#EspecialesInPerfecto
Mientras Juan Manuel daba terapia,
a su correo el texto de una obra llegaría,
sobre la historia que un día,
a la misma muerte le conmovería.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
redaccion@inperfecto.com.mx
Escuchaba Juan Manuel una canción que decía
algo sobre una mujer que tanto quería,
“te quiero, te quiero, te quiero” se refería,
y era de Hombres G, a quien tanto le seguía.
Mientras tanto una cita programaba
con una señora que como le lloraba
en los correos que le enviaba
le pedía que su consulta ya fuera valorada.
El Dr. Carvajal la cita apresuraba,
para poder ir a ensayar una obra que mucho le gustaba
y así poder atender a aquella dama
y actuar como tanto el ama.
Al llegar a la cita,
una paciente con velo lo incita
a pedirle que sus problemas le contara
y así una solución encontrara.
La paciente le comentaba:
“Doctor, me siento ya muy fastidiada,
la gente me teme y ya estoy enfadada,
porque mi trabajo ya nadie lo aclama”.
El Dr. le pide que le diga en que trabaja,
“¿Acaso no me reconoce doctor de volada?”
Juan Manuel la mira desolada
y le responde sin miedo de nada:
“no le reconozco, su velo la tapa”.
“Tiene razón Dr. que mal educada,
no me he presentado, y no soy un hada,
la Calaca me dicen, y estoy muy helada,
pero hoy vengo sin prisa y muy desconsolada”.
El Dr. le responde muy emocionado,
“¿en serio es la calaca? ya estoy animado,
muy pronto me toca hacerla en el teatro,
de un personaje que usted se ha llevado”.
“Entonces ¿no me teme Dr. Juan Manuel?
inviteme al teatro para verlo en el,
así me distraigo de mi pena tan cruel,
y hasta le pago consulta y el boleto también”.
Juan Manuel la dio de alta,
el teatro la animó,
lo raro es que desde ese día
a nadie más se llevó.
