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En su discurso, Sheinbaum afirmó que llega “nutrida” y “llena de la fuerza” que proviene de las ancestras, abuelas, madres, hijas y nietas.
EFE
Claudia Sheinbaum reivindicó este jueves el “mandato popular” de ser la “primera presidenta con a” de México al recibir del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) su confirmación de mandataria electa, cargo que asumirá el 1 de octubre.
“Es la primera vez en 200 años de la República que recibe el reconocimiento de presidenta electa una mujer, presidenta, con a”, remarcó durante la ceremonia en la que recibió su constancia que la acredita como próxima mandataria del país.
La exjefa de gobierno de la Ciudad de México (2018-2023), quien obtuvo oficialmente un récord de casi 36 millones de votos, cerca del 60 % del total en las elecciones del 2 de junio, enfatizó que no asume el triunfo como un “logro individual”.
“Como lo he dicho en otras ocasiones, no lo asumo solo como un triunfo individual o como el esfuerzo personal. El día de hoy marcado ya en la historia de México, no llego sola, llegamos todas”, puntualizó.
Enunció a las heroínas de la patria que “han hecho posible este alto reconocimiento”.
El Tribunal entregó esta confirmación tras declarar el miércoles la validez de elección, no anular ni un solo voto y desechar todas las impugnaciones presentadas por la oposición que pedían la nulidad de los comicios por la presunta injerencia del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, y el narcotráfico.
Se compromete
En su discurso, Sheinbaum afirmó que llega “nutrida” y “llena de la fuerza” que proviene de las ancestras, abuelas, madres, hijas y nietas.
“Hoy llegamos todas y con ello me comprometo a luchar para seguir construyendo igualdad y libertad para todas las mujeres mexicanas, en especial para las más vulnerables, y de cuidar, como lo hacemos las mujeres, responsablemente, el porvenir de nuestra patria”, acotó.
Destacó que la votación del 2 de junio, en donde el gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados mantuvieron las preferencias del electorado, tiene varios significados, entre ellos, el que la gente haya optado por seguir con un “gobierno honesto” y de “resultados”.
“Dicho de otra forma, la mayoría de las y los ciudadanos no quiere que regresen los gobiernos al servicio de unos cuantos o la prepotencia o el influyentismo, no quieren que regrese ni la corrupción ni privilegios, ese es el mandato del pueblo de México y nos corresponde seguir haciéndolo realidad”, zanjó.
Asimismo, señaló que seguirá construyendo un México libre, de bienestar, de derechos, de paz, independiente, soberano, democrático y en donde se respeta la libertad de expresión, de reunión, de prensa y de movilización.
“No hay libertad plena cuando no hay bienestar y derechos, es decir, es falsa la libertad del que debe cruzar kilómetros para migrar por pobreza. También es falsa la libertad del poder de compra con un salario de hambre o la libertad de acabar con el planeta, esa es una falsa libertad”, aseveró.
“Nadie debe temer”
La próxima presidenta también prometió impartir justicia social, ambiental y, especialmente, para las mujeres.
Aunado a ello, dijo que actuará con “honestidad, responsabilidad, respetando la independencia de los poderes” y que gobernará para todas las personas.
“Nadie debe temer a nada, al contrario, el futuro es promisorio, somos un país de un pueblo extraordinario, único, maravilloso, estaremos a la altura de las circunstancias y de nuestro hermoso y glorioso pueblo”, dijo.
Finalmente, se comprometió a no defraudar y poner todo su “empeño, conocimiento, corazón, esfuerzo y voluntad”.
“Y hasta la vida misma para servir a mi patria y a mi pueblo”, concluyó.