones fueran de plástico, sólo que lo elevado del costo lo impidió. Respecto a las puertas se decidió que en las ciudades fueran de herrería y en los pueblos de madera. Estos acabados debían ser de bajo costo, pero durables porque debían requerir el menor mantenimiento en su vida útil. Plegándose a sus programas, se eliminaron todos los adornos y decorados por considerarlos no indispensables.

 

Las instalaciones hidrosanitarias están separadas por un muro de espina para economizar material, sus medidas longitudinales dependieron del número necesario de muebles sanitarios que debían instalarse, se hicieron pozos y fosas sépticas según el Código Sanitario; recordemos que en estos momentos había una fuerte preocupación por la salubridad y la higiene. Las instalaciones eléctricas se hicieron ocultas en las zonas urbanas y visibles en las rurales.

 

Pensando en el aumento de la demanda de alumnos a mediano plazo, se previó el fu- turo crecimiento de las escuelas. Se dispuso que éste podía hacerse en los extremos por medio de la adición de aulas, o por superposición de una crujía a otra, con lo que se consiguió una propuesta versátil y flexible. Como indicamos, las escuelas se proyectaron aprovechando al máximo los recursos disponibles y buscando la mejor eficiencia y estabilidad, con el menor costo y dentro del mejor funcionamiento, así como procurando reducir al mínimo los gastos de conservación y reparación a futuro. Se consideraron así los escasos recursos y las capacidades técnicas y materiales de la localidad. 

 

En la siguiente entrega continuaremos con el trabajo de la Doctora Martha Olivares Correa, para terminar de conocer un poco más se Juan O’Gorman, el arquitecto, el muralista, el teórico, el radical.

 

#InPerfecto 

 

FUENTE

Juan O’Gorman: Arquitecto funcionalista radical

Martha Olivares Correa

Diseño y Sociedad
No. 28-29; Primavera 2010, Otoño 2010
Págs. 4-15

 

https://publicaciones.xoc.uam.mx/resumen_articulo.php?id=7768&archivo=11-546-7768dry.pdf&titulo_articulo=Juan%20O%C2%B4Gorman:arquitecto%20funcionalista%20radical