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Abdeslam, condenado a cadena perpetua en Francia por la muerte de 130 personas en los ataques de París, calificó de “injusta” su imputación en Bélgica.
EFE
Salah Abdeslam, el único terrorista que sobrevivió a los atentados de París de 2015, negó este miércoles que participara en los atentados de Bruselas de 2016, que causaron 32 fallecidos, en el primer día de interrogatorios a los acusados en el juicio de esos ataques en la capital belga.
Abdeslam, condenado a cadena perpetua en Francia por la muerte de 130 personas en los ataques de París, calificó de “injusta” su imputación en Bélgica y aseguró que él no tiene “nada que ver” con los atentados en el aeropuerto y el metro de Bruselas.
Argumentó que cuando tuvieron lugar estos ataques, el 22 de marzo de 2016, él ya llevaba varios días en prisión desde su detención el 18 de marzo de 2016. Según su versión, los atentados se planificaron en ese lapso de tiempo que él estuvo arrestado.
“Estaba en prisión, no estaba avisado de nada. De acuerdo con los fiscales, ¿cómo puedo ser coautor de unos hechos por los que no estoy ni siquiera informado?”, insistió Abdeslam, el único acusado que vino al juicio vestido en camisa, y no en sudadera, para declarar ante la presidenta del tribunal, Laurence Massart.
En una sala de audiencias más llena de lo habitual, Abdeslam avisó a la jueza Massart de que “pueden influir al jurado” las preguntas vinculadas con el atentado de París que ella formule.
La magistrada le replicó que, en el caso particular de Abdeslam, “forma parte del período de infracción” todo lo sucedido desde que Francia emitiera una orden de detención contra él tras los atentados de París hasta que fuera arrestado en Bélgica.
En total, seis de los diez acusados en el juicio por los ataques a la capital belga ya han sido condenados en Francia: se trata de Abdeslam, Mohammed Abrini, Osama Krayem, Sofien Ayari, Ali El Haddad Asufi y el desaparecido Osama Atar, considerado el líder del grupo, según la investigación, y juzgado en ausencia por la falta de pruebas que acrediten su supuesta muerte en Siria.
Por su parte, Mohammed Abrini admitió en su interrogatorio haberse unido la Estado Islámico aunque, cuando la jueza le preguntó si se declaraba responsable de pertenencia a organización terrorista, Abrini matizó que él “no lo definiría así”.
El acusado calificó de “teatro” este juicio, con “luces” y “disfraces de los fiscales”, y reprochó a la presidenta del tribunal que, en su opinión, está juzgando a actores de poco peso.
“Si el tribunal hubiera sido capaz de llevar ante la justicia a los líderes del Estado Islámico y no a los peces pequeños, algunos de los acusados no estarían aquí”, aseveró.
Con todo, Abrini afirmó que ha confesado “desde el primer día” su participación en el ataque al aeropuerto de Bruselas, donde él renunció a inmolarse en el último momento, según la investigación.
Por contra, alegó que “ignoraba lo que iba a pasar” en el otro ataque del día, perpetrado casi de forma simultánea en la parada de metro de Maelbeek, en pleno barrio europeo, y que causó la muerte de 16 personas. En el aeropuerto, fallecieron otras 16.
La presidenta del tribunal también interrogó a dos acusados que, según la investigación, formaron parte del operativo más logístico de los atentados, Bilal El Makhoukhi y Hervé Bayingana Muhirwa, que se conocieron trabajando en una tienda de ropa.
Supuestamente, Bilal El Makhoukhi pidió a Hervé Bayingana Muhirwa que acogiera en su casa, antes y después de los atentados, a varios miembros del grupo.
La jueza preguntó a El Makhoukhi si confesaba haber participado “de alguna manera” en los hechos que llevaron a los ataques en el aeropuerto y el metro de Bruselas, y él contestó que sí.
En cambio, Bayingana Muhirwa denegó su participación, y dijo haberse sentido afectado por los testimonios de las víctimas que han declarado en el juicio durante este último mes.
La jueza le preguntó, durante una parte del interrogatorio, sobre su condición de musulmán converso, la juventud en su Ruanda natal durante el genocidio de 1994 contra la etnia tutsi, su exilio en Bélgica y su vida académica.
“Me dije a mí mismo que no seguiría toda mi vida vendiendo ropa, y por eso empecé una carrera y me gradué como contable”, explicó Bayingana Muhirwa.
“¿Qué hace usted en esta cabina?”, le preguntó la presidenta del tribunal, en alusión a la célula de metacrilato donde declaran los acusados en prisión provisional, y él le respondió que eso se debe a “circunstancias” que “lamenta enormemente”.
Osama Krayem se acogió al derecho de no declarar y ni siquiera siguió la audiencia desde la sala, mientras que los hermanos Ibrahim y Smail Farisi, los únicos dos acusados que están en libertad, rechazaron cualquier vínculo con los atentados.