#Sexualidad
En los pensamientos de una mujer se encuentra su más sincera descripción, ese mar intenso y en calma, así nos lleva Reina Carmesí en sus relatos, poesía y novelas un encuentro semanal.
Rosario Aguilar / @rosariogaguilar
rosario.aguilar@inperfecto.com.mx
Cada día de semana es una escapada a un mundo de deliciosas sensaciones y si le agregamos un poco de lectura sensual, un poco de erotismo nos puede llevar al éxtasis, leer a Diana Villamarin en sus relatos, y en tu mente ser tu la protagonista de sus historias, hoy Willy Delgado nos trae en su poesía un castigo seductor, para disfrutar, y que tal la novela de Adamantio, sin duda el terror y el erotismo se mezclan en está historia.
Excelente lectura de fin de semana.
RELATOS.
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Reconocer mi cuerpo, desnuda y sin mascaras, sin ropa y sin remordimientos.
Observar cuántos cambios, saberlos perfectos; no mirar atrás, soñar con lo bello.
Sonreir impresionada con tanto recuento de lo que no conocen, luminosidad de lo secreto… Burlarme del tiempo, que no existe me dice mi amado en secreto, me entrega verdades, no sabe que le pertenezco.
Busco sus silencios, quiero nacer en sus sueños, anhelo sus labios, que me bese deseo.
No puedo tener curvas convencionales, eso ya no es molesto pero tengo una sonrisa diferente y plena cada que te vale madres eso… :*
De Reina Carmesí 2017
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Y la palabra nos generó una conexión, tal vez no habían razones para estar juntos pero no hallé ninguna para no estarlo y me dejé llevar por el momento. Tu beso fue el que abrió todas las puertas y hasta mis piernas antes de que lo supieras, besaste mis labios con tal dedicación que perderme en la inmensidad oscura y lasiva del tiempo mientras sentía tu lengua jugar en mi recinto, fue mi opción y destino, al punto de perderme por esos segundos que duró, perderme en el placer y la agitación de mi respiración, agitación consecuencia de ti como causa. Entonces, tu brazo indicó desde mi nuca, el camino hacia la almohada y tu mano derecha diestra en recorridos presionó con firmeza y suavidad mi dorso, mi brazo izquierdo, mi cadera, mi trasero y hasta mi muslo inspirando deseos y si respondiste inmediatamente a ellos, desnudando tu cuerpo y ágilmente desnudando el mío que solo se cubría por un vestido vino-tinto. Ubicaste mis brazos tras mi cabeza y lentamente bajaste desde mi cuello hacia mis senos con besos de fuego y a ojos cerrados descubría calor en cada célula de mí y retorcido fue mi movimiento cuando mordiste mi monte de venus, tomaste entre tus manos mis senos y con tu lengua y labios succionaste mi clitoris y entre el roce y el golpe me envolviste en sensaciones diferentes y poco exploradas.
Luego de dos orgasmo, terminando el segundo te erguiste complacido, sonriendo y tan erecto que fue un placer sentirte dentro pues con decisión me penetraste de inmediato y mis piernas alzadas veneraron tus fuertes hombros y degustaron del va y ven de tus caderas, paralelamente yo apretaba tus gruesas piernas dobladas consumida en vibraciones eléctricas de todo lo que estaba sintiendo. No me bastaba comprimir mis músculos del endometrio para abrazar tu pene pues quería que completo sintiera el placer de tenerte dentro… Y de pronto, sentiste no soportarlo y te saliste de mí para besar de nuevo mi boca y jugar nuestras lenguas a sabiendas de exigirte seguir de nuevo dentro. Así, me giras indicando que debía levantar un poco mis caderas y apoyar mis brazos dejando a tu degustación mi cintura y mi espalda desnuda contoneándo a tus embestidas. Duramos mucho más en este deleite y luego sentí muchos deseos de cabalgarte, por tanto me retiré de ti y te dirigí con sonrisas y la diversión de mis manos inquietas hasta tu descanso y mi control sobre ti. Descontrolados y armónicos mis movimientos me permitieron escuchar tu gemir discreto y directo, bailé sobre ti mientras gozaba de mi pecho luego mi cabello ahogó tus respiraciones agitadas y al oído gemí con todas mis ganas acumuladas por ti que complacida te decían gracias. Llegamos juntos y juntos dejamos empapadas las sábanas ya de por sí mojadas en sudor y fluidos que bañaron el lugar de un espeso y agradable olor a sexo. Consecuencia de este momento? Un sí rotundo para vernos de nuevo.
