#Cultura
Los indios (indígenas) tenían su identidad propia (y aún la tienen)
Ricardo Sandoval / @LuisRSandoval5
luizandcar18@gmail.com
El mural titulado el “Retablo de la Independencia”, ha sido un icono de México desde que fue pintado durante los años 1960 al 1961, por Juan O’Gorman, aunque, originalmente se lo habían encomendado a Diego Rivera, solo que el fallecimiento de Rivera obligó al entonces director del Museo Nacional de Historia, Juan Arriaga a cambiar de planes y darle el honor a O’Gorman. Dicho mural retoma algunos de los eventos ocurridos de 1714 hasta 1814.
Aunque sería interesante analizar todas y cada una de las etapas de este mural, únicamente me enfocaré en una muy pequeña parte: hasta donde el indígena está crucificado será el análisis que haga de la obra.
Pero antes, una breve denotación de la pintura hecha por Juan O‘Gorman. De acuerdo a la página del Instituto Nacional de Antropología e Historia (https://mnh.inah.gob.mx/objeto?obj=2425) la pintura mide 440 cm de alto por 1569 cm de ancho, además, como lo dice la descripción en la misma página, El extremo izquierdo del muro representa el periodo colonial, previo a la insurrección independentista. Vemos en la parte trasera, la luna llena y la noche, además, de algunas edificaciones muy ostentosas construidas al pie de las montañas, algunos caminos también construidos.
En la parte frontal de la pintura, hay personajes de la alta sociedad española de la Colonia, viendo con desprecio a los indígenas que se encuentran en la parte inferior. Un hombre montando un caballo blanco, omitiendo la mirada de los indios mexicanos.
A su vez, estos se encuentran tristes, sin esperanza. En la parte inferior al extremo izquierdo hay un indio encadenado y siendo azotado por un capataz. La cadena la sostiene otro indio y por el otro lado, un soldado que me parece ser español mientras habla con un encapuchado, que me hace representar a la Inquisición. Siguiendo en la parte inferior, se ve a un hombre indígena enterrando a un bebé y a su costado, otro indígena que está crucificado.
De acuerdo a la enciclopedia Salvat, en su pie de página de la misma pintura indica: Parte izquierda del gran mural de la sala de la Independencia del Museo Nacional de Historia de México, por Juan O‘Gorman. Se haya aquí representado el ambiente que prevalecía en Nueva España a finales del siglo XVIII. Virreyes y autoridades españolas por un lado, eclesiásticos por otro, y a los pies de todos ellos el indígena empobrecido.
Primero que todo, hay que analizar el mismo nombre de la obra: El Retablo de la Independencia. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española da tres significados:
- m. Conjunto o colección de figuras pintadas o de talla, que representan en serie una historia o suceso.
- m. Estructura de piedra, madera u otros materiales que cubre el muro situado detrás del altar, compuesta de obras escultóricas o pictóricas con motivos religiosos.
- m. Pequeño escenario en que se representaba una acción valiéndose de figurillas o títeres.
Podemos entender que la palabra retablo suele tener connotaciones religiosas, principalmente. Esto llama la atención, porque en la pintura hecha por O’Gorman, utiliza figuras religiosas que eran muy populares durante la Colonia, como lo son los sacerdotes, los obispos e incluso, la propia inquisición. Tomando el primer significado para toda la obra, Conjunto o colección de figuras pintadas o de talla que representan en serie una historia o suceso, se puede ver que cuenta la historia colonial de México hasta sus primeros días como nación independiente.
Ahora, para la primera parte, que es la que se analizará, tiene algunas connotaciones interesantes. Para empezar, el cielo nocturno. Esto me hace ver la representación de la misma oscuridad que se refleja en las marcadas diferencias entre españoles y novohispanos, la cual se hablará más adelante. A su vez, la noche se suele atribuir a la tranquilidad, al letargo antes de despertar.
Los edificios llamativos rodeados de las montañas pueden representar a las minas de plata, metal prolífico durante la época de la Nueva España. Además que sería el progreso tecnológico contra la tradición.
