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Las campanas de la capilla de Álvaro Obregón repicaron en señal de luto por el homicidio de Rosa Itzel, la niña de 12 años que murió al ser alcanzada por la bala de dos taxistas.
Con Información de EL UNIVERSAL
Las campanas de la capilla de Álvaro Obregón repicaron en señal de luto por el homicidio de Rosa Itzel, la niña de 12 años que murió al ser alcanzada por la bala de dos taxistas que peleaban su territorio.
El martes a las 7:30 de la tarde, Rosa Itzel pidió permiso para ir a la papelería por material que necesitaba para la escuela. Cristina, su mamá, le permitió salir sola de casa con la condición de que no tardara. La madre sabía que la inseguridad en la colonia Atlamaxac no les permite despreocuparse por sus dos hijas. Por eso, al escuchar los balazos, la mujer se alertó y salió en busca de su hija.
A ella la encontró herida a unos pasos de su casa y aun con el material de la papelería en las manos. No fue ella, sino los testigos quienes pidieron ayuda de los policías. Cuatro cámaras instaladas en la esquina de las calles Atl y Tonatl sirvieron para ubicar al responsable de disparar.
Él, un ex convicto que hasta el martes conducía un taxi de montaña, fue aprehendido cuando trataba de esconderse entre las tumbas de un panteón.
El hombre de 43 años peleaba con otro taxista que rebasó la frontera que divide a dos colonias e invadió el territorio. Son ellos quienes hacen de las calles de la colonia un lugar de combate. Según los vecinos, son los taxistas de la zona alta de Álvaro Obregón quienes pelean no solo por el pasaje sino por las zonas en donde trafican droga.
Así, desde hace más de diez años, las balaceras, robos, drogas y extorsiones se han apoderado de la colonia donde Rosa Itzel nació.
Los vecinos de la niña piden que las patrullas y sus policías mantengan vigilancia en los sitios donde se congregan los taxis.