El presidente electo aseguró que los nuevos aranceles permanecerían en vigor “hasta detener esta invasión de drogas, en particular del fentanilo, y de todos los extranjeros ilegales en nuestro país”.
No está claro si Trump realmente llevará a cabo las amenazas o si las está utilizando como táctica de negociación antes de asumir el cargo en enero. El tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá prohíbe imponer aranceles a los países miembros.
Al desmostar los argumentos esgrimidos por Trump, Sheinbaum dijo que de acuerdo con las cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) los encuentros con migrantes en la frontera sur estadounidense se han reducido 75% desde diciembre de 2023 a noviembre de este año y que la mitad de los extranjeros que han llegado a esa frontera es a través de una cita legalmente otorgada por el programa CBP One que estableció la administración del demócrata Joe Biden.
Durante su conferencia matutina, la presidenta mexicana resaltó los esfuerzos que ha desplegado México para atender el problema migratorio y expresó que “a lo mejor esto no lo conoce el presidente Trump”.
Asimismo, Sheinbaum destacó las acciones que han emprendido las autoridades mexicanas para combatir el tráfico de drogas y el apoyo que han dado a Estados Unidos ante la “epidemia” del fentanilo, que aseguró que es consecuencia de un “problema de consumo y de salud pública de la sociedad de su país”, y recordó que las drogas sintéticas ingresan a Estados Unidos, Canadá y México de “manera ilegal proveniente de países asiáticos”, ante lo que planteó que es “urgente la colaboración internacional”.
De igual forma, reiteró las quejas de México sobre el tráfico ilegal de armas provenientes de Estados Unidos, que estimó en 70%, y el impacto que eso genera en la escalada de la violencia. “Los muertos por la delincuencia para responder a la demanda de drogas de su país lamentablemente los ponemos nosotros”, recordó.
También criticó el gasto armamentista y dijo que “si un porcentaje de lo que Estados Unidos destina a la guerra se dedica a la construcción de la paz y al desarrollo, se estará atendiendo de fondo la movilidad de las personas”.
Pese a las tensiones, el secretario mexicano de Economía, Marcelo Ebrard, se mostró el martes optimista y dijo en un mensaje de su cuenta de X, antes Twitter, que “encontraremos una solución”. “El arancel es un impuesto y dañaría a ambos países”, agregó.
La reacción de Sheinbaum sugiere que Trump se enfrentaría a una mandataria muy diferente a su antecesor. A fines de 2018 el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, un político carismático de la vieja escuela, entabló una relación cordial con Trump y ambos llegaron a un acuerdo por el que México ayudaba a mantener a los migrantes lejos de la frontera estadounidense y recibía a los extranjeros deportados de otros países y el republicano retrocedía en las amenazas.
Pero Sheinbaum, formada en movimientos radicales estudiantiles, parece menos dispuesta a una relación más política o a apaciguar a Trump.
“Nosotros negociamos como hermanos…pero no hay subordinación”, sostuvo el martes la mandataria al reconocer que la relación con Estados Unidos es de “alto nivel”, pero “es de iguales”.
De concretarse la amenaza del republicano Trump el impacto se sentiría especialmente en Estados Unidos con un aumento drástico de precios en diversos productos, desde la gasolina y automóviles hasta productos del campo. Pero México no escapará de las secuelas económicas.
Los primeros efectos se sintieron el martes en el mercado cambiario. La moneda mexicana inició la jornada con una depreciación de 1,08% frente al dólar lo que llevó la tasa de cambio alrededor de 20,52 pesos por dólar. El mercado de valores también arrancó la sesión con una leve caída.
La directora de análisis económico del grupo financiero local Banco Base, Gabriela Siller, indicó que de concretar Trump sus amenazas México podría enfrentar la salida paulatina de empresas extranjeras.
En cuanto a la advertencia que lanzó Sheinbaum de responder también con aranceles, Siller dijo que “con una política espejo México sería el gran perdedor” y sostuvo que la economía mexicana depende mucho más de su vecino del norte que lo que Estados Unidos depende de México.
El comercio transfronterizo entre México y Estados Unidos pasa por su mejor momento, con transacciones que superan los 800.000 millones de dólares anuales. Estados Unidos es el mayor importador de bienes del mundo, siendo México, China y Canadá sus tres principales proveedores.