Especial: Un año en InPerfecto -

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Un día como hoy pero hace un año, sucedió uno de los momentos más especiales en mi vida, se publicaba mi primera columna en este periódico digital con quien estoy eternamente agradecido.

Angel Rogelio Ledesma Cotero / @APilot95
angel.ledesma@inperfecto.com.mx

Un día como hoy pero hace un año, sucedió uno de los momentos más especiales en mi vida, se publicaba mi primera columna en este periódico digital con quien estoy eternamente agradecido.

Antes de comenzar, me gustaría comentar que esta columna no es como las 58 que realicé durante un año, sino que en esta ocasión, es una muy especial.

Es especial porque va dirigida primeramente a los queridos lectores, a quienes les agradezco mucho por apoyarnos todo este tiempo; también darle las gracias a mis compañeros de InPerfecto, a esta bonita familia que día con día realizan un excelente trabajo para brindar las mejores noticias.

Continuando hablando del equipo de InPerfecto, me gustaría mencionar algunos nombres que a lo largo de este año, influyeron y fueron parte importante en el proceso de aprendizaje y mejoramiento en cuanto mi redacción, manejo de información, entre otras cosas.

Comenzaremos hablando de alguien a quien estimo y aprecio mucho, siempre me ha ayudado tanto en cuestiones laborales, como también en temas personales, siendo un gran amigo; hablamos de nada más y nada menos que el CEO de InPerfecto: Miguel Angel Millán. Siempre estaré agradecido de haberme dado la maravillosa oportunidad de poder formar parte de esta gran familia.

Ahora me gustaría hablar de un gran ser humano, que quiero mucho, y que sin él, hoy no estaría aquí en InPerfecto; hablo del titular del programa Tiburón al aire y editorialista: Orlando Casanova. No tengo palabras para darle gracias por todo lo que me ha enseñado, también por apoyarme en mi formación académica y es sin duda alguna, un ejemplo a seguir. Muchas gracias Orlando.

Continuamos con un compañero con quien de igual forma, estoy muy agradecido, y es el titular del programa Sonidos InPerfectos, también participa en Geek´s Club y es columnista: Marto GoAg. Querido amigo, gracias por todo este tiempo ayudándome en la parte de redacción y otros aspectos para que la columna se pueda publicar. También agradezco las pláticas que hemos llegado a tener sobre personajes de cómics, películas, etc.

Y también, tenemos a un arquitecto muy querido en el periódico, es el titular del programa Disecciones y también autor del Gato Bolsas: Carlos Rosas. Arquitecto, de la misma manera le agradezco por su ayuda con aquella columna sobre el Super Bowl LIV; sin su apoyo no hubiera entendido lo básico del fútbol americano y por lo tanto, no se hubiera dado aquella columna que fue algo completamente nuevo para mí.

Podría mencionar a más compañeros de este periódico que de cierta forma me ayudaron y manifestaron su apoyo; por lo que solo queda darles de igual forma las gracias.

Igualmente, podría hablar de aquellos momentos tanto buenos como malos, que pasaron a lo largo del año, pero siempre hay que recodar y quedarse con los mejores, con los que nos hacen sentir bien y mejorar todos los días.

De igual forma, espero poder seguir aquí en InPerfecto el tiempo que sea necesario, disfrutaré cada día formando parte de este grandioso equipo.

Ya para finalizar, mencionaré a personas que fueron y son una parte muy importante de mi vida, hablo de mi familia; en especial de mi mamá, quien siempre estuvo ahí presente para apoyarme en cualquiera situación, sabe que la amo mucho y que hasta mis últimos días estaré en deuda con ella, por ser una excelente madre y un gran ejemplo a seguir. De igual forma, a mi hermana y mi papá, mis abuelitos, mis tíos y primos.

En fin, todos han sido y serán muy importantes para mí, y como lo dije en reiteradas veces y que no me cansaré de hacerlo, como diría Gustavo Cerati: ‘Gracias Totales’.

A continuación, me gustaría compartirles aquella columna con la que empezaría todo; recuerdo muy bien que era un 30 de octubre del 2019 por la noche, y de repente recibo una notificación de que sorprendentemente se había publicado, ¡no me lo podía creer!

Desde entonces, se dio esta gran aventura.