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El puerto mexicano de Acapulco, que este miércoles visita la presidenta Claudia Sheinbaum, presenta servicios interrumpidos, barrios inundados, calles sepultadas por lodo, caminos bloqueados.
EFE
El puerto mexicano de Acapulco, que este miércoles visita la presidenta Claudia Sheinbaum, presenta servicios interrumpidos, barrios inundados, calles sepultadas por lodo, caminos bloqueados, miles de damnificados y varios desaparecidos tras más de una semana del huracán John.
Horas antes de la llegada de Sheinbaum para evaluar los daños, ciudadanos aseguraron a EFE que es preocupante la situación que se agudiza desde el fin de semana, como la falta de gas en las viviendas, las largas filas en las gaseras y la escasez del producto.
Margarito Velázquez, un adulto mayor que vive con otras cuatro personas en su casa, afirmó que desde la llegada del huracán John al puerto el 1 de septiembre, se quedaron sin gas, pero no pudieron salir hasta este fin de semana y no han conseguido el insumo por lo que necesitan el calor de la intemperie.
“Para mí, es muy incómodo estar en el sol, ahorita no está bastante caliente, pero la resolana te está dañando. Desgraciadamente son circunstancias que nadie quisiera tener y tenemos que estar aquí”, relató.
La falta de energía eléctrica también ha agravado el problema en el puerto, que todavía no terminaba de recuperarse del huracán Otis, que en octubre del año pasado dejó más de 50 muertos y rompió el récord de intensificación de un ciclón en el Pacífico mexicano.
La primera emergencia de Sheinbaum
Sheinbaum prometió este miércoles viajar a Acapulco para atender los daños del huracán John, que tocó tierra la semana pasada como categoría 3 y ha dejado un estimado de 29 muertos en los estados de Guerrero, Oaxaca y Michoacán, según los reportes de las autoridades locales.
La situación es crítica en el puerto de Acapulco, donde escasea el gas y la recolección de la basura por el colapso de un puente que comunica con la carretera federal Acapulco-Ciudad de México, por lo que ni camiones de recolección, ni pipas pueden pasar.
Otra de las afectadas es Alacia Alvarado, una mujer de la tercera edad que desde el domingo busca gas.
“Se me terminó el domingo y el lunes que vine no había, hasta las 4:00 hice un colón (una fila larga) y a la hora me dio hambre y me fui”, señaló.
En el caso de la recolección de la basura, en todos los barrios del puerto, así como en la franja turística, son notables las toneladas de desechos que se acumulan.
En el caso de la Costera Miguel Alemán las autoridades ya limpiaron las playas y franjas de arena, pero los desechos quedaron sobre las aceras.
Las avenidas principales son las más afectadas, como denuncia el vecino de la colonia (barrio) Jardín Palmas, Salvador Pérez Cienfuegos, quien advierte de que la situación está agravándose.
“Hay demasiada basura, demasiada basura que la gente echa a la carretera, a la calle, a la principal, y todo eso se va acumulando y es una pestilencia fea, entonces lo que queremos es (saber) si van a recoger la basura”, mencionó.
Los ciudadanos afirmaron que hay temor por las enfermedades que pueden esparcirse, y están preocupados por la mala imagen a los turistas.
Además, las autoridades municipales confirmaron que habrá escasez de agua potable por lo menos 15 días en todas las zonas del puerto, pues la inundación en el río Papagayo ha provocado que el líquido esté turbio.