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Alfombras elaboradas con serrín y arenilla que miden hasta 100 metros de largo se desplegaron este martes en las calles de Huamantla.
EFE
Alfombras elaboradas con serrín y arenilla que miden hasta 100 metros de largo se desplegaron este martes en las calles de Huamantla, ciudad del estado de Tlaxcala, en el centro de México, donde este arte efímero elaborado de manera artesanal honra a la Virgen de la Caridad.
Artesanos municipales dedican la tarde del 14 de agosto y la mañana del 15 de agosto cada año a expresar sus sentimientos de agradecimiento y amor y sus peticiones a la Virgen en una festividad conocida como la “Noche que nadie duerme”.
Al estado, vecino de Ciudad de México, llegan miles de visitantes de todo el país y del extranjero para apreciar las diferentes etapas de la elaboración de estos tapetes.
El proceso se inicia en el asfalto o concreto, que después se va cubriendo de color y figuras simétricas, y algunas más simulan el bordado de prendas, flores o mazorcas de maíz, entre otras, y que crean un espectáculo único.
Estos tapetes llegan a alcanzar 100 metros de largo por 3 o 4 metros de ancho, y pueden contener 60 bultos de aserrín de colores y la arenilla que se utiliza como base.
Aunque son obras efímeras, alcanzan un costo que ronda entre los 40,000 pesos a los 70,.000 pesos, considerando también adornos aéreos y postes que sirven para limitar el paso de los peatones en los que se colocan flores o faroles.
El artesano Víctor Alonso Fernández expuso a EFE que su familia es la encargada de atender la calle en la que habitan, donde trabajaron entre 10 y 12 horas en una alfombra de colores sobre la que pasa la imagen de la Virgen de la Caridad y la procesión que la acompaña.
“Nosotros realizamos el trabajo de 10 a 12 horas para que la Virgen pase cinco minutos con toda su comitiva, tras el paso se barre todo y nos tenemos que esperar un año para colocar otro en honor a nuestras madre”, explicó.
El creador compartió que el trabajo no solo es de una noche sino que implica seis meses de anticipación para diseñar la forma y tamaño de la obra, así como para definir el material necesario.
Luis Guillermo Huerta Medrano, otro de los artesanos, indicó que él, su familia, el equipo de trabajo y sus amigos acuden a elaborar el tapete como agradecimiento a la Virgen por los favores recibidos, por tener salud y trabajo.
“Para nosotros, representa la religión, que es la Virgen de la Caridad, en la ‘Noche que nadie duerme’, donde elaboramos este tapete con amor y de corazón para que ella pueda pasar durante su recorrido por la ciudad”, comentó.