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Señora de las cuatro décadas

#Sexualidad
Oficialmente soy la señora de las cuatro décadas, así que hoy te comparto lo que los 30’s me enseñaron, pásele a leer.

 

 

Dulce Merlos@la_dulce_vita.mx  @matrioska_libro
dulmerlos@gmail.com

Nací en otoño. La estación que suelta, que se pinta de tonos dorados, cafés, naranjas y cobrizos, que se desnuda, que deja a los árboles con las ramas a la vista, sin lugar para ocultar. Tal vez por eso me es fácil vulnerarme, desnudar mis sentimientos, pensamientos y emociones si siento que de algo puede servirle a alguien.

No, no es que sea perfecta ni santa, al contrario, conforme se me han ido cayendo las hojas me he encontrado con mi luz pero también con mi sombra, con esa voz que a veces quiere gritar muy fuerte, no eres nadie, pero he aprendido que haciéndome la guerra pierdo más que si me rindo, que si acepto que simplemente soy una humana del signo libra. La indecisión y la búsqueda por la belleza y la armonía conviven en mí de manera natural, a veces de forma tan agotadora que prefiero rodearme de buenas amigas que me ayuden a elegir, con los años una aprende que hay que tener cerca a personas que posean los talentos que tú no tienes y así hacerte la vida más fácil. 

Hace 10 años cumplí 30 años y me celebré con mi primer viaje a Nueva York, un viaje mágico que planee con mucha ilusión, que le dio la bienvenida a mi Dulce adulta. Durante esa década la vida me cambio, me rompió y de entre esos pedacitos nació una mujer que se convirtió en mamá, que ha hecho crecer un negocio, que estudió coaching, que tuvo que andar un largo camino para reconciliarse con su cuerpo y reconocerse en el espejo, que ha encontrado amigas maravillosas de todas las edades, que escribió un libro, que agregó el apellido escritora a su nombre y que tiene un espacio en el radio para con su voz darle voz a otras mujeres increíbles.

Habían puertas que creí cerradas, hoy felizmente entiendo que lo único que nos detiene es la idea de que están cerradas,y si algo he aprendido durante estos primeros cuarenta años, es que la vida se diseña, se crea, se manifiesta y se hace suceder. Nadie va a venir a darte nada, pero la buena noticia es que tampoco nadie puede quitarte nada, y si aunque suene a cliché nunca es demasiado tarde para convertirte en lo que sea que quieras ser. Como dijera mi amiga Adrix, nunca es tarde para reinventarte, lo único que necesitas es atreverte a escuchar la voz que vive en ti, pero para eso hay que acallar el mundo externo, esa es la parte difícil pero no imposible.

Cuando cumplí 30, hice una lista de las cosas que me hubiera gustado saber o hacer al llegar a esa edad, así que hoy quiero compartir contigo, lo que me hubiera gustado saber al llegar a los 40,  así que ahí te van:

Recientemente alguien me dijo que se veía que me gustaba celebrar mi cumpleaños y  alguien más me dijo que debería hacerme una lipo, ambas cosas las recibo con paz en mi corazón, porque si soy una fiel creyente de celebrar la vida como un gran regalo, ese regalo que nos dieron al nacer de tener un día al año en el que somos especiales para la gente que nos ama y eso no tiene precio. Lo de la lipo es el bonus extra para recordarme que convertir mi cuerpo en un objeto digno de admiración y halago es fácil de conseguir, pero llegar a ser la mujer de 40 años que hoy escribió esto, eso, eso si que me ha  tomado años de trabajo interno, de descubrimiento, de que se me caigan las hojas, para que mis ramas miren al cielo, sin olvidar las raíces que me sostienen. De saber que eso que anhelo con fuerza en mi corazón es posible.

Diez años después volví a Nueva York, para celebrar mi llegada al cuarto piso, ya no era la mujer de 30 que ilusionada vio las luces de Times Squares por primera vez, ahora era una mujer independiente y libre que entendió que si un día se le antoja volar, sabe que lo único que necesita es hacer una maleta y tomar su pasaporte.

Duls

#InPerfecto

 

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