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En el corazón de la ciudad de Cuernavaca, te encontrarás con el famoso Jardín Borda, un lugar de ensueño, este recinto es sin duda alguna, uno de los orgullos históricos morelenses.
Atenea Sánchez.
atenea@inperfecto.com.mx
¡Hola!
¿Cómo estás? Deseo que casi al cierre de estos dos primeros meses del año, ya hayas decidido darte una vuelta por los increíbles sitios que te hemos recomendado a lo largo de estas semanas. El día de hoy, te llevaré a disfrutar del calorcito de un lugar pronunciado por Alexander Von Humboldt y conocido así hasta nuestros días, como “La Ciudad de la Eterna Primavera”.
La capital del Estado de Morelos, es un lugar muy visitado por nosotros los habitantes de la CDMX, es un lugar con un clima maravilloso, cerca de la ciudad, rodeado de árboles majestuosos con unos colores que alegran el paisaje y sobretodo, lleno de recintos culturales muy bellos, por eso, hoy he decidido llevarte hasta el Centro Cultural Jardín Borda, un sitio que alberga gran encanto e historia, ¿quieres conocerlo? ¡Acompáñame!
En el corazón de la ciudad de Cuernavaca, te encontrarás con el famoso Jardín Borda, un lugar de ensueño, este recinto es sin duda alguna, uno de los orgullos históricos morelenses, pues ha pasado de ser hogar, a jardín botánico, después hotel y finalmente ¡museo!
Además de que, por sus pasillos, han desfilado personajes históricos como Carlota y Maximiliano de Hasburgo, Porfirio Díaz, Diego Rivera, entre otros.
Todo comenzó con el Sr. Don José de la Borda, un francés reconocido por los españoles como un experto en minas y en la maquinaria para su excavación, nacido en 1699 en Oloron, un poblado francés. Se convertiría en “El Fénix de los mineros de América”, a él se le debe la edificación de una de las iglesias barrocas más bellas en todo el continente: Santa Prisca en Taxco, Guerrero.
Como parte de la fortuna resultado del legado de la minería y su familia, Manuel, hijo de Don José Borda, decidió construir en Cuernavaca, una tierra que representaba la abundancia natural, conformada de árboles, agua y excelente clima, en conclusión, un paraíso digno de albergar una hermosa casa para su padre.
Posterior a su partida del plano terrenal, Manuel, decide convertir el hogar de los últimos días de su padre en un jardín botánico, con especies de flora traídas desde el continente europeo, sin duda, este lugar se transformaría así en el único jardín novohispano que el Occidente hubiera visto jamás.
Caminar por cada uno de sus pasillos, te remontará hacia todas esas historias y te llenará de paz, comprenderás porque los emperadores Maximiliano y Carlota, disfrutaban pasear en este lugar y hacer de él un refugio para su descanso.
¿Te imaginas a Porfirio Díaz o Francisco I. Madero, festejando sus triunfos en este increíble lugar: ambos dando sus discursos, las mesas de bocadillos, los invitados en sus trajes de gala, las parejas bailando, todos disfrutando de las celebraciones rodeados de árboles y fuentes? Yo sí, mientras recorríamos cada rincón acompañados de nuestra guía, quien nos recitaba todas las hazañas que en este lugar ha podido contemplar, me imaginaba uno a uno los posibles escenarios.
Esta Jardín, además de todos los sucesos históricos transcurridos, alberga una gran cantidad de árboles frutales, hermosas flores coloridas, fuentes, arcos, espacios para sentarte a leer tu libro favorito, cuenta también con un pequeño lago, que fungía como el corazón del sistema hidráulico que proveía del agua de el jardín a través de canales que permitían regar cada una de las jardineras como ocurría en los majestuosos jardines de Babilonia.
Este cuerpo de agua, también buscaba representar el gran Lago de Tenochtitlán, junto con una especie de chinampas construidas en concreto, aquí encontrarás a los habitantes de este pequeño ecosistema: patos, tortugas y hasta una grulla que nos comentaron, emigró al Parque Ecológico Chapultepec ubicado a unos cuatro kilómetros de distancia.
Afortunadamente, hoy en día, el Jardín Borda, es un lugar que está al alcance de los locales, los turistas nacionales y extranjeros, es un espacio lleno de paz que te permitirá realizar un viaje en el tiempo, inaugurado en 1991 como Centro Cultural, aquí lograrás conectar todos tus sentidos a través de la música, exposiciones pictóricas, presentaciones de libros, paisajes y más.
Visítalo de martes a domingo de 10 a 17:30, el costo de la entrada es de tan sólo $30, te comparto el link para que consultes la cartelera completa de actividades, a propósito del 150 aniversario de la creación del estado de Morelos: https://cartelera.morelos.gob.mx/centro-cultural-jardin-borda/
Para concluir, quiero compartir contigo las palabras del poeta español Luis Cernuda, quien en 1951, se expresaría así de este paraíso morelense:
“Al cruzar el cancel, aún antes de cruzarlo, desde la entrada al patio, ya sientes ese brinco, ese trémolo de la sangre, que te advierte de una simpatía que nace. Otra vez un rincón … Y este rincón es de los más hermosos que has visto… Pasado y presente se reconcilian, se confunden, insidiosamente, para recrear un tiempo ya vivido… Este aire que mueve las ramas es el mismo que otra vez, a esta hora, las moviera un día.
Esta nostalgia no es tuya, sino de alguno que la sintió antaño en este sitio”.
Espero que hayas disfrutado de este jardín conmigo y que te animes a visitarlo ¡Muy pronto!
Prepara tu ropa fresca, tu botella de agua, algún sombrero, alista tus sentidos y lánzate hasta el centro de Cuernavaca.
¡Nos leemos en las siguientes aventuras!