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Controlar enfermedades respiratorias como el asma desde edades tempranas es fundamental para evitar una pérdida de la función pulmonar más rápida durante la edad adulta.
EFE
Controlar enfermedades respiratorias como el asma desde edades tempranas es fundamental para evitar una pérdida de la función pulmonar más rápida durante la edad adulta, advirtieron este miércoles especialistas mexicanos.
“Antes se pensaba que con el asma la función pulmonar parecía no perderse, pero mientras más temprano empiezan los pacientes con esta enfermedad, tienen esta pérdida de la función pulmonar más avanzada, por eso es importante detectarlos a edades tempranas”, dijo en una conferencia de prensa la neumóloga pediatra María del Carmen Cano Salas.
Con motivo del Día Mundial del Asma, que se conmemora el 2 de mayo, la especialista explicó que el asma sigue siendo considerada una enfermedad “muy prevalente”, pues afecta a 340 millones de personas en el mundo.
En México, se estima que al menos 10 % de la población vive con este padecimiento.
Además de que entre 2.1 % y 10 % de los niños de 6 a 11 años sufren asma grave descontrolado.
La especialista señaló que es importante evitar la pérdida de capacidad pulmonar en los pequeños, pues factores como ciudades contaminadas, épocas de invierno, contingencias, material particulado, son una agresión adicional a las vías respiratorias que va a influir en la pérdida de la función pulmonar.
OBSERVACIÓN Y ATENCIÓN OPORTUNA
Said Arablin Oropeza, alergólogo e inmunólogo clínico pediatra, explicó que en el asma, como en otras enfermedades que afecta al cuerpo, se presenta la inflamación tipo 2, que lleva a que los pacientes presenten comorbilidades como la rinosinusitis crónica con pólipos nasales.
“Esta está impulsada por la inflamación tipo 2 en más del 87 % de pacientes”, dijo.
Esta condición, que provoca afectación de vías respiratorias altas, congestión nasal persistente y disfunción olfativa, disminuye la calidad de vida de las personas que padecen asma.
Es por ello que, dijo, es importante que se determine con pruebas específicas como biometrías hemáticas y otros estudios, si el paciente tiene inflamación tipo 2 para así brindar el tratamiento adecuado y evitar que el asma incida en la calidad de vida de los pacientes.
“Tener todo el tiempo la nariz tapada, tener escurrimiento nasal de forma recurrente y si se ve que no tenemos respuesta con tratamientos que se repiten, es cuando se tiene que pensar en hacer este tipo de pruebas”, dijo.
Los médicos explicaron que es importante capacitar a especialistas pero también al paciente sobre sus síntomas para que identifiquen cuando es necesario acudir con un experto.
“La idea es que el acceso a todo tipo de terapia sea para todos los pacientes y también la atención médica”, enfatizó Cano Salas.