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El gobierno noruego ofreció disculpas el jueves a los criadores de renos, tras una semana de protestas de activistas contra una granja eólica.
AP
El gobierno noruego ofreció disculpas el jueves a los criadores de renos, tras una semana de protestas de activistas contra una granja eólica que, dicen, infringe los derechos del pueblo indígena sami en el centro y ártico del país.
“Me he disculpado con los dueños de los renos en nombre del gobierno”, dijo el ministro de Petróleo y Energía, Terie Aasland, después de una reunión con la presidenta del parlamento sami, Silje Karine Mutoka.
“Han estado en una situación y difícil y poco clara por mucho tiempo. Lo lamento”, dijo Aasland.
Mutoka dijo que la disculpa había sido “un deseo de mi parte”.
“Es crucial para nosotros seguir adelante. Es importante que ahora tenemos una percepción común de que se trata de una violación de los derechos humanos”, dijo después de la reunión de 90 minutos.
Aunque las conversaciones no culminaron con un acuerdo para resolver la disputa sobre la granja eólica, Aasland dijo que “no descartamos solución alguna por el momento”.
Mutoka se reunirá la semana próxima con el primer ministro Jonas Gahr Støre, quien planea viajar al norte del país la semana próxima.
Los activistas, en su mayoría adolescentes, iniciaron su protesta la semana pasada y han bloqueado la entrada a varios ministerios desde el lunes.
La policía se llevó a varios activistas de los ministerios de hacienda y cultura, mientras otros coreaban un canto en sami. La policía dijo a la emisora NRK que los activistas detenidos serán multados, aunque no aclaró el monto de las multas.
Conocidos anteriormente como lapones, los sami aparentemente llegaron del Asia Central a la Europa ártica hace unos 9.000 años.
Las organizaciones internacionales reconocen a los sami como el único pueblo indígena de Europa debido a sus singulares raíces culturales anteriores a la creación de los Estados nacionales.
Entre 40.000 y 60.000 sami viven en Noruega.
Anteriormente, sufrían opresión, con la prohibición de hablar su lengua. Ahora tienen sus propios parlamentos, escuelas, diarios y programas en su idioma en la radio y televisión nacional. Su estilo de vida es moderno, pero siguen criando renos.