Editorial

AUTÉNTICO PROGRESO

#InPerfecciones
“… No dejes que aquel niño interior ávido de experimentar, muera viendo cómo su oportunidad pasó, no dejes que aquello que no hizo en vida, lo entristezca cuando esta sea inexistente.”

 

 

Pablo Ricardo Rivera Tejeda / @PabloRiveraRT
pricardo.rivera@gmail.com

 

Es cierto que muchos son los problemas que nos aquejan. Es cierto que con el paso del tiempo vemos cómo nuestros alrededores adquieren tintes lúgubres y pesimistas. Es cierto que no vivimos en un mundo perfecto, ni mucho menos en el país con el que soñamos, por el contrario, nos encontramos inmersos en una realidad con muchos defectos. Aun así, ser indiferentes ante esto y esperar a que el tiempo nos consuma por completo, ¿será lo mejor que podemos hacer?

 

Por más que la pregunta parezca simple, ¿por qué no profundizar un poco en su respuesta?

 

¿Cuántas veces no hemos escuchado que el tiempo es despiadado? Es común que nos digan lo fugaz que ocurre la vida, pero, a mi juicio, hemos tomado esto simplemente como un dicho popular que no tiene ya ninguna repercusión en nosotros. Pensar que tenemos toda una eternidad para actuar es una idea común, de hecho, predominante en nuestra sociedad, sin embargo, es una perspectiva totalmente errada.

 

Algo maravilloso de lo que gozamos, es ni más ni menos que nuestra capacidad para decidir de manera consciente, es decir, tener libertad plena al elegir en qué queremos gastar nuestra vida. Tristemente, la mayoría de las veces no buscamos el progreso ni el cambio, sino quedarnos en la comodidad, pensando que no hay solución para nuestra insufrible existencia, o que mediante discusiones en redes sociales lograremos contribuir en la edificación de un mejor mañana para las generaciones próximas.

 

El “progreso” es un término difícil de comprender, ya que, si bien alude a una mejora o un avance, no siempre cumple con tales condiciones. Vivimos en una sociedad que constantemente dibuja el progreso como lograr aquello que nos hace quedar bien ante los demás, o aquello que de manera hipócrita supone un beneficio; cuando sólo lo es para algunos pocos. Por ejemplo, se piensa que progresaremos como personas si conseguimos un mejor auto, un mejor sueldo…, se piensa que progresar es ganar elecciones para la mejora del país, cuando todos sabemos que lo único que mejorará, es la economía y el bolsillo de los políticos. Pero no es así, porque si fincamos nuestra idea del progreso en lo material o lo superficial, nunca podremos avanzar de manera auténtica para la construcción de algo mejor.

 

Nosotros –tanto de manera individual como colectiva–, somos los que fijamos el rumbo de nuestra vida, y si dentro de esta cabe aportar, aunque sea un poco para el acercamiento a un lugar afable en el que existir, tendremos plena seguridad en que verdaderamente hemos progresado.

 

Así, es posible afirmar que “mientras haya vida, hay esperanza”, una frase bella pronunciada por Stephen Hawking. Nunca es muy tarde para migrar de las palabras a las acciones, nunca es muy tarde siempre y cuando tengamos la determinación de hacer lo correcto, no sólo por nosotros, sino por aquellos que amamos y queremos. De lo contrario, al igual que el fuego deja ver sus últimas llamas con un crepitar sollozante en la hoguera, así también nosotros nos haremos viejos, y sólo podremos contemplar las consecuencias de nuestra apatía con dolor en los huesos. Cuando nos veamos al espejo y admiremos aquel rostro lleno de arrugas y cansancio, no veremos mas que la traición a las promesas que en juventud realizamos, dándonos cuenta que es ya, demasiado tarde para actuar.

 

De tal forma, no dejemos de soñar, pero tampoco dejemos de actuar. No seamos indiferentes ante la gran cantidad de cosas que podemos hacer para vivir en un mejor mundo. A pesar de lo poético que estas líneas, querido lector, puedan sonar, no dejes que aquel niño interior ávido de experimentar, muera viendo cómo su oportunidad pasó, no dejes que aquello que no hizo en vida, lo entristezca cuando esta sea inexistente. Busca, sin rendirte, esa pequeña causa por la que luchar, y entonces, nada habrá sido en vano.

 

#InPerfecto