#InPerfecciones
Mientras algunos aplauden la muy graciosa e histórica carta respuesta de AMLO a Trump, seguimos teniendo un trato de rogarles que no nos dejen de hablar para seguir teniendo que comer.
Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx
Mientras que el presidente de los Estados Unidos de Norte América nos mandaba amenazas hace algunos días, declarando su enorme decepción hacia México, porque al señor no le gusta que los migrantes caminen en nuestro territorio y todo lo siente como un ataque personal, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prefirió hacer una seña de amor y paz y decir que no iba a entrar en confrontación.
Sin embargo, tal parece que como nadie le dijo nada ya que al hablar, el mundo entero se le arrodilla al presidente que representa justamente el capitalismo, consumismo, neo liberalismo y todo lo relacionado con la posmodernidad, pues nos mando una bomba con la declaración de aranceles del 5% y en aumento cada mes, solo porque es su forma de amenazar para poder frenar el transito migratorio de manera ilegal.
Pero, ¿y cuál es la actitud del gobierno ante todo esto?
El pavor que Enrique Peña Nieto le mostraba a Donald Trump era asombroso, la mejor forma de la subordinación se mostró con él, no solo en la entrega de recursos, el silencio ante la notable intromisión militar contra migrantes y contra mexicanos de la milicia estadounidense en territorio mexicano, los castigos económicos y la fuerza y presión permitida por parte del presidente gringo y de todos aquellos que vinieron, en el tiempo en que coincidieron y que después en comitivas venían como reyes magos a darle el oro, la mirra y el incienso al presidente entonces electo, López Obrador.
Pero, si esperábamos algo de este gobierno tan agerrido, que llama a todos por Fifi, Conservadores, es que le dijera algo bueno al presidente Trump al hablar y tachar de criminales a todos los migrantes que ponen en riesgo e inestabilidad las calles mexicanas ante su muy empobrecida forma de ver las cosas, pero he aquí la respuesta.
Y mientras que muchos chayoteros aplauden, lo único que a mi me queda decir, es que es una pena que nuestro gobierno y pueblo sea tan servil a los intereses de aquella nación, de la que parece que requerimos su aval para movernos.
Tiene que ir Marcelo Ebrard a presentar un plan para impulsar el sur de México y a centro América, en vez de ir al pueblo, tenemos que depender del petroleo y de las decisiones únicamente del Estado Norteamericano para que nuestra economía no de desplome y además, nos tenemos que cegar ante otros mercados solo por la necedad de querer ser los socios más rogones que tenga Estados Unidos.
La amistad se puede basar, la dependencia bilateral en economía es fundamental por la posición geográfica, pero lo que si no, es que traten de incidir de esa manera en la política interior y en el respeto a los derechos humanos de todos los migrantes y de nuestro pueblo.
No señor Presidente, yo si creo que hay cobardía, porque bien se pudo decir: No vamos a negociar el T-MEC y nosotros impulsamos nuestro campo, a nuestros profesionistas, abrimos el mercado a países emergentes como nosotros, impulsamos nuestra mano de obra y las producciones agrícolas.
Eso no quiere decir que proponga la ruptura, pero tampoco tendríamos que mostrar un apego y un servilismo humillante.
Presidente López Obrador, no quiero decir que su respuesta haya sido mala, porque esa para mi, no era la mejor forma de responder, se necesita carácter para poder ser presidente y llevar a cabo un movimiento en donde el neo liberalismo se termine, cosa que por cierto no hace, pero el respeto a los derechos humanos y sobre todo, a la dignidad es algo que usted debe de guardar, ojalá esa dignidad la logre posicionar, porque no es para usted, es para el país que lo eligió y que espera, mucho más carácter para atender este tipo de situaciones, que bien se ve, tampoco sabe manejar.