Por su parte, ya pasando a las personas, las diferencias sociales que se marcaban ante ser hispano nacido en Europa contra las castas que nacieron tiempo después de la conquista. En la parte de los hispanos, encontramos que hay virreyes, personas de la alta sociedad que explotan a los indígenas, mulatos, negros, etc., a trabajos esclavizantes, mientras que los ricos se la pasan presumiendo sus grandes ganancias. Otra de las personas que está cerca de la bandera blanca es un sacerdote. Hace ver que es el Papa o un obispo importante de México. Refleja la unión entre la propia religión y el poder en turno, porque se muestra atrás de una persona vestida de un elegante saco azul.
A los indios trató de incorporárseles a la más pura cristiandad, según la entendían entonces los españoles conmovidos por las guerras que se desarrollaban dentro y fuera de Europa contra herejes e infieles. Así comienza el apartado La “república de Indios”, en Historia General de México (pp. 344).
Justamente, en la parte inferior del retablo, se pueden observar a muchos indios siendo sometidos. El primero que llama la atención es uno que está encadenado junto a una columna destrozada. Esto hace ver la destrucción del sistema de cultura que venía desde los mexicas, tanto de pensamiento, como de la propia civilización para imponer las ideas sobre la religión católica. La otra es el esclavismo, que se representa por medio del látigo. Todo esto a la vista de un indio que sostiene la cuerda con la que su compañero es azotado. Junto a ellos, una persona de la Inquisición, institución que juzgaba con base a ideas religiosas a las personas.
Lo segundo que llama la atención es la pérdida de la infancia, ya sea por la imagen de la niña abrazando a la anciana; una mujer que de niña pasa a anciana sin haber vivido su juventud; la muerte prematura de los infantes por la falta de alimentos, por los abusos cometidos a ellos, como la sobreexplotación laboral, las enfermedades, etc.
El indio crucificado es lo tercero y que se relaciona con el inicio amarrado a la columna destrozada. Esto es por la misma imposición de la religión católica. Normalmente al ver a alguien crucificado pensamos que es la imagen de Jesucristo, donde al estar en la cruz, experimentó los dolores de todo el mundo y es una imagen de salvación, pero aquí refleja lo contrario: la imposición de ideas, la muerte de la tradición religiosa de los mexicas y la conquista espiritual que realizaron los misioneros con los indios. Se considera al indio como pecaminoso y hereje. Conviven ambas ideas, la tradicional de los indios mexicanos y la nueva filosofía religiosa española, la cual, de manera irónica, se diferenciaba a la cultura completamente española. Esto se deja ver en el brazo que el indio crucificado tiene suelto, que a pesar de todos los intentos por conquistar espiritualmente a los indígenas, no fue posible hacerlo completamente.
CONCLUSIONES
Para terminar este trabajo, mis conclusiones son breves. El mural me hizo comprender completamente los motivos que llevaron a la Independencia. Desde la conquista y la imposición de ideologías, de trabajos y humillaciones que pasaron los indígenas mexicanos a lo largo de su historia, hasta el hartazgo acumulado que culminó con la declaración del inicio de la guerra por parte del cura Miguel Hidalgo. Fue una larga lucha de resistencia por parte de los que eran considerados como la parte más baja de la sociedad colonial, hasta el hecho de que los criollos letrados por la ilustración, aprovecharan los números del pueblo a su favor para combatir contra las injusticias.
El equilibrio (si es que hubo alguno), entre la sociedad americana de la época, fue clave, porque con la destrucción de la vida como la conocían antes de la conquista se tenía una identidad propia. Es decir, que, a pesar de estar bajo el mando de la Corona Española, los indios (indígenas) tenían su identidad propia (y aún la tienen), por uno de los hechos más significativos: la distancia entre España y la Nueva España.
Son las situaciones como la crisis de la Corona en el siglo XVII que llevó a la decisión de que no se comerciara entre las mismas colonias (incluyendo las Filipinas), el centralismo, incluso el contrabando, los altos impuestos, el quitar las tierras a los indígenas, entre muchas otras situaciones más, fue paliando el terreno para la revolución. Ya lo dice el dicho popular: Sabes cómo inician las revoluciones, pero no cómo terminarán.
Para que el México independiente y soberano en el que vivimos ahora fuera posible, fue gracias a los hombres y las mujeres valientes que arriesgaron su vida, con ideología de la ilustración o no.