Editorial

¿MES DEL ORGULLO?.

#InPerfecciones
Habría que cuestionarnos si podemos celebrar el mes del orgullo sabiendo que hay enormes diferencias de derechos y visibilidad entre los colectivos que conforman a la comunidad LGBTTTIQ+.

 

 

Ricardo Sámano / @samano_O
ricromsam@gmail.com

 

Hace más de 40 años inició el movimiento LGBT en México para exigir un alto a la represión por parte del estado, defensa legal de homosexuales presos y acceso a los derechos básicos que cualquier ciudadano tenía: educación, salud, empleo, seguridad y bienestar. 

 

También, ya se cumplen 50 años desde los disturbios de Stonewall, en Nueva York, que desencadenaron este movimiento social.

 

Sin embargo, para algunos colectivos la situación sigue siendo la misma que cuando inició esta batalla. No hace falta ir lejos de la Ciudad de México, “La ciudad de los derechos”, para darnos cuenta de la realidad que viven mujeres trans y personas LGBT en situación de calle.

 

Basta con caminar desde metro Hidalgo a Revolución: andar por esas calles te hace reflexionar sobre el privilegio del que gozamos muchos de nosotros, con la ¨fortuna¨ de que nuestra familia nos aceptara o que encajamos en los estereotipos que la sociedad ha impuesto. Ahí descubrimos que el matrimonio igualitario no es el único derecho por el cual debemos de pelear.

 

Hay quienes no corren con la misma suerte y ahora duermen en algún parque, pasando frío y hambre, ejerciendo el trabajo sexual para sobrevivir, siendo constantemente violentados y rechazados por la sociedad y autoridades.

 

Cuarenta años después de esta lucha nos encontramos casi en el mismo sitio, hemos dejado que empresas y personajes políticos se adueñen de nuestro movimiento, nos convertimos en un mercado y un trampolín para los que desean pertenecer a la clase política que por años se han encargado de negar los derechos que nos corresponden.

 

Olvidamos que quienes comenzaron la lucha por nuestros derechos fueron personas que vivían la misma situación de quienes ahora vemos en los semáforos limpiando parabrisas, durmiendo en la vía pública o esperando en la esquina de la calle al cliente para pagar la habitación del hotel o comprar un taco para comer.

 

Es momento de replantearnos si permitiremos que unos cuantos nos representen, si ellos serán la voz de esta causa. Es momento de volver a las calles, poner el cuerpo y alzar la voz más fuerte por nuestra libertad. 

 

¨Si no apoyas a la gente negra, a las mujeres trans, a las trabajadoras sexuales y a las personas viviendo con VIH, no estás celebrando el orgullo¨.

 

-Marsha P Johnson. 

 

#InPerfecto