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Starlink tiene casi 4.000 satélites en órbitas bajas que conectan a personas en rincones remotos de la Amazonía y ofrecen una ventaja crucial para las fuerzas ucranianas en el campo de batalla.
AP
Agentes federales brasileños a bordo de tres helicópteros asaltaron el martes una explotación minera ilegal en la selva amazónica. Fueron recibidos con disparos y los tiradores huyeron, dejando atrás unos objetos cada vez más familiares para las autoridades: equipos de internet Starlink.
Starlink, una división de la compañía SpaceX de Elon Musk, tiene casi 4.000 satélites en órbitas bajas que conectan a personas en rincones remotos de la Amazonía y ofrecen una ventaja crucial para las fuerzas ucranianas en el campo de batalla. El ligero y rápido sistema de internet también se ha convertido en una nueva y valiosa herramienta para los mineros ilegales brasileños, con un servicio fiable para coordinar logística, recibir avisos anticipados sobre redadas de las autoridades y hacer pagos sin tener que volar de vuelta a la ciudad.
Agentes del Grupo Especial de Vigilancia de Ibama —la agencia medioambiental brasileña— y el Grupo de Respuesta Rápida de la Policía Federal de Carreteras encontraron una terminal de Starlink encendida junto a un pozo, según dijo a The Associated Press un agente que participó en la redada. Habló bajo condición de anonimato por preocupaciones por su seguridad personal.
También incautaron 600 gramos (21 onzas) de mercurio, 15 gramos (0,5 onzas) de oro, 508 cartuchos de munición de distintos calibres y documentos personales. Destruyeron 3.250 litros (848 galones) de combustible, cuatro barcazas de minería, 12 generadores, 23 unidades de alojamiento y almacenaje y siete motores fueraborda.
La zona minera conocida como Ouro Mil está controlada por la organización crimina más temida de Brasil, conocida como Primer Comando de la Capital, según investigaciones federales.
Desde que asumió el cargo este año, el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva ha dado poder a las autoridades para perseguir los delitos ambientales, en especial la minería ilegal en tierras yanomami, el territorio indígena más grande de Brasil. Se estima que en los últimos años, 20.000 prospectores contaminaron cuerpos de agua cruciales con el mercurio empleado para separar el oro. Han trastocado la vida tradicional indígena, llevado enfermedades y causado una hambruna generalizada.
Ibama, la agencia medioambiental brasileña, ha incautado siete equipos Starlink en territorio yanomami en las últimas cinco semanas, incluidos los dos del martes, según dijo la oficina de prensa de la agencia en un comunicado por email. Los mineros podrían haberse llevado un número indeterminado de esas terminales muy portátiles en su huida por la selva.
Hace mucho que los mineros ilegales utilizan internet para comunicarse y coordinarse, pero hasta ahora eso suponía enviar un técnico, a menudo en avión, para instalar una pesada antena fija que no puede moverse si los pozos se trasladan o son allanados por las autoridades. Aun así, la conexión era lenta e inestable, especialmente en días de lluvia. La conexión no era mejor en las ciudades pequeñas y medianas de la Amazonía.
Starlink —que empezó a estar disponible en Brasil el año pasado y se ha expandido con rapidez¬— resolvió esos problemas. La instalación puede hacerla el mismo usuario, el equipo funciona incluso en movimiento, la velocidad es tan rápida como en las grandes ciudades brasileñas y funciona incluso durante las tormentas.
Hace tiempo que Starlink veía la Amazonía como una oportunidad. Eso quedó claro con la visita de Musk a Brasil el pasado mayo. Se reunió con el entonces presidente Jair Bolsonaro, una entrevista centrada en la región.
“Superemocionado de estar en Brasil para el lanzamiento de Starlink para 19.000 escuelas sin conexión en zonas rurales y supervisión ambiental de la Amazonía”, tuiteó Musk entonces.
Sin embargo, ese proyecto con el gobierno brasileño no ha avanzado. SpaceX y el Ministerio de Comunicaciones no han firmado ningún contrato y sólo se instalaron tres terminales en escuelas amazónicas para un periodo de prueba de 12 meses, según indicó la oficina de prensa del Ministerio en una respuesta por email a preguntas de AP.
