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Mentiras

#Cultura
“la mentira naturalmente se contradice”

 

Ricardo Sandoval / @LuisRSandoval5
luizandcar18@gmail.com

Para mentir, se dice que hay que tener un par de cosas para que funcione: buena memoria y un público que te crea ciegamente. Aunque ahora, en esta época de las redes sociales, mentir se ha vuelto muy difícil porque cualquier cosa que publiques es rápidamente investigada y si se detecta una mentira, por más piadosa que sea, esta se vuelve un ataque personal al mentiroso. Ejemplos hay muchos y reacciones las hay más y son el pan nuestro de cada día.

También se hace énfasis en que un mentiroso puede detectar a otro mentiroso, aunque no hay pruebas 100% reales de esa afirmación, a lo que se convierte, inevitablemente, en una paradoja.

Existe la paradoja del mentiroso, que dice así: “esta oración es mentira”. Aquí hay un análisis de únicamente dos lados: es verdadera o es falsa. Se contradice si es cierta, ya que afirma la mentira, pero si se dice lo contrario, afirma la verdad de la falsedad y eso es que la convierte en una de las oraciones contradictorias más estudiadas en los campos de la semántica, lógica y filosofía. Hay muchas variantes de la versión anterior, pero lo que permanece es la contradicción.

Por su parte, en el plano religioso, la mentira es considerado un pecado, aunque fueran las mentiras piadosas o blancas. A su vez, tanto la ética y la filosofía comparten opiniones divididas sobre si se puede permitir la mentira en determinados casos. Personas como San Agustín, Kant y Aristóteles están en contra de la mentira, mientras que filósofos como Platón estaban de acuerdo.

Mentir ayuda para ganar posiciones políticas o estratégicas. Cuántas guerras se han ganado o perdido por dar información falsa al adversario. Que los esperaban en un punto en concreto y sus rivales llegaban del otro lado.

De manera contradictoria, ya que, como se han dado cuenta, la mentira naturalmente se contradice, mentir, engañar, palabras sinónimo, se ha vuelto más fácil y a su vez, hay gente que cae fácilmente, aunque tengan las herramientas a la mano para verificar si lo que se dice es real.

Cuántas fake news no se han inventado, sobre todo en política para intentar acabar con los adversarios, que si X personaje público come niños asados al carbón, que si Ye política dice ser feminista, que su padre la golpeaba y a los cinco minutos dice amar profundamente a su padre y está agradecida con él por los estudios y el amor incondicional que le dio.

Mentiras que no tienen consecuencias hacen más mentirosos, por más descaradas que sean y si se descubren, simplemente dicen que se les coarta la libertad de expresión. Otra contradicción, por cierto.

Como se ha visto hasta ahora, las mentiras y las contradicciones van de la mano, no puede existir una sin la otra. Es la manera de las personas para manejar el mundo a su conveniencia y así expresar sus pensamientos en palabras, aún a riesgo de romper la confianza que se le tiene en la sociedad.

Porque se desconfía del mentiroso, no se le cree, como en aquella famosa fábula de Pedro y el lobo. Pinocho, de Carlo Collodi, aquel muñeco de madera que le crece la nariz cada vez que miente. Mentiroso, mentiroso, película protagonizada por Jim Carrey y otras obras más que nos cuentan las consecuencias de las mentiras.

De las mentiras es que viene la difamación, la calumnia, la hipocresía, la mentira piadosa. En esta última me gustaría centrarme brevemente. Todas tuercen la realidad a modo de que nos convenga a nosotros, de manera individual para afectar, en mayor o menor medida a un tercero.

Pero aquí es donde hago la pregunta: ¿es la sociedad la que hace a los mentirosos o ya el humano nace así? Les mentiría si les digo que sé la respuesta, ya que es algo que se ha estado investigando por muchos siglos. 

Lo que sí es cierto y puede parecer obvio, es que hay mentiras que nos duelen, pero a su vez, hay aquellas que nos facilitan la vida, que, con tal de que no se descubra el engaño hacemos hasta lo imposible para revertir la mentira en verdad y que de esa manera no se nos descubra.

Regresando al tema de la mentira piadosa, se utiliza para no dañar de más a la otra persona, tanto para evitar alguna situación incómoda, como para no tener un conflicto innecesario.

Platón, como lo mencioné párrafos atrás, ya hablaba de la mentira piadosa y que estaba a favor de esta, ya que sería útil en la política para “el control y la justicia del Estado”.

<< Pero además la verdad debe ser muy estimada. Porque si hace un momento hemos hablado correctamente, y la mentira es en realidad inútil para los dioses, aunque útil para los hombres bajo la forma de un remedio, es evidente que semejante remedio debe ser reservado a los médicos, mientras que los profanos no deben tocarlos.>>. (República, III, 389b-c)

Por otra parte, Immanuel Kant nos dice, en su imperativo categórico, que es el eje central de la teoría kantiana capaz de regir el comportamiento humano, el mentir hace que se cree desconfianza en la sociedad, ya que la confianza es la base para establecer vínculos. 

Regresando a nuestros días, donde una colombiana, de nombre Geraldine Fernández, se hizo famosa por una mentira que dijo haber participado en la película de estudio Ghibli, ganadora de un Globo de Oro, El niño y la garza, dirigida por Hayao Miyazaki. En varios videos, esta chica colombiana (apodo que, supuestamente el propio Miyazaki sensei le puso), aseguraba haber hecho “casi 15 minutos”. 25,000 fotogramas fueron los que supuestamente había hecho Geraldine.

Al momento de realizar este texto o ensayo, la propia Geraldine Fernández, desmintió haber trabajado para Studio Ghibli. Pero las consecuencias de sus actos están ahí. Es justo de lo que se ha estado hablando a lo largo de estos párrafos. Una mentira piadosa que se salió de las manos y que usuarios de todo el mundo supieron de toda la farsa de la colombiana. Pero, si hubiera sido, incluso por allá de los años 90’s se le hubiera dado el beneficio de la duda, aunque no haya aparecido en los créditos porque el internet no estaba tan al alcance de las manos como ahora.

El daño está hecho y la reputación laboral de esta chica ha sido dañado, a lo que nos regresa a la pregunta ¿es la sociedad la que crea mentirosos o las personas ya nacen así?

Yo creo que es un 50-50. La sociedad en la que nos desarrollamos, la familia que tenemos, las personas que nos rodean, el ambiente escolar y laboral ayudan a formar nuestras opiniones y la manera de ver el mundo. Esta, al ser mi opinión, cosa que está prohibida en la época de las redes sociales y del internet, puede causar cierto revuelo, pero el mundo no es blanco y negro como nos lo quieren hacer ver.

Los matices, las sombras, las luces, los grises son lo que hacen de este mundo un lugar, en cierta manera interesante. A menos, que todo este texto haya sido una mentira muy elaborada de mi parte, ya que suelo tener muy buena memoria y ustedes, mis lectores, son mi público objetivo.

¡Hasta la próxima!

#InPerfecto

 

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