Editorial

Tanques en las calles, misiles por el cielo: Guerra.

#InPerfecciones
Vladimir Putin decidió invadir Ucrania bajo el amparo de intereses nacionales, pero realmente su decisión solo obedece a las necesidades de algunos cuantos. Cada día transcurrido es uno más en tiempos de guerra; y el ámbito deportivo se ha manifestado de diferentes maneras.

 

 

Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx 

Podía pensarse que conforme el tiempo avanza las problemáticas que atañen a los seres sociales serían distintas a como fueron en un pasado, o quizá con una profundidad diferente a lo que ocurrió en años anteriores pero parece que esto solo es otro pensamiento utópico. En la memoria histórica están posicionados conflictos armados mayúsculos, enfrentamientos a grande escala que alcanzaron la categoría de mundiales, al tener dichas adjetivaciones parecen colocarse como los únicos legítimos y reconocibles, aunque no tendría porque ser así. Fuera de estos episodios se han suscitado otros escenarios violentos y catastróficos, la invasión de Rusia hacia Ucrania lamentablemente parece estar encaminada a unirse a esta lista.

Los noticieros a nivel mundial se convulsionaron al enterarse que el pueblo ucraniano comenzaba a ser atacado, por su parte la mayoría de los espectadores también reaccionaron de una forma inusual, quizá los sentimientos que más predominaron fue el de incertidumbre y angustia. Las redes sociales son ahora el termómetro perfecto para medir el comportamiento de cualquier cosa en la vida, una guerra no podía ser la excepción, este es el espacio donde día con día se publican las noticias en torno al conflicto armado en Europa, no todas cuentan con la credibilidad necesaria. 

¿Existe el Deporte de hacer la guerra? A lo largo de la historia han ocurrido momentos que podrían otorgarle veracidad a esta premisa, cada cierto tiempo aparecen en el horizonte algunos personajes con intenciones de atemorizar a la humanidad entera bajo la máscara de hacerlo por el bien de ésta. Cuando el mundo vive situaciones tan álgidas como la invasión militar de un país a otro, siempre es bueno encontrar y refugiarse en espacios seguros, tales como la literatura, el arte, el deporte o la cultura; quizá en alguno de estos sitios se hallen señales de como sobrevivir a estas crisis. Un ejemplo de lo anterior se puede leer con Achille Mbembe, el cual menciona: “Se militariza la vida cotidiana. Se otorga a los comandantes militares locales libertad de matar a quién les parezca y donde les parezca”.

Las palabras del escritor camerunés son totalmente aplicables en el conflicto entre Rusia y Ucrania, bueno, y en cualquier otro de esta índole. Claramente a la postre que termine este enfrentamiento, ojalá sea pronto, comenzarán a circular diversas manifestaciones en torno a éste, pero el Deporte no pudo esperar y de inmediato se hicieron notar. Algunos personajes que ocupan los principales puestos en las cúpulas deportivas han decidido romper relaciones con Rusia hasta que haya un cese al fuego. Por ahora quiénes han realizado las acciones más llamativas son la FIFA y ADIDAS, la primera decidió despojar al seleccionado ruso de la última oportunidad para acceder a la próxima Copa Mundial; mientras que la marca alemana oficialmente dejó de ser la encargada de vestir al combinado europeo. 

Probablemente el apoyo más simbólico ocurrió cuando las cámaras de televisión captaban la imagen de jugadores ucranianos en diversas ligas europeas, el llanto los invadió de inmediato y demostraron su tristeza porque miles de sus compatriotas estaban siendo atacados, obligados a desplazarse para poder tener garantías de vida. Ojalá que la humanidad entera también se uniera cuando ocurren problemas más allá del territorio europeo, o mejor dicho del lado occidental del planeta. 

¿Qué se pretende con las medidas anti-Rusia? Sencillamente asfixiarlos, no es casualidad que la próxima final de Champions League a desarrollarse en San Petersburgo se cambiara a París, sumado a que el Gran Premio de F1 en Sochi haya sido quitado de calendario, así como a los pilotos rusos y bielorrusos del automovilismo a nivel mundial. De a poco el mundo trata de aislarse del “villano de la historia”, son decisiones no tan determinantes en el presente pero conforme el tiempo avance se irán observando los resultados de dichos pronunciamientos.

Por ahora, solo queda tratar de ser conscientes que mientras la vida en este lado del mundo parece caminar de manera rutinaria, hay sitios donde no están corriendo la misma fortuna. Es pertinente volver a retomar a Achille Mbembe para dar cierre: “En la muerte, el futuro se desvanece en el presente”. 

Rueda el balón, rueda la vida.

#InPerfecto