Pese a todo, Starlink ha despegado en la región y empezado a traer cambios.
En Atalaia do Norte, en el oeste de la Amazonía brasileña y cerca de las fronteras con Perú y Colombia, Rubeney de Castro Alves instaló el sistema en su hotel en diciembre. Ahora puede hacer transferencias bancarias y hacer videollamadas. Incluso ha empezado a ver Netflix.
“Hay tantas cosas nuevas que ver que ni siquiera duermo”, dijo Alves entre risas.
En una ocasión, su hijo voló todo el camino hasta Manaos, la capital del estado a 1.140 kilómetros de distancia (708 millas), sólo para negociar con un grupo de turistas por videoconferencia. Ahora la conexión a internet en su hotel de 11 habitaciones en Atalaia do Norte es más fiable que en Manaos, dijo Alves.
Llevó una segunda terminal a su barco turístico. Hasta ahora, los pasajeros tenían que apañarse sin comunicaciones, incluso en las rutas de 10 días. Si algo iba mal, nadie lo sabría hasta que el barco no volviera a tiempo.
Hay una gran demanda de internet y docenas de los 21.000 residentes de la localidad acuden cada día al hotel de Alves. Su terraza es un punto de reunión para adolescentes que pasan horas jugando a videojuegos en línea desde sus celulares.
“Fue una revolución en nuestra ciudad”, dijo Alves.
A un mundo de distancia, Starlink ha aportado una ventaja a Ucrania en el campo de batalla en la guerra con Rusia.
Ucrania ya ha recibido unas 24.000 terminales Starlink. Mientras continúan los ataques rusos a la infraestructura civil, esos sistemas permiten una conexión estable a internet en las regiones más vulnerables en el sureste del país. En todas las grandes ciudades ucranianas, las autoridades han habilitado “puntos de resistencia” con internet gratis y bebidas calientes.
Los beneficios de la conectividad fueron evidentes desde el primer día para los delincuentes en la Amazonía, explicó a AP por teléfono Hugo Loss, coordinador de operaciones de la agencia ambiental brasileña. Permite coordinar el equipamiento, a los mineros, la comida y el combustible.
“Esta tecnología es extremadamente rápida y mejora mucho la capacidad de gestionar una mina ilegal”, dijo Loss. “Uno puede gestionar cientos de explotaciones sin poner un pie en ninguna”.
Otro funcionario de la agencia ambiental dijo a AP que apenas habían empezado a expulsar mineros del territorio Yanomami y que la expansión de Starlink hace furor entre los mineros ilegales, lo que complica esa misión. El funcionario habló bajo condición de anonimato por temores sobre su seguridad personal.
Una distribuidora no autorizada de Starlink en Boa Vista, la capital del estado de Roraima y que es la vía de acceso al territorio yanomami, anuncia las unidades en un grupo de WhatsApp para mineros ilegales y promete entregas en el mismo día.
Su precio por equipo es de 1.600 dólares, con pagos mensuales de 360 dólares, seis veces lo que paga Alves por el servicio en su pequeño hotel en Atalaia do Norte.
Como los delincuentes han conseguido acceso a un servicio de internet mejor, las autoridades también han empezado a utilizar Starlink. Agentes federales instalaron una terminal en un nuevo control en el Río Uraricoera, un importante lugar de paso para los mineros que entran en territorio Yanomami. El funcionario que informó a AP sobre la operación del martes utilizó Starlink para enviar imágenes e incluso archivos pesados de video de la operación a través de WeTransfer.
La agencia medioambiental brasileña dijo a AP a través de email que, junto con otros organismos federales, estudia cómo bloquear la señal de Starlink en zonas de minería ilegal.
“Esta medida es crucial para desmantelar la logística que sustenta la minería ilegal en territorios indígenas”, afirmó la oficina de prensa.
AP escribió un email a James Gleeson, director de comunicaciones de SpaceX, con preguntas sobre la presencia de Starlink en Brasil y su uso por parte de mineros ilegales, pero no recibió respuesta.