Editorial

MEDIO MILENIO, LA CAIDA DE TENOCHITITLAN

#InPerfecciones
La conquista la hicieron los indios y la independencia los españoles. (Dicho popular).

 

 

Alexis León González / @alexisgdl
alexis.leon@inperfecto.com.mx

Nada bien le va a una sociedad que permite que su historia se prostituya a capricho del gobernante en turno, no podemos ni debemos aceptar la ideologización de la historia por parte del régimen que encabeza el presidente López Obrador. La sociedad mexicana está conformada  por un mestizaje derivado de la conquista de los reinos europeos, principalmente el español para el territorio de meso américa.

 

El artículo segundo de nuestra constitución  dice. La nación tiene una composición   pluricultural  sustentada en sus pueblos indígenas, dejemos entonces la demagogia barata  y pongamos  manos  a la obra  para generar  políticas públicas que trasciendan en el mejoramiento de la calidad de vida de los casi 17 millones de habitantes indígenas en México según el censo 2020 de INEGI. Siendo este sector de nuestra sociedad el históricamente más abandonado  vulnerable.

 

La historia debe ser objetiva, el nacionalismo escribe malos libros y genera guerras, tal vez en el México de ahora no bélicas, pero sí ideológicas, guerras de buenos contra malos bajo la visión del régimen del presidente de todos los mexicanos  el Sr. López Obrador, peligroso entrar en este juego perverso alentando desde el máximo líder, cuyo deber moral debería ser el promover y alentar a la unidad.La historia nos ha enseñado que cuando estamos divididos siempre hemos perdido, basta echar un vistazo a la guerra contra los estados unidos donde perdimos más de la mitad del territorio, el segundo imperio mexicano y la lucha entre liberales y conservadores, o las guerras del siglo XX.

 

La historia escrita esta, es inmoral y perverso el cambiarla al capricho del Tlatoani,  es  vergonzoso el valerse de la ignorancia de gente para adoctrinar y manipular esas masas sedientas de venganza de los sucesos que nos formaron lo que hoy somos hace cinco siglos. Debemos pues no perder el rumbo prostituyendo el pasado, perdiendo la acción del presente que forje un mejor futuro para todos los mexicanos.