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En el estado de Guerrero, Ana vivía,
una maestra y locutora llena de energía.
Cada semana, con gran dedicación,
daba un tema y dejaba reflexión.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
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En el estado de Guerrero, Ana vivía,
una maestra y locutora llena de energía.
Cada semana, con gran dedicación,
daba un tema y dejaba reflexión.Ana Slhimovitch, de talento sin fin,
con su voz cautivaba, cual eco marfil.
En “De Sustentabilidad y Otras InPerfecciones”,
sus palabras guiaban, dejando lecciones.Un día la huesuda se la quiso llevar,
mas Ana, tenaz, comenzó a entrenar.
“¡No me iré, Catrina, aún tengo misión,
de enseñar y de hablar con toda pasión!”La calaca asombrada, no pudo insistir,
al ver su talento y fuerza al resistir.
Así Ana sigue, con alma y pulmón,
compartiendo saberes y su gran corazón.