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López Obrador espera que “nunca más” se toleren “atrocidades” como magnicidio de Colosio

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López Obrador, expresó este lunes su esperanza de que “nunca más se toleren” atrocidades como el hecho que ocurrió con el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en 1994.

 

 

EFE

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó este lunes su esperanza de que “nunca más se toleren” atrocidades como el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en 1994, el magnicidio más grave del país desde 1928, cuando mataron al mandatario electo Álvaro Obregón.

Así lo expresó en su conferencia diaria, aún con el impacto del atentado que sufrió el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) el pasado sábado durante un mitin en Butler (Pensilvania).

El presumible futuro candidato republicano a la Casa Blanca resultó levemente herido en una oreja por un tiroteo en el que murieron dos personas, un miembro del público y el agresor, un joven de 20 años que fue abatido por las fuerzas de seguridad.

“Esta es una investigación (del caso Colosio) que puede ayudar, independientemente del castigo a los responsables materiales e intelectuales, sobre todo con el mensaje de la no repetición”, aseguró López Obrador.

Para que “nunca más” se produzcan ni se toleren “atrocidades e infamias” como el magnicidio del aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y “mucho menos si son crímenes de Estado”.

El 23 de marzo de 1994, Colosio recibió dos balazos tras un mitin en el barrio de Lomas Taurinas, en Tijuana, en el fronterizo estado de Baja California.

Si bien aún no encabezaba el Gobierno federal, es considerado un magnicidio porque los candidatos del PRI ganaban las elecciones de manera prácticamente automática hasta el año 2000.

Tres décadas después, la investigación de Colosio sigue marcando la política mexicana y, también, el debate en el seno del sistema judicial.

En 2023, un tribunal argumentó que los jueces no deberían haber juzgado con el Código Penal federal, sino con el del estado de Baja California, al asesino confeso, Mario Aburto.

Esto implicaría una rebaja de hasta una década en su condena de 40 años, lo que supondría su salida inmediata de la cárcel.

Aun así, la Fiscalía General de la República (FGR) recurrió el fallo y López Obrador se negó a indultar a Aburto, a pesar de las reiteradas peticiones de Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del excandidato y alcalde con licencia de la norteña ciudad de Monterrey.

A este pleito se suma la teoría que contempla un segundo tirador como el asesino real de Colosio y, el pasado enero, la FGR señaló que esta figura era agente de inteligencia del Gobierno del priista Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).

“Creo que ayudaría mucho el que el Poder Judicial resolviera sobre la apelación que hizo la FGR acerca de la orden de aprehensión del segundo tirador”, opinó López Obrador.

El mandatario recordó la presunta vinculación del exsecretario de Seguridad Pública mexicano Genaro García Luna con el asesinato de Colosio, ahora preso en Estados Unidos por hechos de corrupción y narcotráfico, una posición que la FGR refrendó en enero.

También descartó que él quisiera aprovechar el asunto para sacar “raja política” rumbo a las elecciones del pasado 2 de junio, que ganó la oficialista Claudia Sheinbaum con el 59,75 % de los votos.

Sin embargo, preguntado por la resolución definitiva del caso tras treinta años de vaivenes, López Obrador recordó que recaerá en las manos de Sheinbaum, que tomará posesión como la primera mujer presidenta de México el próximo 1 de octubre.

“Creo que va a corresponder a la próxima administración dejar sin sospecha lo sucedido, aclarar lo que realmente pasó”, encomendó.