Sexualidad

Las perversiones del locutor Cap. 6

#Sexualidad
“Había mil y una fantasías aún por realizar… ¡Los dos eramos la mente perfecta uno del otro! Aunque en mi no dejaba de rondarme la idea del porque yo no podía entrar en su mundo como él en el mío…”

 

 

Lorena López
Sexualidad@inperfecto.com

Después de ese encuentro, ¡Fué un cambio radical totalmente!

Entró a mi casa, conoció a mis hijos, me apoyaba en absolutamente todo y los encuentros apasionados, cada vez eran más intensos…

No me importó el “Que dirá” de la gente, con él aposté todo desde el principio y el ahora correspondía.

Incluso mi familia no lo aprobaban y a mi, no me importó eso.

Yo me sentía la mujer más plena en todos los sentidos, tenía por fín, al hombre de mis sueños y no solo eso… ¡Superaba todas mis expectativas!

Le gustaba ayudar en casa, con los niños; El mejor amigo, andábamos para todos lados juntos de la mano, se hizo cargo de absolutamente toda la economía del hogar… ¡Era perfecto! Bueno…no tanto. Tenía sus defectos y más de uno…

Cada vez se volvía más celoso, Tenía que mandarle mensaje cada hora, mínimo, si no, se molestaba demásiado… Imaginaba que andaba con un hombre haciendo “No sé que cosas”.
No podía ya ni siquiera saludar a nadie, porque así fueran niños de 15 años, hijos de mis amigas, a él le parecía que querían algo más conmigo…¡Eso me parecía exagerado! Pero obedecía, porque qué era eso, ¡Nada! Comparado a todo lo que me brindaba… ¡Con el tenía absolutamente todo!

Cierto era que disminuyó un poco o mucho nuestra actividad sexual, ahora el tenía mucho más trabajo, pero eso era para poder darme todo lo que yo merecía, Esas eran siempre sus palabras, ¡Y lo hacía! Así que yo debía esperar a que tuviera tiempo…

Reducimos a 1 vez por semana y almorzábamos juntos 3 veces: martes, jueves y sábado, me dedicaba esas dos o tres horas por la mañana y el domingo, que era nuestro día… Llegaba temprano y almorzábamos juntos. Después nos retirábamos a mi recamara a “descansar” hacíamos el amor, en silencio casi… Por obvias razones y después dormía plácidamente al poner una película.
Al despertar se arreglaba y se iba a “sus múltiples ocupaciones” siempre a las 3 p.m exactas, nunca se quedó ni un minuto más.

Yo a veces le imploraba más tiempo, incluso que se quedara un día a dormir conmigo… Ansiaba sentir su cuerpo abrazado al mío toda una noche, pero sus múltiples juntas incluso nocturnas, se lo impedían, así que tenía que conformarme con lo que me daba de tiempo.

Porque cuando estaba conmigo, me trataba como a una reina, me llevaba a restaurantes, a surtir la despensa, me llenaba de regalos… ¡Eso lo compensaba definitivamente! Mucho tiempo así fue.

También había algo que me angustiaba:
Una vez le pedí que me llevará con él a su casa, pues tenía que ir por algo y se me hizo fácil pedírselo, me dijo un rotundo “No” aún es muy pronto… Esa vez teníamos más de 8 meses de novios.

Así cumplimos un año y fue cuando pensé que ya era justo el tiempo necesario al menos para mí.
Él decía que vivía con 4 amigos… Y me parecía muy extraño que aún al año, nunca los conocí ni por equivocación, no conocía sus compañeros de trabajo ni donde trabajaba, no conocía a sus hermanos, no sabía dónde vivía.

Siempre que le comentaba que me llevara a su casa, cambiaba radicalmente el tema, era obvio que le molestaba sobremanera… así que opté por no hacerlo más y me sentí con el derecho, ya al cumplir un año de buscar las respuestas que el no me daba ni iba a hacerlo jamás.

