#Internacional
Las temperaturas más frescas y la posibilidad de lluvia podrían traer algo de alivio, pero también un riesgo para los bomberos que han luchado esta semana contra los incendios en el sur de Nuevo México.
AP
Las temperaturas más frescas y la posibilidad de lluvia podrían traer algo de alivio, pero también un riesgo para los bomberos que han luchado esta semana contra los incendios en el sur de Nuevo México que han cobrado la vida de una persona, dañado cientos de estructuras y obligado a miles de personas a huir.
El fuerte viento avivó las llamas en el mayor de dos incendios forestales en el pueblo montañoso de Ruidoso, obligando a sus habitantes a irse apresuradamente de la zona el lunes. Los patrones climáticos estaban cambiando con la humedad de una onda tropical en el Golfo de México, dijo el miércoles Bladen Breitreiter de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Albuquerque.
“Será una situación desafiante hacia el final de la tarde y la noche”, dijo Breitreiter, quien ha tenido experiencia como meteorólogo en incendios forestales anteriores. “La posibilidad de tormentas dispersas o aisladas podría ayudar, pero depende de dónde caigan. Si la lluvia no llega a los incendios, los vientos descendentes podrían causarles problemas a los bomberos en el terreno”.
Breitreiter agregó que la lluvia también podría provocar inundaciones repentinas y peligrosas en las zonas recién quemadas de la región montañosa.
Ruidoso y gran parte del suroeste han estado excesivamente secos y calurosos esta primavera. Esas condiciones, junto con el fuerte viento, avivaron las llamas e hicieron que el fuego se saliera de control el lunes y el martes, de manera que el incendio llamado South Fork avanzó rápidamente hacia el pueblo. Además de viviendas y empresas, fueron evacuados un centro médico regional y el hipódromo de Ruidoso Downs.
La oficina de la gobernadora Michelle Lujan Grisham confirmó una víctima mortal como consecuencia del incendio, pero dijo que no tenía más detalles.
Alrededor de 1.400 estructuras han sido destruidas o dañadas, pero no está claro cuántas de éstas eran casas. Luján Grisham dijo que se estaba organizando un sobrevuelo para proporcionar una cartografía más precisa y una mejor evaluación de los daños.
Ardis Holder salió de Ruidoso con sus dos hijas pequeñas, con el tanque de gasolina casi vacío mientras rezaba para que salieran ilesas del incendio. Estaba segura de que la casa que alquilaba en el pueblo donde creció había desaparecido, según los mapas del incendio que había visto hasta ahora.
“Ya estábamos viendo dónde había golpeado el fuego, está por todas partes”, dijo a última hora del martes desde un refugio en el pueblo cercano de Roswell. “Si queda algo en pie, será fantástico. Pero, si no, estamos preparados para lo peor”.
Alrededor de 1.500 caballos estabulados en el hipódromo de Ruidoso Downs fueron trasladados en una escena caótica luego de que las autoridades ordenaran su evacuación por la seguridad de los animales, dijo el entrenador de caballos John Stinebaugh.