Editorial

No es penoso, es político.

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Murillo Karam es acusado por la hoy Fiscalía General de la República por los delitos de: Desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia.

 

 

Daniel Blanquel / @DHBlanquel
editorial@inperfecto.com.mx 

 

Estas fueron las palabras con las que el ex Procurador General de la Republica en tiempos del Presidente Enrique Peña Nieto, Jesús Murillo Karam exclamo el día de su detención, el pasado 19 de agosto.

Murillo Karam es acusado por la hoy Fiscalía General de la República por los delitos de:

  • Desaparición forzada. 
  • Tortura.
  • Contra la administración de la justicia.

Lo anterior relacionado a los acontecimientos que se desarrollaron la noche del veintiséis de septiembre del año 2014, con los 43 normalistas de la Normal Rural de Guerrero Isidro Burgos, hechos que dieron paso a la frase tan famosa de “La verdad histórica…” pronunciada en la conferencia de prensa por Jesús Murillo Karama. 

Pero, que sucedió aquella noche del dos mil catorce durante el mes patrio en Ayotzinapa, Guerrero, aquí una breve reseña, para los más jóvenes o los que son cortos de memoria.

La noche del 26 de septiembre y madrugada del 27 de 2014, ocurrieron episodios violentos donde policías municipales de Iguala, la policía estatal de Guerrero y militares del 27º. Batallón de infantería de Iguala, persiguieron y atacaron a estudiantes de la Normal Rural, esto tuvo como resultado la desaparición forzada de 43 estudiantes, el asesinato de al menos nueve personas y veintisiete heridos. 

En dicho ataque además de los normalistas fueron heridos periodistas y civiles, de acuerdo con la investigación realizada por Forensic Architecture, el número de personas heridas a consecuencia de estos ataques en contra de los estudiantes asciende a cuarenta. 

Ahora bien, una vez conocidos los acontecimientos demos un paso a lo que las leyes contienen y se refieren en cuanto a los tres delitos mencionados con antelación, para ello nos basaremos en el contenido de distintas leyes que rigen nuestra nación.

Desaparición Forzada.

LEY GENERAL EN MATERIA DE DESAPARICIÓN FORZADA DEPERSONAS, DESAPARICIÓN COMETIDA POR PARTICULARES Y DEL SISTEMA NACIONAL DE BÚSQUEDA DE PERSONAS. 

Artículo 34.  Incurre en el delito de desaparición cometida por particulares quien prive de la libertad a una persona con la finalidad de ocultar a la víctima o su suerte o paradero.  

Tortura.

LEY FEDERAL PARA PREVENIR Y SANCIONAR LA TORTURA.

Artículo 3º.- Comete el delito de tortura el servidor público que, con motivo de sus atribuciones, inflija a una persona dolores o sufrimientos graves, sean físicos o psicológicos con el fin de obtener, del torturado o un tercero, información o una confesión, o castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche ha cometido, o coaccionarla para que realice o deje de realizar una conducta determinada. 

Contra la administración pública.

CÓDIGO PENAL FEDERAL.

Artículo 214.- Comete el delito de ejercicio ilícito de servicio público, el servidor público que:

Fracción v.- Por sí o por interpósita persona, cuando legalmente le sean requeridos, rinda informes en los que manifieste hechos o circunstancias falsos o niegue la verdad en todo o en parte sobre los mismos.

Estos son los tres delitos explicados de forma clara y precisa que se le imputan a Murillo Karam, pero, quien es Jesús Murillo Karam, bien, es un abogado y político mexicano, nacido en Mineral del Monte el 2 de marzo de 1948, ha ocupado distintos cargos públicos tales como, Senador de la República en dos ocasiones la primera en 1991 y la segunda en 2006, Diputado Federal en tres ocasiones 1979, 1985 y 20212, estos cargos han sido primera minoría y por representación proporcional, si lo que se conoce coloquialmente como plurinominales, de abril de 1993 a octubre de 1998 ostentó el cargo de Gobernador del estado de Hidalgo, de 2012 a 2015 se desempeñó como Procurador General de la República y de febrero a agosto de 2015 como Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano sucedido por Rosario Robles Berlanga misma que estuvo presa por la conocida Estafa Maestra pero esa, es otra historia, como diría la nana Goya. 

Como podemos ver el hoy Jesús “N” no es ningún improvisado en el menester del ejercicio público, cuanta con las suficientes credenciales que muchos hoy en día desearían para ejercer algún cargo de tal envergadura.

Pero los hilos del poder son finos y delicados y si no sabes moverlos se pueden enredar fácilmente y ocasionar una inesperada o muy esperada reacción de los adversarios, esos que al ver cualquier acción que te perjudique se regocijan en su catarsis. 

En un país donde las acciones políticas son cada vez más sospechosas de quien vienen y a quien afectan no podemos saber si esta detención es legal, con los principios jurídicos necesarios para dar cumplimiento a una acción que marque la ley en beneficio de alguien o algunas personas que con sus hechos se vieron afectadas y resultaron víctimas de un delito; o solo se está poniendo en práctica a cabalidad la frase “al pueblo pan y circo” y todo esto solo sea un acto circense en beneficio de propios y crédulos. 

Así bien podemos esperar que el juicio contra Murillo Karam se desarrolle a cabalidad y conforme a derecho, aquí no venimos a realizar el trabajo de las autoridades judiciales, solo pugnamos por un estado de derecho recto y laudable, ese que todos deseamos un día poder conquistar, sin importar el partido en el gobierno o la filiación política de cada uno de los ciudadanos. 

Murillo Karam se convierte en el primer funcionario de alto nivel detenido por los hechos de Ayotzinapa, detención en la cual el pronuncio al agente de la FGR “…no es penoso, es político” esperemos que si realmente es culpable se le castigue como lo marcan las leyes mexicanas, leyes que son una verdadera joya, pero que quienes las interpretan en ocasiones carecen de sentido común.

También deseamos que el castigo sea compartido junto con los demás implicados, porque es seguro que no actuó una sola persona en tales acontecimientos. 

De igual manera anhelamos que esto no sea una cortina de humo para desvirtuar o distraer a la opinión pública y ciudadanía de algún otro acontecimiento que se esté llevando a cabo en los recovecos del poder político y financiero del país.