Aún a pesar de las circunstancias, cuando hacíamos el amor, era siempre igual de intenso… Diferente, siempre tenía una nueva idea de cambiar la forma de hacerlo.

En una ocasión, me pidió que me dejara amarrar y le dije que ¡Claro que sí!
Con una bufanda, amarro con mucha facilidad mis manos y me vendó los ojos… La verdad, sentí miedo, pero con él, estaba dispuesta a todo y me sentía segura… La verdad, no lo disfruté mucho, pero sentí que él sí, yo soy mucho de ver y de tocar… Pero fué diferente e interesante.

En otra ocasión, me llevó a una sex shop a comprar un arnés… Supuestamente para mí, Dada su condición, para poder darme más placer y me pareció correcto e interesante.

La primera vez que lo usamos, fue doloroso e incluso sangré un poco, no es lo mismo la piel que un plástico, pero la verdad, sí me agradó; Lo extraño estuvo cuando me pidió que lo usará yo con él, pensé que bromeaba, pero lo dijo con tanta seriedad, que acepté. Jamás lo había hecho y me parecía interesante probar.
Él lo disfrutó demásiado, tanto que me angustió,
Recuerdo como sus manos se aferraban a las sábanas, su cuerpo colapsaba, siempre lo ví disfrutando nuestra intimidad, pero esa vez… ¡Lo ví diferente! Ya no era ese hombre varonil… Cambió de postura y no se, pero sentí cosas extrañas al verlo así…, lo disfruté como jamás lo imaginé… Tanto que los chorros de squirt salían de mí al momento de hacerlo… ¡Era desquiciante! Demasiado excitante!

Había mil y una fantasías aún por realizar…¡Los dos éramos la mente perfecta uno del otro!
Aunque en mí no dejaba de rondarme la idea del porqué, yo no podía entrar a su mundo, cómo el había entrado al mío.

Empecé a investigar. Cuando se bajaba a algo de su camioneta y yo me quedaba arriba un momento, empecé a buscar algo, que me dijera lo que quería saber ¡y nada! No tenía placas, ni tarjeta de circulación, su credencial de elector siempre la cuidaba mucho, nunca la dejó a la vista. Su celular siempre lo apagaba cuando estaba conmigo y lo metia al baño… Cuando dormía, se aseguraba de tenerlo debajo de él o de plano, lo dejaba en la camioneta con llave.

Al igual en facebook, ¡No tenía nada! De hecho lo bloqueé porque, cómo era locutor de radio, tenía según él, muchas admiradoras, ¡Pero solo eran eso! Y le comentaban sus estados y el a ellas, cuando le reclamé, me dijo que eran fans y cuando yo comentaba, me respondía muy seco, como a una más. Así que para no estar de celosa y reclamarle ( porque no le gustaba la toxicidad) lo bloqueé.

Pero un día… Tenía que descuidar algo y lo hizo.
Había ido a almorzar a mi casa y fuimos a comprar gorditas, se bajó y me dejó unos minutos sola en lo que las pedía, yo, como siempre, empecé a buscar algo, de hecho ya había visto unas fotos de una familia y le pregunté que quienes eran y me dió una explicación muy tonta: Me dijo que estaban ahí desde que compró la camioneta, que no sabía quiénes eran, que las iba a tirar y nunca lo hizo.

Pues ese día encontré un folder y ¡Aleluya! Tenía su dirección, teléfono actual y datos personales. Rápido antes de que llegara, me aprendí la dirección y la anoté en mi cel, que por cierto, no era la colonia en la que siempre me dijo que vivía… ¡Nada que ver! La intriga fue más fuerte.

Pero yo, tenía que saber que era lo que ocultaba, no sé lo iba a preguntar, ya sabía que, era un hombre muy inteligente y me iba a dar muchas razones antes de decirme la verdad.
¡Así que me decidí a buscarla!

Continuará…

 

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