Febrero 16, 2018
Eduardo Morales
dorado.deportes@inperfecto.com.mx
El tiempo, en un club al que no le sobra nada de tiempo, casi de manera mágica, puso a Pumas en su lugar. Y solamente con una sola desicion exacta y puntual (que yo catalogaría como ‘brillante’) fue dejar a *David Patiño* en algo definitivo. Nadie mejor que él para entender las necesidades de este club. Muy cerca de Patiño, el trabajo siempre distinguido de un conocedor del futbol y de la filosofía universitaria como José Luis Arce y los aportes que sigue haciendo Sergio Egea, tras su poco afortunado paso como entrenador. Pumas encontró a la gente adecuada en el puesto adecuado y eso hay que agradecérselo francamente a la directiva tantas veces tan criticada
En la cancha, los nombres de los refuerzos extranjeros ilusionan pero el verdadero secreto parece encontrarse en el reencuentro del club con su propia ‘sangre’, los jugadores de Fuerzas Básicas: Jesús Gallardo, David Cabrera, Pablo Barrera, Luis Fuentes, Luis Quintana, Josecarlos van Rankin y el portero Alfredo Saldívar.
Pumas ha vuelto a su fórmula original: jugadores extranjeros que elevan su nivel de juego y futbolistas de su cantera que entienden la responsabilidad de llamarse Pumas y de representar cabalmente el espíritu universitario en el juego. En un futbol donde los que mandan son generalmente equipos que juegan con una mayoría de futbolistas foráneos, Pumas cuida su identidad y sale al campo hasta con siete jugadores hechos en C.U.