Cultura

Ensayo: Fracaso woke

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“Insultar a los fans no es una técnica idónea si lo que quieres hacer es vender y ganar muchos dineros”

 

 

Ricardo Sandoval / @LuisRSandoval5
luizandcar18@gmail.com 

 

El tema que vamos a desarrollar es el culpar del fracaso de una película, serie, libro, obra de teatro a los hombres (como género y no como especie), es algo que ya cansa. Los productores, directores, artistas que hacen los papeles a los que les encomendaron, se ganaron el derecho, aún cuando no les gusten (caso Rachel Zegler con la “nueva” versión de Blancanieves), nos llaman a nosotros, el público, de cualquier forma de -ismo, o intolerantes, porque no somos el objetivo principal de dicho producto, está mal.

Insultar a los fans a tus potenciales compradores no es una técnica idónea si lo que quieres hacer es vender y ganar muchos dineros. Además de que las series con mucha ideología, creada para los que ya han, supuestamente, “despertado”, cuando ni siquiera ellos lo consumen, es una gran pérdida de tiempo y de dinero.

Nadie te consume, nadie te respeta, solo volteamos los ojos y, en forma de burla, decimos las mismas cosas que nos repiten una y otra vez en las ideologías actuales: eres un racista, machito-opresor, eres un fóbico, debes de ser comunista, intolerante, hombre blanco criado en el heteropatriarcado, etc.

Ante tanto fracaso en el cine de ideología woke, de feminismo empoderado, de diversidad y, como diría mi licenciado Peña, “representeishon”, lo que siguen haciendo es inundarnos más y más con algo que se ha visto que el público en general hemos rechazado.

Pero las pregunta que hago al aire y que trataré de responder aquí es la siguiente: ¿tiene que ver con que las protagonistas de dichas historias sean mujeres empoderadas, sin nada de aprendizaje, desarrollo de personaje y que sean una Mary Sue donde nada les hace daño o no tiene nada que ver quién sea el protagonista y lo que importa es la historia en sí?

Que tenga sentido dentro de su historia, el porqué es importante contarla, qué fue lo que le pasó al personaje para tomar las decisiones que tomó, si fueron las correctas o las incorrectas, si logra salir del agujero en el que se metió, si hubo aprendizaje, esperanza o todo lo contrario, si sigue cometiendo los mismos errores una y otra vez, cosa que solemos hacer las personas a diario. 

Mientras que, películas actuales como La Sirenita, Peter Pan y Wendy, la propia Latinanieves y un sin fin de programas, series, comics, etc., piensan, supuestamente, en las minorías, en los derechos que, les han costado ganar y que la generación woke, piensa que no es así, que hay intolerancia y buscan una utopía donde su único pensamiento sea el que reine a la humanidad.

Lloran en los supermercados frente a los refrigeradores donde se pone la carne que la gente común come, les hacen faramalla y media, tiran y desperdician comida que bien pudo alimentar a una familia completa. Estas personas son las mismas que creen que en la vida no hay problemas reales: pagar la renta, la luz, los servicios básicos, que hay conflictos de poder dentro de los trabajos, donde algunos jefes, en lugar de enseñar y liderar con el ejemplo, menosprecian a los trabajadores. En esta época de mayor apertura hay más cerrazón de ideas, hay más intolerancia, más ignorancia y orgullo utilizado de manera equivocada.

Lejos quedó el orgullo Sayayin del príncipe Vegeta, que buscando siempre mejorar entrenaba día y noche para superar un obstáculo, aunque diera la vida en el intento. Ahora, el orgullo se “muestra” en desfiles y en palabras, porque en acciones, es todo lo contrario.

Comparando con la icónica frase que se le achacan a Voltaire: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Al ver esta frase nos damos cuenta de lo que se quiere decir: tienes libertad de expresar tu opinión, solo que los de la generación woke, nunca consideran la opinión de los demás y, es más, desean la muerte de aquellos que no piensen igual que ellos. 

Consideran como “exitosas” a franquicias como Star Wars, al poner a mujeres empoderadas como las protagonistas. Ejemplos de estos fracasos muy marcados como Las Cazafantasmas, The Marvels, La Sirenita de Halle Bailey, en un futuro la precuela de los Juegos del Hambre y hasta el 2024, Latinanieves, estas últimas con Rachel Zegler.

