Sexualidad

Violencia hacia la mujer.

#Sexualidad
Las campañas, información, instituciones, en teoría hay planeaciones para erradicar la violencia pero en la práctica las cifras van en aumento.

 

 

Blanca Sánchez 
blancasanchezrangel@gmail.com

Desde 1999 fue declarado el 25 de noviembre como el día internacional contra la violencia hacia la mujer, mismo que año con año es conmemorado a partir de diversas acciones sociales que inundan tanto las redes sociales como las calles por iniciativa principalmente de los colectivos feministas y asociaciones que atienden dicha problemática, esto independientemente de las propuestas que se realizan a niveles institucionales nacional o internacionalmente como lo fue en su momento la Convención Belem Do Para o la Ley general de acceso a una vida libre de violencia.  Este año retomando las propuestas tradicionales se realizarán 16 días de activismo posteriores a la fecha de la conmemoración en los que se realizarán talleres, conversatorios o foros a cargo de la Secretaría de las mujeres.

A pesar de los 20 años que se cumplen de realizar esta conmemoración, el panorama respecto a este tema no es del nada alentador; en México son asesinadas nueve mujeres diariamente, y en el 64% de los casos son las parejas, ex novios o ex esposos quienes violentan acorde a la Encuesta Nacional sobre la dinámica de las relaciones en los hogares (Endireh) 2016, y con respecto al año 2018, las cifras de feminicidios han aumentado en un 10%.

La violencia contra la mujer no se manifiesta siempre en forma de feminicidios, existen formas que pueden parecer mucho más sutiles y que se llegan a normalizar socialmente, de ahí que sea tan complejo concientizarlas tanto en quienes las ejercen como en quienes las padecen, ante lo cual es importante seguir tomando medidas que sensibilicen sobre el tema y generar acciones específicas para quienes se encuentran en riesgo. Es por esto que el abordaje de la violencia contra la mujer requiere ser tratado multidisciplinariamente, pues es un fenómeno social que tiene repercusiones tanto físicas como emocionales, además de ser presente en todos los grupos de edad, ya que a pesar de lo visible que se ha hecho recientemente el tema, cada vez más los adolescentes toman conductas violentas hacia sus parejas, u otras mujeres, siendo pertinente cuestionarse los motivos de esto.

En México, la Ley general de acceso a una vida libre de violencia contempla no sólo la violencia física, sino también la psicológica, económica, patrimonial y sexual, además de “Cualesquiera otras formas análogas que lesionen o sean susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres”, por lo que en un primer momento es importante que seamos las mujeres las primeras en conocer a que se refiere esta clasificación para poder comprender por qué muchas de las conductas que son ejercidas hacia nosotras nos generan tanto malestar, y no sólo adjudicarlo a una mera exageración o susceptibilidad a nivel individual, ya que en muchas ocasiones al no saber nombrar aquello que ocurre no es posible atenderlo, teniendo en cuenta que en la mayoría de las ocasiones tiende a agravarse. En este sentido la ley propone “proporcionar a las víctimas la atención médica, psicológica y jurídica, de manera integral, gratuita y expedita comprendiendo la necesidad de capacitar a los funcionarios públicos sobre la complejidad de este fenómeno con la finalidad de anular conductas discriminatorias o re victimizadoras hacia la mujer, como lo es de entrada culpar a la mujer por la violencia que padece y también el someterla a procesos que vulneren aún más su situación, sin embargo, como es evidente falta mucho para poder alcanzar una atención eficiente y comprensiva ante las víctimas.

Por otro lado, y más allá del aspecto legal es en nuestra cotidianidad donde las acciones en sentido de no violentar a las mujeres se hacen necesarias, derrumbando estereotipos, señalando las conductas violentas, pero sobre todo acompañando sin juicio a quienes padecen dicha violencia. Una mujer que padece violencia no siempre es consciente de esto, o si lo es, puede estar invadida de emociones y pensamientos que le impiden tomar acciones benéficas para ella, lo que en ocasiones a la familia o amigos llega a desesperar pues no actúa como queremos o como pensamos que sería lo  mejor generando a su vez que la víctima vaya quedando sola, pues es muy pesado o cansado acompañarla, al mismo tiempo que juzgamos que está ahí porque quiere, sin comprender las causas que la hacen permanecer en una situación de violencia. Algunas de las situaciones por las que pasan estas mujeres tienen relación a una desvalorización personal que nuevamente no es culpa de la víctima, sino fue generada a partir de humillaciones y maltratos constantes, puede estar presente la culpa, la vergüenza, la incapacidad de confiar en sus propias decisiones, y esto sumado a que cada vez se sienten más solas pues efectivamente las vamos dejando solas, les impide entre muchas otras cosas salir de su situación.

Para explicar el fenómeno  de la violencia se han generado diversas herramientas para entenderlo, como el ciclo de la violencia, y herramientas para generar conciencia como el violentómetro, se han generado refugios para salvaguardar a quienes están en riesgo, se han generado diversas instituciones, campañas en medios entre otras, pero es labor de todas y todos informarnos, y señalar la violencia hacia las mujeres, pues si observamos con detalle tal vez está más cerca de lo que nos imaginamos.