Reina Carmesí.
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POESÍA.
CASTIGO SEDUCTOR
Aliento seductor,
Aroma de eterna pasión,
Sacia el deseo de ti,
Destrózame con tus caderas,
Fractura mis huesos con tus movimientos,
Sedúceme con tu lengua,
Asfíxiame con tus fluidos,
Juega con mis fantasías,
Átame en tus recuerdos,
Hazme penetrar hasta tus pensamientos,
Golpéame con tu lujuria,
Prueba el néctar de mi cuerpo,
Déjame probar todo de ti,
Deseo saborear tus senos,
Anhelo disfrutar tu deliciosa flor,
Deleitarme en ti es la razón de mi existir.
Willy Delgado.
Colombia.
NOVELA
Whisky
La minusválida se acercó al cadáver lentamente y dejando las huellas de sus ruedas marcadas en el piso completamente lleno de sangre casi coagulada, agarró el cuchillo y nuevamente desmembró otra parte del cuerpo. Esta vez la mano derecha.
_Llegó el momento de que goces tú también querido Tim.
Le cuchicheó al oído Mara a la vez que se introducía coágulos de sangre entre sus piernas y su boca.
Sandra se le arrimó por detrás a Tim y con la mano lacerada de Paul lo violó. Introdujo el dedo índice y mayor dentro del ano del chico mientras su hermana se masturbaba con esa vejación.
Tim explotó de dolor y al intentar gritar se atragantó con el pene que aún seguía dentro de su boca y no pudo evitar tener que tragarlo con mucha dificultad.
A Sandra se le mostraba extasiada por la violación casi necrofílica que estaba llevando a cabo mientras su hermana pellizcaba con gran fuerza sus pezones y ponía su mano completamente entera dentro de sus sexo lleno de sangre gelatinosa.
Después del nuevo orgasmo de las psicópatas, Tim estaba prácticamente en shock, decidieron soltarlo para continuar con la tortura en la camilla. Al liberarlo de sus amarres el joven volvió en sí y con un puñetazo directamente a la cara de Mara logró salir de la habitación a tropezones.
La pareja de hermanas se dieron a la persecución de su objeto sexual fugado. Tim estaba tan horrorizado que solo se le ocurrió entrar en un pequeño mueble que vio al pasar por una despensa de la casa.
_¡Tim, Tim ven aquí perro maldito!
Escuchó el muchacho aún inmerso en su pesadilla y su encierro.
Fue cuando despertó, nuevamente en el pequeño placar de comestibles y recordó el terror que había pasado.
_¡ Tim, Tim ya te vi porquería de hombre!
Sintió claramente él la voz de Mara en las cercanías de su escondite.
De repente la puerta del mueble se abrió para que el terror dejara de ser un sueño y nuevamente sea real…
En un ataque desmesurado de ira, Mara lo sacó del interior del mueble a Tim.
El estado de shock del chico no le permitió defenderse y fue tal la violencia con la cual su captora interrumpió en su escondite que volteó el pequeño mueble al cinchar del pie derecho de Tim, haciendo volar los comestibles añejados que se encontraban dentro.
Mientras Mara lo sujetaba de su extremidad, Sandra se le acercó para propinarle un garrotazo en la nuca al muchacho. De esta forma fue como controlaron a su presa, las violadoras.
Arrastraron a Tim nuevamente a la habitación de donde se escapó, no sin antes amordazarlo y propinarle algunas patadas muy feroces en sus costillas. Tan brutales fueron los dichos golpes, Sandra le ordenó a su hermana que se abstuviese de seguir golpeándolo ya que en uno de esos puntapiés llegó a escuchar el estallido y crujido de las costillas al quebrarse.
_Listo Mara, ya no lo golpees más, le sonaron las costillas. Si sigues golpeando le vas a perforar un pulmón y no queremos que muera, aún….
Adamantio.
Uruguay.
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