Pero no todo es culpa del hombre blanco heterosexual. De manera irónica, dejan afuera a la gran mayoría de las mujeres, ya que muchas de ellos no piensan ni concuerdan con la ideología woke. Las incluyen por ser “indefensas”. 

Les voy a poner un ejemplo: un 8M de hace un par de años, ese día tenía clase en la universidad. Al ser una profesora pro 8M, suspendió la clase y nos dijo, palabras más, palabras menos que, ese día las mujeres no debían ir a trabajar, ni hacer nada más que apoyar la causa del día. ¿Qué pasó después?, fui a comprar unas cosas que mi mamá requería de la tienda y ¡oh, sorpresa!, lo primero que veo son a muchas madres de familia, muchas jóvenes regresando a casa de trabajar, haciendo las compras para la cena, otras mujeres con sus puestos de comida o botanas para sacar el día. Por curiosidad, le pregunté a una de ellas sobre qué opinaba al respecto y que era el 8M y su respuesta me sorprendió: “eso es para mujeres ricas, no para nosotras que nos ganamos el pan día a día. ¡que se pongan a trabajar!”. El discurso feminista empoderada y Mary Sue no es para todas las mujeres

Hace unos meses comparé el mal llamado lenguaje inclusive con una enfermedad de aprendizaje. 

Se tratan de apoderar, no solo de la educación de nuestros hijos, de las ferias de libro haciendo que hombres Queer les lean a niños menores de edad, exponiéndolos a un peligro inimaginable. El estudio de la biología es una muestra de la manera en cómo dicho pensamiento progresista la ha destruido, ya que en lugar de estudiar a las especies y su evolución, el medio ambiente, el clima cambiático y demás, se concentran en pelear por los “miles” de géneros que tiene una persona con crisis identitaria, en si los animales carnívoros no deben de cazar a sus presas, en si lloran por Tiktok por un problema con sus Iphones y que no quieren la devolución del dinero, sino usar el mismo teléfono defectuoso, berrear por si un actor como Chris Pratt existe, defender al homicida y pareja del “Magistrade”, creando un mártir para seguir politizando y sacando dinero del erario público con tal de “seguir luchando contra la censura”, cuando estamos en un país con la mayor libertad de expresión que hay.

Ya habiéndome extendido con este tema, expuesto solo una pequeña parte de todo lo que tiene que ver con la ideología política de culpar al hombre heterosexual y criado por el patriarcado, como su servidor, y para responder a la pregunta que hice al inicio del texto: ¿tiene que ver con que las protagonistas de dichas historias sean mujeres empoderadas, sin nada de aprendizaje, desarrollo de personaje y que sean una Mary Sue donde nada les hace daño o no tiene nada que ver quién sea el protagonista y lo que importa es la historia en sí?, tiene mucho que ver la persona que interpreta el papel, que se meta en el personaje, que lo conozca a fondo, que conozca sus debilidades y fortalezas, que sea uno con su actor/actriz. Solo un pequeño ejemplo: Robert De Niro cuando protagonizó Taxi Driver de Martin Scorsese. De Niro pasó meses antes del rodaje siendo taxista nocturno y así meterse en el personaje Travis Bickle.

Ahora, ya no depende tu buena actuación del papel que te den, sino de la cuota de diversidad que tengas: mujeres, personas afroamericanas o de otras “minorías”, lesbianas, gays, queers, no binaries, etc.

La audiencia no quiere que les reprochen, que los ataquen, que digan que somos machistas opresores y que no vamos a ver su discurso ideológico-político-progresista-identitario-intolerante. Hay películas, series, comics, medios de entretenimiento que te hagan reflexionar, sí, sí los hay, pero también hay otras formas en las que no es necesario y con el hecho de divertirnos, de distraernos un poco de los problemas de la vida, es más que suficiente. 

Porque para regaños y discursos ideológicos-políticos-progresistas-identitarios, hay muchos y a cada rato salen por las redes sociales. Y como diría una mediocre y desinflada candidata presidencial: “ya se me fue el discurso”.

¡Hasta la próxima!

 

#InPerfecto