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Los principales contaminantes del tabaco se producen a partir de sustancias como la nicotina, alquitrán, arsénico, plomo, poliaromáticos y cadmio, mismas que al desintegrarse en micropartículas se esparcen sobre el suelo.
Con Información de EL UNIVERSAL
Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco en todo el mundo. Durante dicha fecha, organizaciones y activistas emprenden acciones para difundir los peligros que supone el consumo de este producto para la salud.
Fue la Asamblea Mundial de la Salud quien fijó la fecha en el calendario desde 1987, ello con el propósito de regular la producción y enfatizar las implicaciones que la industria tabacalera tiene en el medio ambiente.
Simultáneamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamado para proteger a niños, niñas y adolescentes, quienes representan un sector vulnerable por las adicciones que genera.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, una sola colilla puede contaminar hasta 50 litros de agua.
Los principales contaminantes del tabaco se producen a partir de sustancias como la nicotina, alquitrán, arsénico, plomo, poliaromáticos y cadmio, mismas que al desintegrarse en micropartículas se esparcen sobre el suelo.
Al llegar al agua, peces y mamíferos marinos las confunden con alimento, alteran su ciclo biológico e incluso mueren. De esta manera se reduce el tiempo de vida de los animales en ecosistemas acuáticos.
La OMS explica que para elaborar 300 cigarrillos es necesario talar un árbol, aunado a ello se podan más para la fabricación del papel que los envuelve y las cajetillas.
Los efectos del tabaco van más allá, pues las sustancias químicas tóxicas también contribuyen al efecto invernadero, a la saturación de carbono e incendios forestales.
Por lo anterior, la OMS ubica a la industria tabacalera como una de principales responsables de la deforestación, esto se debe a que para la producción y cultivo del tabaco se deterioran bosques y selvas tropicales.