Nacional

José Andrés, el chef que ha repartido 1 millón de comidas para damnificados

#Nacional
En el proceso de apoyo a los damnificados los esfuerzos han sido colosales y diversos. Uno que merece la pena resaltar es el del chef José Ramón Andrés Puerta.

 

 

Con información de OMAR PERALTA

El paso de Otis por Acapulco devastó a uno de los destinos turísticos más importantes de México. En el proceso de apoyo a los damnificados los esfuerzos han sido colosales y diversos. Uno que merece la pena resaltar es el del chef José Ramón Andrés Puerta, hispano-estadounidense de amplia trayectoria en restaurantes prestigiosos de los Estados Unidos, que ha lanzado una potente campaña de alimentación para los guerrerenses.

Su labor humanitaria ha sido amplia, a través de su fundación World Central Kitchen (WCK), que ha estado presente en diversas crisis humanitarias. Con el apoyo de unos 108 restaurantes locales, y movilizando a un equipo de cocineros voluntarios, la fundación ha alcanzado la cifra de un millón de comidas repartidas durante las tres semanas que han pasado desde el desembarco de Otis. En los primeros días, según contó el chef a CNN, se preparaban unas 30 mil comidas diarias. La cifra ha ido en aumento: preparan al día de hoy hasta 105 mil comidas.

“¡Hoy llegamos a un millón de comidas calientes! ¡Hoy haremos 105.000 comidas calientes! ¡13.000 kits de comida en total, pero todos los días ahora haremos 5.000 o 50.000 comidas más al día! ¡Gracias a nuestros 108 restaurantes socios! ¡Para un total de 155.000 comidas al día entre kits calientes y de comida! 167 socios de tortillerías a los que entregamos más de 100 toneladas de maíz con ayuda de Maseca además de muchos socios de agua y 5 camiones cisternas! Nos quedaremos al lado de la gente de Acapulco al menos hasta finales de diciembre”, escribió en su cuenta de Twitter.

Hace dos semanas, en la entrevista con CNN, el chef contó que se había empezado de lo más básico, como molletes, y luego se ampliaron las funciones. “No vas a hacer el plato mágico, pero hoy están haciendo res, se hace pollo, se hace arroz. Se hacen las cosas que le gusta a la gente. Porque, ¿al final quién está cocinando? Mexicanos para mexicanos, aunque aquí vienen personas de otros lados. Chefs que vienen de otras misiones. Hay gente ahora mismo que ha venido de Egipto o de Ucrania”.

Para cumplir con la misión, la WCK debió afrontar también el caos logístico de los primeros días, pero de a poco lograron entrar a Acapulco con apoyo de helicópteros. “Hemos tenido reuniones prácticamente todos los días. (Hemos usado) los restaurantes en los que los daños han sido menores, ahí estamos ayudando. Trabajar en estas condiciones es imposible. Que ellos quieran abrir sus restaurantes no para hacer negocio, sino para ayudar a la gente, es increíble”.

José Andrés da una visión de largo plazo de lo que deberá pasar en Acapulco para que se retome la vida anterior a Otis: “Acapulco va a necesitar un plan al nivel del Plan Marshal, que se hizo en Europa. Esta ciudad ha sido azotada de forma tan violenta, que para que vuelva a ser lo que tiene ser, deberá haber una gran inversión. Ojalá los líderes del país pongan los medios y reconozcan que esto ha sido una gran tragedia. Para que Acapulco sea el Acapulco bonito, que ha atraído la inversión, deben pensar cómo será la reconstrucción”. Han dicho que permanecerán en la costera al menos hasta los últimos días de diciembre. José Andrés dijo a CNN que ellos suelen irse una vez que las tiendas, restaurantes y empresas de distribución comienzan a funcionar.

La WCK empezó sus actividades en 2010, en el marco del terremoto de Haití. Desde entonces, han estado presentes en diferentes crisis humanitarias: el huracán María en Puerto Rico en 2017, huracanes e incendios en Estados Unidos, la invasión rusa en Ucrania, el conflicto armado en la Franja de Gaza. Y durante la pandemia de covid-19 convirtió sus restaurantes en Nueva York y Washington en comedores comunitarios.