1968,EN LA MEMORIA DE MÉXICO
Es el otoño de 1964 y la convulsa década de los sesenta cuenta entre las víctimas de un régimen autoritario a estudiantes, obreros, maestros y esta vez añade a su cuenta a los médicos a los que aplasta de manera tajante echando por tierra sus peticiones de mejora laboral.
Carlos Rosas C.
Estimados InPerfectos los saludo con el gusto de siempre. Hagamos una pausa al trabajo que hemos venido disfrutando del Dr. Manuel Becerra Ramírez (Cultura Jurídica y el movimiento del 68), para echarle un vistazo a otros movimientos que hicieron eco en la sociedad de los años sesenta, si, estamos hablando del movimiento médico que también sufrió los embates de un régimen autoritario que bajo ninguna circunstancia toleraría cualquier expresión de disidencia, conozcamos esta historia juntos.
EL MOVIMIENTO MÉDICO
El movimiento médico comenzó en noviembre de 1964, cuando los residentes e internos del hospital 20 de noviembre del ISSSTE reclamaron el pago de aguinaldos atrasados y 206 de ellos fueron despedidos.
Los médicos residentes e internos del Hospital Juárez de la entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA); Hospital Colonia, Servicio Médico de los Ferrocarrileros; Hospital San Fernando del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Hospital General de México, SSA, decidieron adherirse en apoyo al movimiento. Los paristas, constituidos en sesión permanente, constituyeron la AMMRI, Asociación Mexicana de Médicos Residentes e Internos, independiente de todas las organizaciones sindicales.
La AMMRI elaboró un pliego petitorio con tres puntos básicos: mejorar el nivel económico, seguridad en el empleo y participación activa en los programas de enseñanza. La satisfacción total era necesaria para el levantamiento del paro. El 29 de noviembre, el director del Hospital 20 de Noviembre, José Ángel Gutiérrez, informó a la prensa que llamaría a médicos de otros sanatorios para no paralizar los servicios.
Paralelamente, Gustavo Díaz Ordaz toma posesión como Presidente de la República y los médicos le envían su pliego petitorio; Rafael Moreno, titular de la SSA, en entrevista con los médicos, indicó que buscaría soluciones prácticas para los problemas. La Comisión de Prensa de la AMMRI, informó el 3 de diciembre, que ya eran 20 hospitales del interior y 23 de la ciudad de México los que estaban en paro. Además publicaron una carta dirigida al Presidente de la República dando a conocer los nombres de sus dirigentes: Guillermo Calderón, Abel Archundia, Roberto Pedrosa Montes de Oca, Fernando Herrera, Roberto Sepúlveda y Oralia León.
El 8 de diciembre después de una serie de entrevistas con Joaquín Cisneros, secretario privado del Presidente, acordaron una primera entrevista con Díaz Ordaz, que al realizarse puso de manifiesto su posición ante el conflicto: no resolver personalmente el problema, sino dejarlo en manos de autoridades menores. Entre la entrevista y el levantamiento del paro hubo una campaña de ataques y desprestigio por parte de la Federación Médica del Distrito Federal, grupo de presión conformado por profesionales empleados del Estado.
El 15 de diciembre médicos residentes e internos publicaron un desplegado acusando a los doctores Sergio Novelo y Francisco Gómez, autoridades del IMSS, de ataques a los becarios. En contraste, los médicos residentes e internos recibieron el favor de varios organismos: la Asociación Médica de la República Mexicana, la Federación de Colegios de la Profesión Médica y la Federación Obrera Revolucionaria, esta última fue la única agrupación no médica que los apoyó. Los representantes de la AMMRI en entrevista con el Director de la Facultad de Medicina de la UNAM, doctor Donato G. Alarcón, obtuvieron simpatía por sus demandas.
Para el 18 de diciembre los médicos residentes e internos, cinco mil, decidieron levantar el paro de 22 días, esto obedeció a la confianza que abrigaban de resolver sus problemas. Dos días después, la AMMRI agradeció públicamente al Presidente por escucharlos y tratar de solucionar el conflicto adecuadamente.
Entre el primero y segundo paro de labores transcurrió casi un mes, intervalo en el cual autoridades y sindicatos fijaron posiciones y formularon propuestas políticas. Los primeros sindicatos que atacaron a los médicos, después de levantado el paro, fueron el de Trabajadores del Distrito Federal y el Nacional de Trabajadores del ISSSTE, por lo que negaron la viabilidad de las organizaciones sociales existentes como mecanismos legítimos para plantear sus demandas a las autoridades.
Los resultados de las negociaciones fueron publicados en una carta abierta, dirigida al Presidente de la República el 24 de diciembre de 1964. Pero el 13 de enero de 1965 inició el segundo paro, la AMMRI informó que lo reanudaban debido a que la autoridad no había respetado los acuerdos.
Los directivos del Departamento del Distrito Federal levantaron actas por abandono de empleo y fijaron un plazo de 24 horas para poner fin al paro. El doctor Ismael Cosío Villegas y todos los médicos del Hospital Huipulco, sanatorio para tuberculosos, hoy Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Dr. Ismael Cosío Villegas”, presentaron su renuncia en apoyo al movimiento.
El doctor Cosío renunció el 16 de enero de 1965 frente al H. Consejo Técnico de Huipulco, antes de acatar la orden de las autoridades. A esta renuncia siguió una reacción en cadena con Norberto Treviño Zapata, Guillermo Montaño, Salazar Mayén, Irene Talamás, Francisco Hernández Orozco, Velasco Arce, Schutlz Romero Olivares, Mario Rápaga, Felipe Mota, Castro Villagrana, Alfaro de la Vega, Mainers, Chimal, Rustrían, Rivas Solís, Raúl Contreras y muchos más, fueron cesados, consignados y reprimidos.
Continúen con nosotros la siguiente semana para seguir descubriendo lo que inicia aquel otoño de 1964 con el movimiento médico que se ha quedado en la Memoria de México.
#InPerfecto
FUENTE
https://enlacecursoshistoria.wordpress.com/2009/10/19/1964-1965-el-movimiento-medico/