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Las constantes réplicas mantienen asustados a los habitantes, por lo que muchos apenas y pueden conciliar el sueño.
Con información de EL UNIVERSAL
“Tenemos que dormir en el coche ante el temor de que vaya a volver a temblar”, relató Dhamar Fomperosa, mexicana que lleva año y medio viviendo en el centro de Adana, tras los terremotos que el lunes impactaron Turquía y Siria.
Dhamar, connacional de Veracruz, sintió el temblor que duró cerca de minuto y medio la madrugada del lunes.
“Estaba dormida y nos despertó un movimiento súper fuerte, el temblor duró bastante, la verdad. Después del sismo pensamos que todo había pasado y enseguida fue la réplica”, dijo en entrevista.
Ante la preocupación de que sucediera otra réplica de la misma magnitud, decidió salir del departamento de los padres de su pareja.
“Aquí en Adana han sido muchas las réplicas que se han sentido, a las 4:20 de la mañana fue una de 4.7, a los cinco minutos después hubo otro temblor bastante fuerte de 7.5. Ya cuando fue la segunda réplica nos salimos del departamento. Al día siguiente se volvió a sentir otro temblor a la 13:30 de la tarde de 7.8 y dando las 15:00 de la tarde fue que se registraron otras réplicas de 5.5”, detalló.
La joven de 25 años señaló que el sismo la tomó por sorpresa debido a que en Turquía no había temblado en años.
“Ahorita en las noticias están diciendo que hay una zona roja en toda Turquía que es la más propensa, pero aquí tenía muchos años sin haber temblado, el último temblor fue en 1998”, indicó.
Las autoridades, añadió, han pedido a los lugareños de Adana que no habiten sus viviendas debido a la incertidumbre que hay por el colapso de los edificios en esa región del este, donde hasta ahora se han reportado 11 edificios derrumbados.
“Aquí hay departamentos que fueron desalojados y hospitales saturados, no están dejando entrar a la gente por seguridad. Hay mucha gente que está durmiendo en carros o se está yendo de la ciudad, además de que el gobierno puso como bazares techados en donde recibe a la gente para que pase la noche.
Muchos hoteles también están dando hospedaje gratis, mientras que los restaurantes están dando agua y sopa gratis para la gente que lo necesite”, aclaró.
Dhamar comentó que su pareja y su familia se pusieron en contacto con parientes lejanos que se encontraban viviendo en Hatay, una de las provincias que también resultó gravemente afectada por el terremoto.
“Cuando ocurrió el temblor me comentaron que tenían familiares que estaban en el derrumbe. Se estaban comunicando por teléfono, pero ya ahorita tienen rato que se dejaron de comunicar y comienzan a alarmarse”, aseguró.
Las constantes réplicas mantienen asustados a los habitantes, por lo que muchos apenas y pueden conciliar el sueño. “Después del temblor ha habido muchas réplicas. Anoche a las 11:00 de la noche sentí que estaba temblando, volteé a ver el agua y vi que se estaba moviendo, pero fue muy leve, mi pareja no lo sintió, pero yo sí me di cuenta y con eso uno se queda con la sensación de que va a temblar. Ahorita nos estamos quedando en un terreno donde venden materiales de construcción, donde no hay edificios alrededor y estamos durmiendo en el carro con un poco de frío, pero es mejor que estar en el departamento”, cuenta.