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Benjamín Netanyahu, afirmó este miércoles en una reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que un potencial acuerdo para formalizar relaciones entre israelíes y saudíes facilitaría la paz con los palestinos.
AP
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó este miércoles en una reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que un potencial acuerdo para formalizar relaciones entre israelíes y saudíes facilitaría la paz con los palestinos.
Por su parte, el mandatario estadounidense expresó su esperanza de que concluya con éxito la negociación para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudí, al tiempo que pidió una solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino.
Ambos mandatarios se reunieron en Nueva York con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidas, su primer encuentro desde que Netanyahu volvió al poder y tras meses de tensiones entre la Administración demócrata y el Gobierno de Israel, con gran peso de los ultraconservadores.
“Bajo su liderazgo, señor presidente, podemos forjar una paz histórica entre Israel y Arabia Saudí”, afirmó Netanyahu al inicio de la reunión en un hotel de Nueva York.
El primer ministro opinó que un pacto de ese tipo “sería de gran ayuda para avanzar hacia el fin del conflicto entre árabes e israelíes, lograr la reconciliación entre el mundo islámico y el Estado judío, y promover una paz genuina entre Israel y los palestinos”.
Biden coincidió en que la formalización de lazos entre el Estado judío y el reino saudí sería un hito histórico e incluso bromeó al respecto: “Si hace diez años estuviéramos hablando de la normalización con Arabia Saudí, creo que nos miraríamos diciendo ‘¿quién ha estado bebiendo?`”.
Tres años después de los Acuerdos de Abraham, que normalizaron los lazos de Israel con varios de sus vecinos árabes, Netanyahu está cortejando a Arabia Saudí para normalizar sus relaciones, con el apoyo de EE.UU.
El regreso al poder de Netanyahu en diciembre pasado tensó la relación con la Casa Blanca por la reforma judicial de Israel, vista como una amenaza a la democracia, y la espiral de violencia con los palestinos, así como la expansión de asentamientos en Cisjordania ocupada.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha pedido a Arabia Saudí que arranque concesiones a Israel a favor de la causa palestina en esta negociación.
Dada la estrecha relación entre Israel y Estados Unidos, los líderes de ambos países suelen mantener reuniones relativamente pronto, en los primeros meses en que uno de ellos asume el poder; pero, en este caso, el encuentro se produjo ocho meses después.
La relación se ha suavizado porque ambos Gobiernos comparten el interés para una normalización entre Israel y Arabia Saudí, pero Biden también sacó a relucir en la reunión el asunto de la reforma judicial, que anula la capacidad del Supremo de revocar decisiones gubernamentales en base a si éstas son razonables o no.
“Discutiremos cuestiones difíciles, como la defensa de la democracia, los contrapesos de la división de poderes, el camino hacia una solución de dos Estados y garantizar que Irán nunca adquiera un arma nuclear”, dijo el estadounidense.
Pese a las diferencias, Biden remarcó que su compromiso con Israel es “férreo” ya que Estado es “esencial” para la seguridad de los judíos en todo el mundo.
Ante las críticas por la reforma judicial, Netanyahu prometió que “el compromiso de Israel con la democracia nunca cambiará”.
Ambos emplazaron a verse a finales de año en la Casa Blanca.