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“Ministro reaccionario, conservador, hipócrita”, López Obrador se lanza contra Cossío

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López Obrador arremetió en contra de José Ramón Cossío, exministro de la Surema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al llamarlo “reaccionario, conservador e hipócrita”.

 

 

Con información de EL UNIVERSAL

El presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió en contra de José Ramón Cossío, exministro de la Surema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al llamarlo “reaccionario, conservador e hipócrita”.

En su conferencia de prensa, el mandatario se autodefinió como un político de pensamiento humanista que se inspira en los héroes de la patria como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco I. Madero y Emiliano Zapata, entre otros.

En ese contexto lanzó: “Pídanle a un pedagogo, a Gilberto Guevara Niebla, Héctor Aguilar Camín, al que cooptó (Carlos) Salinas que era un hombre progresista y se volvió muy reaccionario, que tiene mucha influencia en la UNAM; Rolando Cordera, pídanle a Cossío que les defina qué es la justicia, ministro reaccionario, conservador hipócrita; decía Morelos: ´que haya tribunales que defiendan al débil de los abusos que comete el fuerte´.

“¿Eso fue lo que hizo Cossío?, ¿eso es lo que hacen los ministros?, ¿protegen al débil de los abusos que comete el fuerte?, no, pues eso era Morelos y si hablamos de Juárez tantas enseñanzas, sobre todo su perseverancia, nunca perder la fe en la causa y Madero”, cuestionó el presidente.

En entrevista con El Universal, el exministro Cossío consideró que las resoluciones judiciales que no le han gustado a Andrés Manuel López Obrador han sido apegadas a derecho e hizo un llamado a no permitir que el presidente someta a los jueces y al Poder Judicial a los intereses de su gobierno, con el falso argumento de que todos son corruptos.

Aseguró que las resoluciones han sido emitidas por jueces libres, pero como a juicio de López Obrador afectan su proyecto de nación, emprende una embestida y descalifica a todo el Poder Judicial, lo que, asegura, no solo es grave, sino peligroso para la democracia y las instituciones mexicanas.